viernes, 19 de noviembre de 2010

cap10

Capitulo 10: Peleas
BELLA POV
-¡Contéstame!-volví a gritar, a pesar de que su silencio me confirmaba aun mas las cosas.
-No podemos hablar aquí, Bella-cerro las manos en puños y cuadrando la mandíbula.
-No pienso ir a ningún lado- me tensé, aunque sabía que Edward no me haría daño, era intimidante tener en frente a un vampiro.
-Jamás te haría daño- sus ojos eran sinceros y a la vez me mostraban dolor.
-Solo dime lo que quiero saber-pedí un poco mas calmada.
-¿Qué quieres que te diga?-cuestionó entre dientes-. Lo sabes, si no, no actuarías de esa manera.
-¿Por qué me mentiste?- dije con dolor-. Tu sabías de mis sueños, te lo dije y tu me mentiste te hiciste el desentendido- recordé ese día en su coche, donde conté mi locuras de los sueños de mi otra vida-. Me mentiste con respecto a Jacob.
-Ya te había dicho que no quiero perderte- dio un paso hacia delante y yo, por instinto, retrocedí dos-. No quería que te enteraras, por esto.
-Era mas fácil tratarme como una idiota ¿verdad?- la ira se estaba apoderando nuevamente de mi ya no me importaba si él era o no un vampiro- Tu y Jacob se rieron de mi en mi cara- cerré los ojos con fuerza para tratar de calmarme un poco.
-Bella, estas entendiendo todo mal-su semblante era de agonía, sufrimiento.
-Lo único que entiendo es que no quiero volver a verte- solloce, me dolía decidir eso, pero no podía perdonarlo-. No quiero que aparezcas por mi casa, ni que te me acerques…yo…-no pude continuar ya que el pecho me dolía demasiado, quitándome de a poco el aliento.
-Por favor, Bella- me tape los oídos, su voz reflejaba el mismo dolor que el mío, pero no podía, ellos se burlaron de mi…
Gire sobre mis talones y salí corriendo por donde había venido. Pensé que él me seguiría, pero por suerte no lo hizo. Anoche los recuerdos de la trasformación de Jacob me confirmaron que el mundo no era tan normal como yo creía.
Las reencarnaciones existían junto con los hombres lobos y los vampiros. Yo había vuelto a la vida después de morir hace más de noventa años, Edward era mi prometido en ese tiempo y se había transformado en un vampiro. Y mi mejor amigo, que paso a ser mi novio, era un hombre lobo.
Pare jadeando por aire, estaba empapada y muerta de frío, el dolor en mi pecho era insoportable, sentía que había cometido una estupidez por haberle dicho eso a Edward, pero aun no entendía como me pudo mentir, ocultarme que era él al que yo siempre estuve esperando ¿no se suponía que me amaba? ¿Y Jacob? ¿No se suponía que éramos amigos y que nunca nos ocultaríamos nada?
Me senté en las escaleras de mi casa, mientras lloraba con todo el dolor que podía soltar. La lluvia no había cesado, pero eso no me importaba, no ahora…
-¿Bella?-llamo una voz ronca con preocupación y sorpresa, la reconocí al instante.
-¿Qué quieres, Jacob?-dije sin levantar la cabeza.
-¿Qué haces ahí? Estas toda empapada, te vas a enfermar- escuche como se acercaba y me pare de un salto subiendo las escaleras.
-¿Tú también vas a mentirme?- me miro confundido, una chispa de entendimiento brillo en sus ojos.
-No se de que hablas- susurro desviando la mirada.
-¿No que éramos amigos?- solloce por que él también me hacia lo mismo- A pesar de que fuimos novios…. Pensé que confiabas en mí.
-¿Fuimos?- me miro incredulidad.
-Si, fuimos-me pare firme-. No puedo estar con alguien que me miente…
-¿Y que quieres que dijera?- grito exasperado-. Que llegara un día y diga "Hola, Bella. No te juntes con ese tipo Cullen, por que según las leyendas Quileut, son vampiros y yo un hombre lobo"- dijo con burla.
-Algo es algo-bufe.
-No quería que esto pasara- nos señalo con las manos-. No quería que me temieras…
-¡No te temo, me importa un cuete si eres un hombre lobo, un vampiro o un elfo!-grite exasperada-. Me importa que me tomaran como una cobarde, que no me dijeran la verdad, que no pudieran creer en mí y decirme la verdad.
-Estas siendo injusta ¿lo sabes?- frunció el ceño.
-¿Yo? ¿Injusta?- dije con sarcasmo- Sabes, no me importa, te daré la misma advertencia que a Edward- el agujero que tenía en el pecho palpitó dolorosamente-. No quiero verte, quiero que te alejes de mí y nunca más vuelvas a buscarme.
