-Capitulo 3: Sueños y realidad-
Bella POVEstaba sentada sola en una banca, rodeada de arbustos y rosales de diferentes colores, aparte mi vista de ellas y mire la hermosa fuente que estaba en frente de mi, el agua brillaba bajo la luz de la luna, levante la mirada para ver el cielo, que estaba despejado y podían apreciarse todas las estrellas en este. Solté un pesado suspiro, había salido afuera por que me sentía sofocada de tanta gente que había dentro de la mansión. Cerré los ojos y aspire una buena bocanada de aire, que me ahogo al escuchar que alguien me hablaba.
-Buenas noches- me sorprendí al escuchar a un hombre parado a un lado de mi, es susto fue tanto que pegue un salto en la banca.
-Buenas noches- salud intentando ocultar un poco el miedo en mi voz, era de noche y estaba sola en el amplio patio. Supongo que a cualquiera le da un poco de miedo.
Me encontré con unos ojos verde esmeraldas, los mas lindos que había visto en mi vida, brillaban con cierta intensidad, curiosidad y ¿adoración?. Tenía el cabello color cobrizo y totalmente despeinado, dándole un aire despreocupado, pero mi sorpresa fue aun mayor al ver que tenía una marcara, no le podía ver el rostro.
Pero eso no me importo, ya que le permití sentarse conmigo. Hablamos de algunas cosas relacionadas conmigo. Lo más patético fue que me había largado a llorar. Él fue tan caballeroso- aunque me pareció un poco atrevido-que me abrazo, dejando que desahogara todas mis penas.
Yo también me considere atrevida por haberle abrazado, pero me había dado cuenta de que me había enamorado incondicionalmente de ese desconocido.
Abrí los ojos lentamente, pero los cerré enseguida cuando la luz me pego en los ojos. Lo bueno de vivir en Forks era que no había sol, eso me permitía que mis ojos no se quemaran. Pero aun así tendría que recordar cerrar las persianas.
A regañadientes me levante de la cama y me dirigí al baño, abrí la ducha y me metí en ella. Desde que era niña venia teniendo esos sueños raros, en donde yo era la protagonista junto a un joven al cual no le puedo ver la cara, le conté a mi madre respecto a ello y ella me contesto que lo mas probable eran recuerdos de mi vida pasada, obviamente no le creí nada, así que los dejo pasar, sin entender muy bien el significados de ellos.
Hacia solo un par de semanas que vivía en Forks, mi madre se ha vuelto a casar y se ha ido de luna de miel, así que tuve que quedarme en la casa de mi padre, Charlie. Lo único bueno de todo esto es que podía estar más tiempo con mi novio, Jacob.
Nuestros padres eran muy buenos amigos, por ende nosotros nos conocimos y nos llevamos igual que ellos, pero un día –Hace dos años más o menos- él se me declaro y aunque me pareció extraño que sintiera lo mismo que yo, acepte salir con él. Es un chico muy amable, además de ser guapo. Siempre muy atento conmigo, no solo se comportaba como mi novio también lo hacia como mi mejor amigo, dándome consejos y demás. Era la única razón por la cual todas las mañanas me levantaba con buen ánimo, aunque solo sea un poco, el clima no favorecía mucho
Hoy era mi primer día en el instituto, el inicio de clases. Desde que me había mudado, todo el mundo se la pasaba hablando de mí. Era como una celebridad en medio de un pueblo donde nunca pasaba nada interesante. Pues claro, como no me iban a ver así, si era la hija del Jefe de policía, de por si, odio ser el centro de atención, pero gracias a mi padre lo era.
Estaba terminando de desayunar, por suerte Charlie se había marchado a trabajar temprano, cuando escuche el sonido de una estruendosa bocina en la calle, sonreí al saber quien era. Me apresure a terminar mi cuenco con cereales, lo tire en el fregadero, luego lo lavaría, tome mi mochila y salí de la casa. En el trayecto de la casa hasta el monovolumen de Jacob fue todo en reto, tratando de no resbalar, sin mucho éxito, con los charcos de agua.
-Buenos días- salude, dándole un suave beso en los labios.
