-Capitulo 7-
EDWARD POV-¿Pasa algo?-pregunto Elena. Abrí mis ojos estaba mas que sorprendido. ¿En que momento había vuelto a aparecer?
-Nada-mentí, sentándome en el sillón para ordenar un poco mi cabeza, ¿Acaso estaba teniendo alucinaciones? Sacudí un poco la cabeza y me levante en busca de mi ropa.
-¿A dónde vas?-pregunto seductoramente Elena, enrollando sus brazos en mi cuello, apegando su pecho en mi espalda.
-El clímax se acaba de ir por el inodoro- desenrosque sus brazos delicadamente y la senté en el sillón.
-¿Y eso que importa?-estaba molesta, pero la ignore, mi ropa estaba tirada por toda mi habitación, incluyendo la de Elena-. La podemos recuperar ¿no crees?
-Suena tentador, pero no. Gracias-encontré mis boxer y me los puse rápidamente-. Tiendo a que me gusten por mi mismo las mujeres.
-¿Qué quieres decir? ¿Se habrá dado cuenta?-pensó.
-Si, me di cuenta- le conteste-. No me agrada ser manipulado y menos de esa manera.
-¿Eso acaso importa?- se cruzo de piernas, mientras se apoyaba con las manos a ambos lados de su cuerpo-. Es solo sexo casual, Ed.
-Como dije antes…-la mire con el seño fruncido-...El clímax se fue por el inodoro- le volví a dar la espalda en busca de que lo me faltaba de mi ropa.
Era increíble, estaba el corpiño de Elena colgado en una de las aspas de ventilador, aun no entendía por que lo teníamos ya que en Forks no hace calor y nosotros no lo necesitamos de todas maneras. Cuando por fin encontré mis pantalones un fuerte estruendo resonó por toda la casa, suspire pesadamente y me puse el pantalón.
-Genial, ahora tendré que comprar una puerta nueva-bufe y me senté en el sillón.
Pase ambas manos por mi cabello, despeinándolo más de lo de costumbre ¿Qué demonios había pasado? ¿Acaso había tenido un sueño? De solo pensarlo me causo gracia, ni siquiera podía dormir. Entonces ¿Qué hacia Bella conmigo? Se suponía que ella estaba muerta. Entonces de repente la culpa me invadió ¿Qué demonios estaba por hacer con ella?
-Estaba por hacer mía a mi pequeña-susurre aterrado.
No solo la había acariciado, si que también la había besado, y tocado partes intimas de ella…Deje caer mi cabeza entre mis manos, ¿Qué demonios había pasado?, me repetí una y otra vez.
-¿Qué sucede, hermano?- Levante mi cabeza para ver a Jasper y Emmett en la puerta, ambos me miraban divertidos.
-No estoy de humor para soportar sus bromas-dije estrechando mis ojos. Ambos se miraron y sonrieron.
-¿Acaso el pequeño Eddy no respondió?-pregunto Emmett, solo le conteste con un fuerte gruñido, se hizo el asustado y se escondió detrás de Jasper.
-Te diste cuenta de su poder-afirmo Jasper sentándose en el suelo.
-Si.
-Me debes doscientos dólares, Emmett-se giro un poco y extendió su mano con la palma hacia arriba. Emmett gruño por lo bajo, saco su billetera y coloco el dinero en la mano de Jasper.
-¿Qué fue lo que apostaron ahora?-pregunte molesto.
-Jasper aposto a que no caerías en las manos de esa chica- Emmett me miro molesto.
-Y Emmett, aposto a que caerías ya que hace mucho que no tienes una buena noche-Jasper estaba concentrado contando el dinero- ¡Oye! ¡Aquí faltan diez dólares!
-Los desconté por que recurriste a Alice.
-¡Un momento!-les corte- ¿Ustedes sabían lo que ella estaba haciendo?
-¡Claro que si!-exclamo Emmett- Digamos que todos nos dimos cuenta-contesto calmado mientras se sentaba al lado de Jasper, estreche mis ojos.
-No te enojes, Edward- dijo Jasper, calmándome-. Era solo por diversión, si te hace sentir mejor, nosotros también casi nos abalanzamos sobre ella. Incluyendo Carlisle.
-No tienes de idea de lo bien que eso me hace sentir-le conteste con sarcasmo.
-La chica tiene un poder increíble-la alabo Emmett-. Por un momento creí que no iba a aguantar, por eso salimos todos…
-Y me dejaron a mi solo-complete.
-Por eso te decimos que no debes de enojarte-me aclaro Jasper-. Ella desde primer momento se intereso en ti, uso su don y caíste redondito-ambos rieron- ¿Qué paso que no estas con ella ahora?