Sin esperar a que contestara entre a la casa y cerré la puerta detrás de mi, recargándome en ella y cayendo al suelo. Un fuerte chasquido junto con un aullido, lleno de dolor, sonó fuera de la casa. Abrace mis piernas con los brazos y llore, no se cuanto tiempo, pero caí en la inconciencia.
-Tu padre te compro esto- dijo mi madre irrumpiendo en mi cuarto, como siempre hace, sin tocar.
Deje el libro en la cama mientras me sentaba para ver el vestido que mi madre traía en brazos.
-¿Para que?-fruncí el ceño.
-Hoy en la tarde el joven Newton vendrá y te llevará a dar un paseo por el parque- se planto delante de mi y tendió el vestido para que lo viera completo.
-¿Hoy?-la pregunta salió estrangulada.
-Si, hoy-acomodo el vestido en la mecedora y camino hacia la puerta-. Será mejor que te vistas y te arregles, quiero que estés presentable para el joven.
Sin esperar a que yo contestara cerro la puerta de mi cuarto, dejándome boquiabierta y aterrada. Me levante de un salto y corrí hacia mi escritorio, busque entre los cajones la carta que Edward me había mandado hace unos días. La encontré escondida al fondo del último cajón, la saque y la volví a leer para corroborar algo.
Querida Bella:
No tienes una idea de cuanto te echo de menos, de lo que añoro tenerte entre mis brazos y besarte. Desde la última noche que te vi no he parado de pensar en ti.
Lamento mucho no haber ido a visitarte como te prometí, pero he tenido algunos problemas con mis padres, nada de lo que debas preocuparte, papá parece haber cogido algún resfriado, por lo tanto he estado haciendo un poco de su trabajo.
Este no es el único motivo de mi carta, es para darte buenas noticias, mi padre ya se encuentra mejor, así que podré ir a visitarte este sábado por la tarde, quiero llevarte a caminar por el parque. También quiero ver que tan duros son tus padres. Bromeo.
Estaré en tu casa a las cinco en punto, que no se te olvide. Esperarme.
Te amo.
Siempre tuyo, Edward Masen.
Lleve la carta a mi pecho y la apreté fuertemente, haciendo que sus hojas se arrugaran. Las manos me temblaban y sentía un frío sudor expenderse por mi frente.
-¿Señorita Bella?- pregunto Stephanie detrás de mí.
-¡Oh, nana!- me tire a sus brazos, sollozando.
-¿Qué tienes, Bella?-pregunto preocupada mientras me acariciaba el cabello.
-Tengo terribles problemas- levante mi cabeza y mis lágrimas cayeron por mis mejillas.
-Bien, primero nos sentemos-me llevo a la cama y se sentó a mi lado, limpiando mis lágrimas-. Dígame ¿Qué paso?
-Mi madre me ha comunicado que hoy el joven Newton vendrá a llevarme de paseo- solloce aun más fuerte.
-Oh, no- puso una mano en su frente-¿No me diga que hoy también vendrá el joven Edward?
-Oh, si- asentí frenéticamente- ¿Qué hago?- me aferre a sus manos como si de mi vida dependieran de ellas, quizás si.
-Ira con el joven Newton- dijo pensativa.
-¡¿Qué?- me pare de un salto.
-Lo siento, estaba hablando en voz alta-sonrió-. Primero dejemos que los jóvenes se vean y veremos quien demostrará más interés por usted.
-A mis padres eso no les importará- camine en círculos, estaba histérica-. A ellos solo les importa la familia Newton
-Eso lo veremos- se puso de pie y puso sus manos en mis hombros-. Déjeme esto a mi, señorita. Usted solo relájese y vera como todo sale a la perfección.
Luego de esa conversación, que me dejo aun mas preocupada que antes, me ordeno a que fuera a vestirme. Me ayudo a poner ese hermoso vestido, era rojo sangre, el corsé era un tono más oscuro y tenia intricados diseños bordados con hilo blanco. Los zapatos eran de tacón y también eran rojos.
Mi nana peino mi cabello con perfectos bucles en las puntas y una coronilla de pequeños diamantes. Demasiado ostentoso, pero como era hija del señor Steven, era una Steven, debía verme como tal.
Me encontraba sentada frente al tocador, haciendo unas respiraciones para poder calmarme. Estaba muy nerviosa y horrorizada por lo que podía pasar en este día.
-¡Bella, Bella!- entro gritando mi nana, haciendo que saltara del susto-¡Ya llego! ¡Ya esta aquí!
-¿Quién?-pregunte asustada.
-Ven- tomo mi mano y me saco a volandas de la habitación.