-Buenos días, Bells- me saludo correspondiéndome el beso- ¿Qué tal madrugaste?
-Lo mismo de siempre- suspire cansada- el mismo cielo nublado, el mismo olor a humedad, el mismo frío, las mismas lluvias, los mismos charcos, siempre tan monótono aquí- volví a suspirar pero esta vez frustrada, a mi lado Jacob reía y despeinaba mi cabeza.
-Nunca cambiaras- se acerco para besar la coronilla de mi cabeza. Sin duda me encantaba estar con Jake.
En el viaje al instituto nos la pasamos charlando y riendo, el trayecto no fue tan largo, pronto llegamos. Aparco el auto junto a una furgoneta azul, rodeada de jóvenes que apenas nos vieron nos saludaron. A algunos ya los conocía, por mis visitas anteriores y las descripciones de que me daba Jake por teléfono.
-¡Hola Jake!- saludaron al unísono las chicas. Una de cabello castaño oscuro y lentes se acerco a mí y me dio un abrazo, ella era Ángela, se había vuelto mi mejor amiga desde la primera vez que la había conocido. Las otras dos se llamaban Jessica y Lauren, ellas no me simpatizaban mucho, por que coqueteaban, cuando podían, con mi novio.
Luego saludaron los chicos, como de costumbre brutos y tontos, se golpeaban e insultaban entre si. Uno de ellos se llamaba Mike, era rubio de ojos azules, era guapo, pero no era mi tipo, luego estaban Eric y Taylor, uno con un serio problema de acne y otro que me guiñaba el ojo, rodé los ojos y empecé a caminar para entrar al instituto.
-¿Cuánto tiempo te quedaras Bella?- pregunto Ángela, caminando a mi lado.
-No estoy segura, la luna de miel de mi madre es de un mes. Pero supongo que me quedare todo el primer trimestre.
-Oh, me gustaría que te quedaras mucho más tiempo- dijo con tono triste.
-Realmente no me agrada el clima de aquí, pero no me gustaría alejarme de mi novio y mi mejor amiga- le dije para levantarle el ánimo.
-Estaré muy sola cuando te vayas- miro hacia tras, sabía a lo que se refería. Ella es parecida a mí, es tímida y no socializa muy bien con la gente- no me gustaría estar con Jessica y Lauren.
-Lo se, a mi tampoco me simpatizan.
-Solo están con nosotros por Jacob.
-No les prestes atención, ellas no merecen tu amistad- pase un brazo por sus hombros mientras reíamos.
-¡Así que me estas engañando!- grito Jacob parándose frente a nosotras y apuntando teatralmente a Ángela con un dedo.
-Si, ella es mi amante- la abrace mas y le di un beso en la mejilla, Jacob se llevo una mano al corazón fingiendo una mueca de dolor, pero ambos empezamos a reír cuando la vimos totalmente sonrojada, en ese aspecto ella se parecía a mi también.
Entramos a la escuela y empezaron las clases. Las primeras horas había sido pasables, pero notablemente irritables. Primero trigonometría, los números no eran lo mío, pero lo supe sobrellevar. Luego tuve literatura, nos dieron para leer Romeo y Julieta, en algunas ocasiones se me hacían que los profesores eran tarados, de tantos libros buenos que hay siempre elegían el mismo para darle el mismo punto de vista una y otra vez.
Finalmente el almuerzo llego. Jake me estaba esperando fuera de mi salón, por desgracia solamente tenemos una sola materia juntos, Gimnasia.
-¿Cómo te ha ido hasta ahora?- pregunto mientras pasaba uno de sus enormes brazos por mis hombros.
-¿Quieres la verdad?- dije mirándolo, el sonrío y asintió- espantoso, los maestros son iguales o peores que este pueblo- el soltó una fuerte carcajada, provoco que todos nos miraran.
-Siempre tan encantadora- beso mi mejilla, tomó mi mano para entrar en la cafetería. Mucha gente se dio vuelta para mirarnos, o mas bien mirarme, y cuchichear- Me siento celoso, odio que todos los chicos te miren- esta vez me toco a mi reír, no entendía como podía tener celos cuando yo lo quería a él.
