viernes, 19 de noviembre de 2010

cap5-R

Capitulo 5: El regreso
La hora de Biología había sido de lo mas extraña. Primero me encuentro con un dios griego de cabello cobrizo en mi asiento contiguo. Al verlo mi corazón comenzó a latir con fuerza, como si hubiera vuelto a la vida, luego de esconder mi mirada de la vergüenza lo vuelvo a mirar y este me mira con una mirada cargada de odio ¡Como si le hubiera echo algo!. Me sentí molesta, frustrada, con ganas de partirle la cara con algo, de insultarle y pedirle explicaciones, pero el sentimiento que me llenaba en ese momento era un extraño dolor en el pecho, sentía que mi corazón se rompía, se oprimía, mis ojos se llenaron de lagrimas, pero no de rabia, mas bien de dolor, tristeza, era muy extraño.
Luego cuando pensé que no podía pasar nada más extraño en esa misma hora, cuando salgo del salón me los encuentro a Jacob y mi compañero de banco mirándose, extrañamente, feo, este último se tenso al sentir mi presencia y salio disparado hacia la salida.
Me quede mirándolo atónica, ¿Qué demonios le pasaba al tipo ese?
-Jacob, ¿se conocen?- pregunte mirando a mi novio que aun no quitaba la vista del chico.
-No- negó rápidamente y se giro para mirarme- Te extrañe- aunque sabía que era en parte cierto, también sabía que me lo decía para escaparse de su comportamiento. Entre cerré mis ojos, lo mire finito, no le conteste nada y camine hacia mi próxima clase escuchando los gritos de Jake a mi espalda, pero no le preste atención.
La clase de gimnasia fue la peor, nos toco jugar Voley, con mi pastosidad no le pegue ni una vez y la vez que la tocaba iba a parar a la cabeza de alguna de mis compañeras de equipo e incluso a otras que no lo eran. Recibí varios insultos y también amenazas. El timbre por fin sonó y salí disparada hacia los vestidores, me cambie lo mas rápido pude, no quería tener que lidiar con mis compañeras en el primer día de clases.
Corrí, nuevamente, fuera del gimnasio y en la puerta ya me esperaba mi novio, con una radiante sonrisa y brazos abiertos.
-¿Cómo te fue?- pregunto bastante animado, mas de lo que esperaba, eso solo significaba que era para burlarse de mi.
-¿Cómo crees que me fue?- me cruce de brazos y entrecerré mis ojos.
-De acuerdo, de acuerdo, entendí. No te enojes- me abrazo cariñosamente y me condujo hacia su camioneta.
Allí ya nos estaban esperando nuestros amigos, bueno, amigos de Jake. Pero en cuanto Jessica y Lauren me vieron se vinieron corriendo hacia mi.
-¿Es verdad que has tenido una clase con uno de los Cullen?- me pregunto Lauren entre asombrada y molesta.
-Si…
-¿Con cual?- pregunto ahora Jessica.
-No se su nombre, pero tenia el cabello color cobrizo y…
-¡Edward Cullen!- chillaron ambas sorprendidas.
En ese momento comenzaron a decirme algo, pero no les prestaba atención por que yo no me encontraba mas allí, mi mente divagaba por mis sueños, en donde me encontraba con el muchacho de la mascara y hermosos ojos verdes, pero había una diferencia, ahora ya no tenia mas una mascara, ahora tenia el rostro de mi compañero de clase, lo cual le encajaba perfectamente, lo único fuera de lugar eran sus ojos, que eran negros.
-…Bella- alguien me llamo, pero yo no respondía me encontraba ida por el muchacho de mis sueños- ¡Bella!
-¿Qué?- pregunte ahora molesta.
-¿Te encuentras bien?- pregunto Jake.
-Si- conteste- ¿Por qué?
-Por que estabas ida- dijo con preocupación en su voz.
-¿Quién no se sentiría ida sabiendo que tienes a Edward Cullen en tu clase?- cuestiono tontamente Jessica.
-Y que se sienta a tu lado- agrego Mike.
-¿¡En serio?- chillaron ambas de nuevo.
-Están dándole mucho crédito a un tipo totalmente extraño, que ni siquiera conocen- critico Tyler.
-Estoy de acuerdo con él- apunto Eric.
-Ustedes lo dicen por que Rosalie ni les da la hora- contraataco Lauren.