Bajamos en las mismas condiciones por las escaleras, estábamos acercándonos al living, mi corazón me estaba amenazando con salir de mi pecho. Mi nana freno en la puerta y me arreglo el vestido y luego el cabello.
-¿Lista?- pregunto con las manos en los pomos de la puerta.
-No.
-Bueno, no importa- abrió las puertas-. Que te diviertas.
Tome una gran bocanada de aire, cuando escuche su voz…
-Conocí a Isabella en la fiesta de la familia Newton, mis padres son muy buenos amigos. Espero no ofenderlos pero me interese en su hija apenas la vi en la pista, de echo ya la estaba mirando desde que había llegado…
-¿Edward?- pregunte atónica, estaba de espaldas a mí, sentado al frente de mis padres.
-Isabella ¿Qué clase de modales son esos?- me regaño mi padre.
Edward se puso de pie, se acercó, tomo mi mano y el beso en el dorso. Mi corazón comenzó a aletear y mis mejillas se tiñeron de rojo al instante.
-Que gusto volver a verla, señorita Steven- sonrió de costado y me guiño un ojo.
-El gusto es mío, joven Masen- me incline un poco, solo para ocultar la sonrisa-. Lamento mi imprudencia al llamarlo por su nombre.
-Para mi no es ninguna imprudencia.
Un carraspeo resonó en la sala por lo que tuve que despegar mis ojos de esos hermosos verdes.
-El joven nos estaba comentado su interés por ti, Isabella-dijo mi madre con una enorme sonrisa.
-Es una joven atractiva, tiene de donde salir- cortejó Edward mirando a mi madre, esta se sonrojo un poco y se rió tontamente
Mi padre tenía una expresión rara en la cara, haciendo al momento más cómico.
-Con permiso-dijo mi nana en abriendo las puertas-. El joven Newton acaba de llegar- informo y yo me atragante con mi propia saliva.
-Que pase, Stephanie-ordenó mi padre.
Mi nana sintió y dejo pasar al chico rubio que había conocido hacia unas noches atrás, era atractivo, pero tenía ese aire de soberbia. Mi nana cerró las puertas, pero antes me guiñó un ojo.
-Oh, Edward- Newton pronunció el nombre como si fuera una mala palabra-. No sabía que estarías aquí.
-Hola, Mike-dijo con voz respetuosa, aunque sabía que no sentía nada de eso-. Vine a mostrar mi interés por Isabella- se giro y me sonrió-. Pero ahora me tengo que marchar, como les había dicho, mi padre no esta en una buena condición de salud. Y tengo que hacerme cargo de la empresa- se giro haca mis padres mientras se acercaba a ellos, tendió la mano a mi padre y este la apretó, luego beso la mano de mi madre.
-Eres muy responsable, Edward- reconoció mi padre, Mike soltó un bufido y yo estaba en estado catatónico.
Edward se acerco a mí y beso mi mano.
-¿Cómo que te vas?-cuchichié molesta.
-No te preocupes- me guiñó un ojo y camino hacia Newton-. Adiós, Mike. Que te sea leve- dijo y sonrió con burla.
Salió por las puertas y se perdió de mi vista, me quede mirándola por un tiempo, aun preocupada y asustada ¿Qué hacía ahora?
-¿Lista para irnos?-pregunto Newton a mi lado. No encontraba mi voz, por lo que asentí, me ofreció su brazo y lo tome vacilante.
-Que se diviertan-dijo mi madre antes de irse por otras puertas con mi padre.
Mike me llevo al parque, a una caminata interminable. Quería gritar y salir corriendo, decirle que yo amaba a Edward y no a un estirado como él. Mis oídos estaban saturadas de tantas tonterías que Newton contaba, hablaba sobre su dinero, dinero y su casa, mansión, dinero y creo que no toco el tema del dinero…
-Eres muy hermosa, Isabella- halago por decimaoctava vez en lo que iba de una hora.
-Muchas gracias- "de nuevo" complete en mi cabeza.
-¡Ahora!-se escucho una voz y luego un grupo de chicos corrieron en nuestra dirección, pateando un balón que lo estamparon en el rostro de Mike, luego los siete niños lo taclearon tirándolo al suelo.
-¡Mike!-grite sorprendida, los niños lo miraron y comenzaron a carcajearse.
Estaba a punto de reprenderlos cuando unas manos se posaron en mi cintura y me giraron hasta quedar al frente de…
-¡Edward!-dije emocionada, abrazándolo e inhalando su aroma.
-Hola, amor- me abrazó y beso mi cabeza.
-Nos vemos otro día, Edward- dijo un niño de unos ocho años, un coro de "Adiós, Edward" lo saludo y salieron corriendo.