-Eres un tonto- murmure y el se acerco a mi oído.
-Pero me encanta saber que solo yo te hago sonrojar cuando te digo algo al oído-y como había dicho, sentí mi cara arder y baje rápidamente la mirada. El soltó otra carcajada y comenzó a elegir nuestra comida.
Mike nos estaba esperando en una mesa, hacia señas para que nos sentáramos con él, no preste mucha atención cuando caminamos, pero sentí un raro cuchicheo, cuando me gire para ver quienes eran los que hablaban, en ese momento vi un alborotado cabello cobrizo perderse por las puertas de la cafetería. Me sentí extraña ¿Dónde había visto ese cabello antes?
-¿Bella?- me llamo Jacob, sacándome de mis pensamientos- ¿Estas bien?
-Si- le conteste aun un poco distraída, pero él no siguió preguntando. Nos sentamos con el grupo y empezamos a comer, mientras charlábamos y reíamos.
-Los Cullen están raros- comento Jessica, de la nada.
-¿Los Cullen? ¿Quiénes son esos?- pregunte interesada, Jacob nunca me había contado nada de ellos.
-Son los Hijos adoptivos del Doctor Cullen- río Jessica- mira la ultima mesa tras de ti- Le hice caso y me gire. Me sorprendí al encontrarme con cuatro hermosos adolescentes, parecían modelos o estrellas de cine- La rubia se llama Rosalie, el que esta al lado es Emmett, en frente están Jasper y Alice- dijo en vos bajita como si me estuviera contando un secreto- así como los ves sentados, uno al lado del otro, están emparejados.
-¿Emparejados?- pregunte algo atónita.
-Si- volvió hacia su comida- son realmente extraños, llevan un par de semanas aquí y ya todo el mundo sabe su extraña relación.
-Pero no están emparentados- dijo Lauren.
-Pero igual es extraño.
-¿Y que dicen sus padres?- realmente todo este tema me estaba interesando.
-Ellos lo aprueban, si no dudo que anden por la calle y dentro del instituto de la mano y demás.
-Todos ellos son endemoniadamente guapos- protesto Lauren- menos mal que uno de ellos no esta emparejado.
-Si, al menos él esta disponible- rieron tontamente entre ellas.
-¿Quién?- pregunte, al parecer había uno mas.
-Es el mas atractivo de los tres chicos, su nombre es E….
-¿Pueden dejar de llenarle la cabeza de chusmerios a mi novia?- interrumpió Jacob, claramente molesto.
-Ella es la que quería saber- se defendió Jess.
-Solo dejen de hablar de ellos- dijo Jacob, lo vi demasiado enojado, no entendía por que, solo me estaban contando. El timbre sonó avisando que las clases se reanudaban, tire mi bandeja con comida y camine a mi siguiente salón, que era biología, compartía la clase con Mike, pero Jacob me acompaño, el cual lo note distante.
-Nos vemos después- dijo secamente y beso mi frente, realmente no entendía por que se comportaba así.
-¿Qué es lo que le sucede?- le pregunte a Mike una vez que Jacob se había marchado.
-No tengo la menor idea- dijo sinceramente mientras se encogía de hombros.
Entramos al salón, el profesor ya se encontraba ahí, acomodando unos papeles, me acerque a él.
-Tú debes ser Isabella Swan.
-Bella- corregí.
-Claro- tomo un libro de su escritorio y me lo entrego- con esto empezaremos a trabajar este año, puedes sentarte en aquella mesa- mire en dirección en la que había señalado y me encontré con el ser mas perfecto que podía existir.
Edward POV
Habíamos entrado al instituto nuevamente con Alice, todos nos miraban por la forma en la que caminaba con ella.
-Realmente son raros, todos están con todos-No pude evitar reírme.
-Siempre a donde vamos piensan lo mismo, no saben diferenciar un amor entre pareja que un amor fraternal- dijo Alice un poco molesta.
-Si yo fuera ellos, quizás pensaría lo mismo- dije entre risas, y ella se unió conmigo a las risas.