Ambos me miraron sumamente interesados, habían inclinado su cuerpo hacia delante, para escuchar mi relato. No estaba muy seguro de si decirles la verdad, sabía como iban a reaccionar, pero…
-¡No la satisficiste!-grito Emmett haciendo que Jasper pegara un salto- ¡Lo sabía!
-Algo mucho peor que eso, Emmett-suspire frustrado por la estúpida interrupción.
-¡No se te paro!-volvió a gritar- Eddy te fallo ¿tanto te cuesta decir eso?
No lo aguante mas, estampe a Emmett contra el ventanal y lo mande a volar lejos de mi vista, ya no toleraba una broma más de su parte.
-¿Y bien?-pregunto Jasper divertido por la situación de Emmett.
-Estuve…pensando en otra…-mire hacia mis manos.
-Hermanito, eso no se hace. Al menos no se lo hubieras dicho-mire a Emmett que se trepaba por la ventada destrozada.
-¿En quien pensabas?-me pregunto Jasper.
-Lo diré, pero al más mínimo comentario tuyo Emmett y juro que te castrare, y esconderé tu pene para que no puedas…
-Ok, ok, no diré nada. Lo prometo-puso una mano en donde se supone que esta el corazón, yo suspire pesadamente.
-Bueno…-carraspee innecesariamente- Tuve un sueño, fantasía, no se muy bien que era…
-Al grano, Edward-me apuraron mis hermanos- ¿Con quien?
-Con Bella…-baje la mirada al suelo, no me atrevía a ver a mis hermanos, esto era demasiado vergonzoso.
El silencio era doloroso, no me atrevía a verlos, sus mentes estaban en blanco. Una vez me pregunte si los vampiros podíamos entrar en shock y hoy llegue a la conclusión de que si podemos entrar en ese estado. De pronto la estruendosa carcajada de Emmett resonó por toda la casa.
Levante la mirada y lo vi caer al suelo, sosteniendo su estomago con una mano y la otra golpeaba el suelo, dejando grandes huecos-genial ahora tendré que remodelar mi habitación por completo-, gire mi cabeza para ver a Jasper, quien miraba hacia algún lado, sus ojos estaban muy abierto, daban la sensación de que en cualquier momento se saldrían.
-¡Edward es un pedófilo!- grito Emmett entre su risa histérica, contagiando a Jasper.
-Par de idiotas- murmure.
-Ya, en serio, Edward-Jasper estaba tratando de controlarse, pero no podía.
-Estoy hablando en serio, pero si me dejaran continuar…
-Bella era una niña-dijo Emmett más calmado.
-En-lo que sea que tuve- no lo era, era una adulta- y vaya adulta, pensé.
-¡Carlisle!-el grito de Alice nos sobresalto a todos.
Me coloque mi camisa y baje corriendo, junto a mis hermanos, las escaleras. En la sala ya se encontraban las chicas, Alice estaba sentada en un sillón mirando hacia algún lado, por supuesto estaba teniendo una visión. Jasper se acomodo a su lado y sostuvo una de sus manos.
-¿Qué es lo que viste, Alice?-pregunto calmado.
-¿Qué le ha pasado a Carlisle?- Esme estaba en un ataque de nervios, me puse a su lado, la abrase por los hombros, para que se calmara-¿Edward?
-Carlisle esta bien-le dije para que se tranquilizara un poco- Va a llamar…
Antes de que pudiera terminar el celular de Esme comenzó a sonar, se puso tan nerviosa que el celular varias veces resbalo de sus dedos, y cayo al suelo en repetidas ocasiones, era realmente gracioso, en pocas ocasiones veíamos a Esme en ese estado.
-¡Hola!-grito desesperada una vez que contesto.
-Esme dedos de mantequilla-se burlo Emmett, ganándose una mirada envenenada de esta.
-De acuerdo. Te pondré en altavoz- se alejo el aparato del oído, apretó el botón del altavoz y lo dejo en la medita.
-Hola familia-saludo Carlisle.
-¡Hola papi!- gritaron Emmett y Alice, aunque el primero lo hizo con intencione de molestar.
-¿Cuándo vuelves?-pregunto Rosalie, ella al igual que Esme, estaba preocupada por nuestro padre.
-Mañana-aseguro y vi como mi madre se contuvo en empezar a saltar por la sala-. Tengo algunas cosas que contarles.
-¿Y que es?-inquirí.
-Ahora no puedo, se imaginaran al por que.
-¿Es bueno o malo?
-Depende de cómo lo veamos- lo dijo en un bajo susurro-. Ahora no puedo hablar mucho, me tiene vigilado. Ahí algo que están escondiendo.
-No veo nada-nos dijo Alice.
-Eso confirman mis sospechas- murmuro y supe que era para si mismo-. De todos modos, mañana les contare, ahora mismo estoy yendo hacia el aeropuerto. Adiós.
Antes de que pudiéramos contestar, Esme salio corriendo, con el celular, a su habitación, ese gesto nos hizo reír a todos.