-¿Tu hiciste esto?-pregunte alzando una ceja y señalando el cuerpo inconciente de Mike, intente sonar molesta pero no podía quitar la sonrisa de mi rostro.
-Lo hicieron esos niños-murmuro contra mis labios-. Yo solo lo planee.
Solté una risita y bese sus labios, que me eran adictos
-¡Bella!-una voz femenina, junto a un pequeño zamarreo me despertaron.
-¿Alice?-pregunte como tonta, pues era la misma acuclillada frente a mi- ¿Cómo entraste?
-No deberías dormir en estos lados- susurro con una sonrisa, mire a mi alrededor y me di cuenta de estaba durmiendo en la puerta.
Mi cuerpo estaba entumecido, no sentía mi trasero y la cabeza se me partía.
-¿Qué haces aquí, Alice?-volví a cuestionar poniéndome de pie.
-¿Te molesta?-pregunto con cara de dolor, su labio inferior estaba sobresaliendo y temblaba ligeramente.
-No- dije un poco conmovida.
-Me enteré de lo que paso en el estacionamiento- me siguió a los sillones y se sentó conmigo.
-Tu también eres un vampiro-afirme mirándola.
-Sip- asintió con una sonrisa-. Pero quería hablar sobre Edward…
-Yo ya tome una decisión- desvié mi mirada y jugué con mis dedos.
-Lo se- levanto mi rostro con una de sus manos-. Y es la peor que hayas tomado, para todos.
-Pero…
-Se que mi hermano tuvo la culpa en no decirte la verdad- sonrió con tristeza-. Pero tendrías que haberlo visto cuando le correspondiste sus sentimientos, si tú hubieras visto como estaba antes de encontrarte…-negó con la cabeza.
-¿Por qué quedo yo como la mala de la película?-susurre enojada.
-No dije que quedaras como la mala, solo que pensaras sobre la decisión que tomaste- tomo mis manos y las apretó-. No solo le estas haciendo daño a Edward, también te lo estas haciendo a ti misma. Lo veo en tus ojos.
-Yo…no…-las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas-. Para mi todo esto es muy difícil- solloce patéticamente.
-Imagínate para Edward- sonrió-. Él te ama, como tú a él- acarició mi cabeza-. No se hagan mas daño entre ustedes.
Se paro y camino hacia la puerta y la seguí a tropezones.
-Habla con mi hermano- se giro, beso mi mejilla y luego camino hacia su auto.
Se subió y el auto arrancó con un suave ronroneo, bajo la ventanilla del copiloto y grito.
-También habla con el perro.
Después de eso salió volando por las calles.
Me quede mirando el crepúsculo y pensando en que si mi decisión de alejarlos a ambos de mi lado era lo mejor.
EDWARD POV
Habían pasado siente días desde que Bella me había rechazado, siente días en que no venía a la escuela. Según Alice, Bella realmente se había enfermado de gripa, a causa de la noche de mi enfrentamiento con Jacob y el día en que estuvo bajo el agua.
Suspire pesadamente y mire la luna, que pocas veces se la podía apreciar, y pensé en Bella, en todo lo que había pasado desde que la volví a encontrar y como la volví a perder. Me sentí tan…. Indignado, por no poder hacer nada para ir y obligarla a estar a mi lado. Pero jamás le haría semejante cosa. Tampoco podía pelear por su amor cuando ella me dejo en claro que Nome quería seca suyo
No me sentía yo mismo, me sentía…vacío, solo, desolado, como nunca sentí un hueco en mi corazón, ahora no latía y no literalmente. Cuando la volví a ver, el muerto órgano latió y lo hizo hasta el día en que ella me dije que no quería verme más.
-Tu y Bella parecen una telenovela mala y barata-se quejo Alice desde la puerta de mi cuarto.
-No estoy de ánimos, Alice- le corte sin mirarla.
-Nunca tienes ganas de nada- se rió y se senté en el suelo, a mi lado.
Por unos momentos solo nos quedamos viendo el paisaje, en silencio, se lo agradecí ya que realmente no tenía ganas ni de respirar.
-Mañana Bella volverá al instituto-susurro sin mirarme.
-¿Algo va a cambiar?- pregunte con miedo.
-No siempre te voy a estar diciendo sobre tu futuro- bufo poniéndose en pie-. Pero te diré algo- dijo con severidad-. De ahora en adelante di siempre la verdad y más si se trata de Bella.
Sin dejarme preguntarle algo, salió del cuarto, cerrando la puerta y dejándome solo, con mis dudas. Suspire y mire nuevamente el cielo, ahora estaba nublado.
¿Cómo pretende que le diga la verdad a Bella si ni me quiere ver?

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