-Edward, lo lamento- dijo cabizbaja.
-¿Por qué?- no la entendía, hasta que leí su mente-
-No pude ver venir a Bella.
-¿Te lamentas por ello?
-Si, realmente lo siento- Alice se veía realmente triste, yo nunca le había pedido que me digiera cuando Bella iba a aparecer. Yo le prometí a ella que la buscaría, por mi mismo, no con ayuda de otro.
-No te debes preocupar por ello- paramos frente a su salón- me alegra saber que me estabas ayudando en eso.
-Eres mi hermano, sabes que te quiero y deseo tu felicidad- dijo abrazándome- me sentí tan feliz cuando la viste, creo que mareaste a Jasper de tanta felicidad, pero…-en ese momento ella pensó cuando Bella entraba de la mano de ese- ¡lo siento no fue mi intención hacértelo recordar!
-Lo se, Alice- palmeé su cabeza- es obvio que ella no me recuerda, y también es totalmente natural que se fije en otro.
-Pero no es justo, esperaste tanto tiempo…
-Eso no tiene nada que ver- la interrumpí- ella esta feliz, sana y viva de nuevo, eso me hace muy feliz, a pesar de que no puedo estar con ella.
-Pero Edward…
-Señorita Cullen ¿va a entrar?- pregunto el profesor que estaba detrás de nosotros, estábamos tan metidos en nuestra conversación que no nos dimos cuenta de su presencia- son unos niños extraños, todos ellos, incluyéndolo al Doctor- pensó el profesor, si supiera que tenemos mas años que él, además de que me pareció ofensivo su pensamiento hacia Carlisle.
-Viejo tonto, como si su pregunta sorpresa me fuera a tomar desprevenida- pensó Alice, había tenido una visión en donde el profesor le preguntaba, en modo de reprimenda por lo de ahora, un problema de cálculo y Alice obviamente contestaría bien- Enseguida profesor- gruño muy bajito, mientras entraba al aula. Yo reí y caminé hacia mi salón, ahora tenía biología, que materia mas aburrida.
Cuando llegue la encontré casi vacía, me senté no muy lejos ni muy cerca del pizarrón. Pensé en lo que había estado hablando con Alice, ella estaba pendiente del futuro de una persona muerta, solo para verme feliz y yo le había dicho que estaba bien con saber que Bella había renacido y estaba sana, pero lamentablemente eso no me hacia tan feliz, no por completo, yo la quería tener nuevamente en mis brazos, nuevamente conmigo…suspire pesadamente, despeinándome el cabello, tratando así alejar aquellos pensamientos. De a poco el salón se llenaba de alumnos que evitaban sentarse conmigo.
-Qué bonita que es Bella, lastima que este saliendo con el tonto de Jacob, pero…eso no me impide intentar conquistarla-que raro la mente del estúpido de Newton, él también había vuelto. De todos los que vivieron en el pasado ¿Por qué tenia que volver ese?
-¿Qué es lo que le sucede?- esa era la voz de Bella, la misma que mis oídos humanos habían escuchado, pero ahora que era vampiro, y mis sentidos estaban mas desarrollados, sonaba mucho mas hermosa. Ella estaría en la clase conmigo. No voy a negar que de solo pensar que la tendría en la misma sala me encantaba, pero… un momento, no puedo escuchar sus pensamientos, eso es extraño.
Bella entro al aula junto con Mike, quien cada vez tenía pensamientos más obscenos hacia ella. Nota mental, debo destruir a Newton, como sea. Bella se dirigió hacia el profesor. Me causo gracia cuando él la llamo por su nombre completo y ella le corrigió, sin duda seguía siendo la misma. Cuando le dijo que se sentara junto a mí, ya que las demás mesas estaban ocupadas. Ella se quedo mirándome unos segundo ¿Me habría recordado? ¿Por qué demonios no podía leerle la mente? Es tan frustrante.
Camino hacia mi mesa con paso vacilante, tropezó un par de veces con sus propios pies, definitivamente seguía siendo la misma. Pero todo cambio cuando su aroma me golpeo la cara.
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