-¿Segura que estas bien?- me pregunto Jake en el oído haciendo que me distraiga de la tonta discusión.
-Si, estoy bien y lista para ir a casa- dije dedicándole la mejor de mis sonrisas.
-Eso mismo estaba pensando- me guiño un ojo-. Buenos nosotros nos vamos.
Sin decir más se subió a la camioneta y condujo rápidamente por las calles de Forks, hasta llegar a mi casa. Charlie aun no había llegado, ya que su patrulla no estaba en la calzada de la casa.
Jake apago el motor del auto y se acomodo en su asiento para mirarme con expresión seria.
-¿Qué pasa?- pregunte acomodándome para quedar de frente a él.
-Bella, se que va a sonar raro, pero…-se rasco la cabeza-. No quiero que te acerques a los Cullen- murmuro con la cabeza gacha.
-¿Cómo?
-Que no quiero que te acerque a los Cullen- dijo un poquito más fuerte.
-¿Por qué dices eso?- pregunte sorprendida, Jake nunca me decía semejantes cosas.
-Ya te dije que ese tipo me cae mal, tengo un mal presentimiento con él- se rasco la cabeza en forma de nerviosismo.
-Tiene que haber alguna razón por la que te sientas así.
-Es una razón que no te puedo contar….aun- dijo en voz baja, tanto que me costo escucharlo-. Pero te prometo que en algún momento te lo contare- me aseguro tomando mis manos y dándoles un suave apretón.
No conteste nada y me dedique a mirar nuestras manos, todo ese tema me estaba sumando muchas preguntas en mi cabeza….
-Jake…¿estas celoso?- pregunte sin dejar de mirar nuestras manos, hasta que una carcajada me obligo a mirarlo. Levante mi vista y lo encontré riendo con la boca bien abierta y su cabeza hacia atrás, pasaron varios minutos y aun no paraba de reírse-¿Puedes dejar de reír y contestarme?
-Lo siento, amor- se seco las lagrimas de sus ojos, aun soltando algunas risitas entre dientes- es que… ¿Parezco celoso?
-Es una de las opciones mas cercanas que tengo por las que reaccionarias de esa manera, al no dejarme acercar a los Cullen.
-Para nada- se acerco a mi y me beso- no me sentiría menos que ese…- apretó los dientes tanto que hasta rechinaron.
-De acuerdo, entiendo. Me contaras cuando estés preparado- aunque realmente no sabía de que tendría que estar preparado para contarme lo que tuviera que contarme, pero todo ese tema me estaba cansando y mas cuando no entendía.
-Gracias.
-Bueno, nos vemos mañana, tengo tarea por hacer y también la cena de Charlie- me acerque e intente darle un beso en la mejilla pero me atrapo por la cintura y me beso en los labios con pasión y urgencia.
-Me moría por hacer esto en la escuela- susurro una vez que nos separemos.
Como siempre me sonrojaba como un tomate y tartamudeaba un tonto adiós, siempre me perturba cuando hace ese tipo de cosas, creo que es una de las tantas cosas que me enamoraron de Jake.
Entre a casa cerrando detrás de mi la puerta, me apoye pesadamente y solté un pesado suspiro había sido un día muy largo y muy extraño. Subí corriendo las escaleras y me metí en mi habitación, tire mis cosas y me eche en la cama cansadamente.
Mi mente viajo hacia mis sueños y hacia lo que había vivido en las últimas horas, pensando en ello me dormí y soñé de nuevo con mi príncipe de ojos verdes y el rostro de Edward Cullen.
EDWARD POV
No sabía con exactitud cuanto tiempo llevábamos afuera y besándonos, sabia que el aire se estaba poniendo frío pero no me importaba morirme de frío con tal de estar con ella más tiempo. La abrase más fuerte para que al menos ella no sintiera el frío.
-¡Bella!- grito una voz desconocida para mí, pero al parecer conocida para ella, ya que se separo de mí de un empujón, buscando frenéticamente a esa persona, en sus ojos se podía apreciar el miedo, corrijo, el pánico.
-¿Qué sucede?- pregunte en un susurro, acercándome a ella, se giro rápidamente para mirarme.
-¡Escóndete, por favor!- me urgió, empujándome hacia los arbustos, cuando intente reaccionar unos pasos se escucharon cerca, ella corrió y fingió estar sentada en el banquillo, donde la había conocido.