-Sexo por teléfono…
-¡Emmett!-gritamos todos
-¿Qué?-contesto ofendido
-Respeta a nuestro padres, idiota-contesto Jasper.
-¡Oh, vamos!- elevo sus manos al aire de manera exasperada- ¿Me van a decir que ustedes no lo han hecho?
-¿Qué más da si lo hicimos o no?-cuestiono Alice- Eso es algo que a ti no te importa…
-Que pervertida eres, Alice-Emmett movió sus cejas de arriba y abajo en forma de complicidad.
-Corre, Emmett-amenazo Jasper y en medio segundo quedamos mis hermanas y yo, solos en la sala.
-Has de quererlo mucho como pasa soportarlo-le dije a Rosalie, ella simplemente se encogió de hombros y subió a su habitación.
-Carlisle me esta bloqueando lo que piensa decirnos-dijo Alice.
-Deja de ser tan chismosa-sonreí y me senté en el sillón, suspire pesadamente.
-¿Paso algo?-cuestiono sentándose a mi lado.
-¿Qué paso con el otro aquelarre?- desvíe el tema.
-Elena apareció diciendo que no estaba cómoda y que quería marcharse-sacudió la cabeza-. Esto nos vuelve a ti ¿Qué paso?
-Tú sabías que ella me estaba manipulando.
-Si lo sabía, no pensé que a ti eso te molestara-puso una mano en mi mejilla y me obligo a mirarla- Edward ¿Qué fue lo que paso?
Ni siquiera yo sabía que era lo que había pasado, no tenia una explicación para ello. Solo era conciente de que había estado con Bella, ella estaba viva, en algún lado, pero lo estaba y eso me bastaba para sonreír. Sea lo que sea que estuve por hacer con ella, era lo de menos.
-Viví la mejor de las experiencias-sonreí y la abrase.
-Te lo dije- me abrazo fuertemente y pensó- Ahí que buscarla.
BELLA POV
-¿Seguro que podemos volver al castillo?-cuestione cuando vi que caminábamos en dirección al castillo.
-Si no lo estuviera no te llevaría ¿no crees?-sonrió y apretó dulcemente mi mano.
-¿Y que pasa con Carlisle?- cuestione, sabía que él aun se encontraba allí.
-Descuida, él ya debe estar partiendo al aeropuerto.
-¿Ya se va?-pregunte un poco desilusionada.
-No te entiendo-se carcajeo-. Primero, tienes un ataque de inseguridad por saber si él esta o no. Y ahora te desilusionas por que se va…
-Deberías de comprenderme- baje mi mirada hacia mis zapatillas.
-¿Qué cosa?-cuestiono parando la marcha.
-Yo quise mucho a Carlisle…
-Si, Bella, claro que te entiendo-enrolló sus brazos por mis hombros y me pego a su pecho.
-Es tan difícil para mi odiarlos, cuando ellos me dieron tanto-pase mis brazos por su cintura, mis ojos me picaban, quería llorar.
-Lo se, amor- acaricio mi espalda mientras yo soltaba pequeños sollozos-. Yo aun no entiendo como es que ellos fueron capaces de hacer eso.
-¿Qué cosa?-cuestione alzando la vista.
-Venderte-me explico-. Si bien tú eras humana, eras una niña, y que tú recuerdes ellos no te mostraron nada como para que los delataras.
-No, eran normales. Claro quitando el que sus pieles fueran duras y frías, a mi corta edad jamás pensé que se trataran de vampiros.
-Bella, déjame darte un consejo- me separo un poco de el y me miro a los ojos-. No creas todo lo que te dicen los Vulturis- arrugue el ceño confundida.
-¿Por qué?
-Ellos, muchas veces, dicen cosas para su conveniencia- me explico- Ellos se creen los reyes del mundo cuando no lo son. Por eso Bella yo no me dejaría influenciar mucho en lo que ellos te hayan dicho respecto a los Cullen.
-¿Crees que me hayan mentido?- ¿Y si realmente lo habían echo? ¿Para que? ¿Por qué culparían a los Cullen?
-No lo se- se encogió de hombros-. Pero ten mi consejo presente- asentí- Bien, es hora de que volvamos al castillo.
Beso mi frente y me tomo, nuevamente, la mano. Yo aun estaba repasando sus palabras, realmente no sabía en que pensar, si realmente los Vulturis me habían mentido yo podría volver con los Cullen. Inconcientemente una sonrisa se formo en mis labios.
Pero… ¿y si era verdad? ¿Si ellos realmente me habían vendido por su propio bien? Sacudí la cabeza alejando esos pensamientos. Felix me miro curioso, yo simplemente le sonreí y apreté su mano. Ya averiguaría las cosas cuando volviera al castillo.