-¡Bella!- grito de nuevo una voz gruesa y áspera. Bella se giro levemente para mirarlo- ¡¿Qué rayos haces aquí?
-Estaba tomando un poco de aire- contesto despreocupada pero con una pizca de miedo en su voz.
-Hace rato que te estoy buscando- sentencio el hombre- El joven Newton desea bailar contigo, y él también lleva tiempo buscándote.
-Lo siento mucho padre, sabes que este tipo de fiestas no me agradan, pero tampoco era mi intención molestarte- dijo con voz temblorosa y creo que esta vez no era por el miedo, mas bien era por el frío que estaba haciendo.
-Ahórrate tus comentarios y ven ahora mismo conmigo, no quiero que me hagas quedar mal con semejante familia- le tomo bruscamente del brazo, obligándola a levantarse a trompicones, hizo un gesto de dolor, pero no lo manifestó en voz alta.
La ira me invadió y estuve a punto de saltar a golpear a ese hombre, como si atrevía a ponerle un dedo enzima, a lastimarla, me importaba muy poco que fuera su padre. Pero ella se giro a mirarme con el miedo impregnado en sus ojos color chocolate, articulando sus labios la palabra "no". Me quede inmóvil sin poder hacer nada, por un momento pensé que de mis pies habían crecido raíces uniéndome al suelo, pero por suerte mi congelamiento no duro mucho.
-Hola Edward-genial, la persona, bueno, la vampira que tenia gana de ver en ese preciso momento
-Hola Tania- salude sin ganas, sin siquiera mirarla. Pero esta claro que para ella fue como una invitación.
-¿Qué haces?- preguntas tontas, eran las que siempre hacia ella, tan huecas como ella.
-Mirando el cielo- conteste por pura y exclusivamente cortesía
-Que hermoso se ve bajo el manto de la noche- de acuerdo, una de las cosas que mas me molestaba de estar cerca de Tania, era por sus obscenos y repetitivos pensamientos.
-¿A que has venido?- mi tradicional modo de educación se estaba yendo a la basura, pero debía encontrar otra cosa en la que escuchar que no sean sus pensamientos.
-Quería estar contigo mas tiempo- se acostó en mi pecho, trazando figuras con su larga uña- desde que llegaste te la has pasado en este lugar, ni siquiera has hablabado conmigo ni nada-Levanto levemente la cara para mirarme- me pregunto como puede aguantar tanto a mis encantos, claramente soy irresistible y ningún hombre se me niega, pero él es la excepción, ¿será que tengo que persuadirlo mas…?
-Escúchame un momento- le urgí, tomándola por los hombros y obligándonos a sentarnos- vine aquí por que necesito pensar, no para estar contigo, de echo siempre te he mencionado que no quiero nada contigo ni con otra vampira ni mujer, que no sea Bella- le aclare como las tantas veces que lo había echo.
-¿Aun sigues con eso?- pregunto claramente irritada cruzando sus brazos y haciendo un puchero- ¿Hasta cuanto piensas esperar a esa humana?, ella nunca volverá a ti, y tu debes de asimilarlo y buscar otra cosa mejor-bien, eso me termino irritando.
-Vine hasta aquí solo para pensar en que haría, no en busca de tus opiniones y lo que pienses, así que si no te retiras tú, me iré yo- dije mientras me ponía en pie y caminaba hacia otro lado, con tal de estar solo.
-No te hagas problema Edward, me la llevare y esta vez definitiva, no dejaremos que te moleste- era Kate, que esta entretenida con el berrinche que estaba haciendo su hermana.
En menos de lo que espere escuche a Tania gritando blasfemias hacia su hermana, volví a echarme en la hierba y viajar a mi tan querido pasado.
BELLA POV
Un hombre extraño me llevaba del brazo adentro de una enorme mansión, arrastrándome, yo miraba cada tanto detrás de mí buscando a alguien, pero no encontraba a nadie y eso hacia que me sintiera triste.
-¿En donde estaba?- pregunto una voz femenina alterada.
-En los jardines de atrás, "tomando aire"- enfatizo el hombre imitando una voz femenina, que supuse que era la mía.
-Esta mocosa, siempre dando problemas- me miro irritada la mujer- ¿Sabes que te esta buscando un hombre de mucho dinero?- me pregunto, me estremecí y sacudí mi cabeza- ahora te quedaras aquí, mientras le busco para que bailen- se alejo a paso apresurado y se perdió entre el gentío.