Cuando por fin llegamos me dispuse a ir a toda velocidad a la sala donde ellos se encontraban. No espere a que Gianna me permitiera el permiso, simplemente entre, azotando la puerta
-Bella, querida- hablo Aro, poniéndose de pie.
-Tenemos que hablar-le dije sin rodeos.
-¿En que estas pensando, Bella?-Felix me alcanzo y sujeto mi brazo.
-¿De que quieres que hablemos, querida?-inquirió Aro.
-De los Cullen-solté mi brazo del agarre de Feliz- ¿A que vino Carlisle?
-No es a que vino, nosotros lo llamamos-contesto secamente Cayo.
-¿Para que?- inquirí.
-Eso es algo que a ti no te importa, mocosa- Cayo se puso en pie, estaba por atacarme, pero Felix se puso en medio.- Apártate, Felix. Le ordeno.
-Lo siento, amo- agacho su cabeza y espere a que él se hiciera a un lado, pero eso nunca ocurrió. Felix levanto la cabeza y miro desafiante a Cayo-. Pero no puedo permitir que toque a Bella.
-Como te osas a….-no pudo terminar la frase, su voz se había desvanecido del odio y su cara se había crispado, estaba claro que se molesto al ver la rebeldía de Felix
-Tranquilos, por favor- ordeno Aro levantando una mano al ver que su hermano se agazapaba para atacar-. ¿Por qué dudas de nosotros, Bella?
-No es que dude-tartamudee un quiero saber.
-Eres una mala mentirosa, querida-me regaño con dulzura- ¿Qué te hace dudar de nosotros?
-Mi cariño hacia ellos-no me atrevía a decir lo que Felix me había aconsejado, no iba a permitir que por mi imprudencia lo lastimaran.
-¿Cariño?-dijo Cayo con sorna- ¿Después de lo que hicieron contigo?
-Bella, se que es difícil para ti olvidarte de ellos y con todo lo que hicieron- Aro ignoro el comentario de su hermano-. Te diré a que vino- me tomo de la mano y me encamino hacia el pequeño estudio que estaba detrás de la sala.
Me rehusé a soltar la mano de Felix, por lo que lo termine de arrastrar conmigo. Aro no dijo nada respecto a ello, agradecí en silencio, lo necesitaba a mi lado.
-Siéntense donde quieran- ofreció.
Mire a Felix de reojo y este me reprocho con la mirada, casi podía escuchar sus pensamientos y ahora me arrepentía de haber entrado sin meditarlo. Le suplique con la mirada un perdón, él suavizo su semblante y me beso en la sien.
-Bien-dijo Aro una vez que nos acomodamos en los sillones-. Nosotros fuimos quienes llamamos a Carlisle a que viniera, le pedimos que viniera cuando a él le quedara cómodo. Como sabrás el tiempo para nosotros transcurre de forma indiferente, para mi un día puede ser como un siglo o mas, ya perdí el concepto de tiempo.
A lo que voy, es que mi viejo amigo llego en un momento inoportuno. El día en que iba a transformarte. Por más que él estuviera en la estancia, eso no me impediría que cumpliera con lo que habías deseado.
-¿Puedo pregunta preguntar para que?
-Para asegurarnos de que no cometiera, nuevamente, el mismo error-movió la mano de forma indiferente para luego agregar-. No es de mi agrado ir quemando casa y matar a humanos, claro si no son para comer-sus ojos brillaron con malicia-. Ya anteriormente te había comentado que nosotros somos la ley de los de nuestro mundo. No puedo permitir que errores como los que cometió Carlisle se repitan con frecuencia.
-Él estuvo a unos pasos de nosotros, cuando la llevaba a transformarla- intervino Felix- ¿Noto su olor, o la reconoció?
-Pueden sentirse tranquilos, no lo noto-nos aseguro. No se por que pero me sentí terriblemente mal- ¿Sigue en pie tu venganza, Bella?
-Por supuesto-asegure, por mas afecto que le tuviera a ellos, eso no desminuía ni un poco la venganza que tenía preparada-. Aunque me duela, la decisión esta tomada.
-Espero que esta charla aya disipado tus dudas- dijo poniéndose en pie y camino hacia la puerta, una vez que llego a esta se giro para mirarme- Por cierto, debes alimentarte- volvió a la puerta y giro la perilla- ¡Oh!- exclamo antes de volverse hacia mi-. También debes estrenarte, estaré ansioso por ver la paliza a Demetri.
Por fin salio de la habitación, dejándonos a Felix y a mi solos. El silencio era incomodo, no me atrevía a mirarlo, sabía que ahora me regañaría, por lo que me apresure a hablar.
-Lo siento…
-Aquí no- dijo con voz dura- Vamos a mi habitación.
Se paro y voló prácticamente fuera del estudio, me pare de un salto y lo seguí.
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