-Acomódate las ropas, estas desarreglada- me regaño el hombre, le obedecí inmediatamente- ¿Por qué tus labios están tan hinchados?- me sujeto del mentón con una de sus manos, con mas fuerza de la necesaria, escrutándome con la mirada.
-De seguro es por el frío que hace- por alguna razón me sentía incomoda por el comentario, pero me sentía obligada a mentir.
-De acuerdo, ya hable con el joven Newton, esta esperándote en la pista de baile- dijo alegremente, y sofocada, la mujer de cabello caoba, me tomo del brazo y me arrastro hacia la pista.
El pánico me invadió cuando vi a tanta gente bailando y mirando a los bailarines que giraban sin parar por la amplia pista. Un joven de cabello rubio rodeado de otros jóvenes, reía fuertemente.
-Ese es tu hombre- señalo la mujer en mi oído- espera a que venga hacia ti, suerte y no lo estropees- me dio un leve empujoncito mientras se marchaba deteniéndose a una distancia a la cual podría mirarme.
El joven al otro lado de la pista me miro unos segundos y al parecer me reconoció, por que en su rostro su sonrisa se ensancho, dijo algo a sus amigos y comenzó a caminar hacia mí a paso decidido, sentí como la sangre se acumulaba en mis cachetes, las manos comenzaron a sudarme y temblar. Cada vez estaba mas cerca, cerré mis ojos fuertemente esperando el momento pero…
-¿Me concederías esta pieza?- una vos aterciopelada llamo mi atención, levante mi rostro rápidamente para ver de donde provenía, un joven alto, de cabello cobrizo, hermosos ojos color verde y una seductora sonrisa, me estaba ofreciendo una de sus manos.
Le mire atónica, pero mis labios poco a poco se fueron estirando formando una sonrisa, mi cuerpo se relajo completamente y con un suspiro pronuncie el mas hermoso de los nombre…
-Edward…
El molesto sonido del despertado estaba sonando en mi oído, sacándome a empujones de mi hermoso sueño. Tome el pequeño aparato entre mis manos y lo avente contra la pared, el aparato se destruyo, cayendo al suelo echo añicos.
Volví a acomodarme en mi cama para retomar el hilo del sueño, pero en ese momento Charlie entro en mi habitación.
-Ganaste la batalla con el despertador, pero no la guerra conmigo- anuncio burlonamente mientras intentaba quitarme las sabanas-. Levántate, Jake vendrá pronto- Salio de mi habitación saludándome y deseándome un buen día.
Me acomode boca arriba y cerré mis ojos, visualizando la ultima escena de mi sueño, una sonrisa se curvo mis labios, ahora los sueños tenían mejor sentido ya que estaba él, en ellos.
Hacia una semana que tenia ganas de ver a mi compañero y entablar algún tipo de conversación, pero él no venia, hasta había escuchado que no iba a volver mas, se decía que no volvería mas y no podía desmentir que cada vez que escuchaba eso o miraba el asiento contiguo al mío de la clase de biología, mi corazón, extrañamente se encogía y la depresión se apoderaba de mi…
Una bocina sonó a lo lejos, haciendo que saltara de la cama por el susto, me incorpore y comencé a vestirme a toda velocidad ¿hacia cuanto tiempo estaba acostada en la cama? Baje corriendo las escaleras, intentando no empezar el día en un hospital, y salí al frío y húmedo afuera. Allí me esperaba Jacob como siempre con una sonrisa enorme en sus labios.
-Buenos días- me saludo con un beso, como siempre.
-Buenos días- respondí, mientras le correspondía el beso.
Las cosas con él se volvían cada vez mas monótonas, en cierto modo me estaba aburriendo, ya casi no me emocionaba por verlo al día siguiente, tenia mi cabeza por cualquier lado menos en mi novio y era natural que eso no estaba bien.
-¿En que piensas?- cuestiono curioso y un tanto enfadado.
-En nada, ¿Por qué lo preguntas?- inquirí
-Hace días que pareces distraída, es como si tu mente estuviera en cualquier lado, es…como si te estuvieras distanciando- su voz se iba apagando a causa de la angustia, una angustia que nunca había visto en el, y mucho menos provocada por mi, eso me hizo sentir demasiado mal.
-Lo siento tanto, Jake- me acerque a el y tome una de sus grandes manos, mas no podía hacer dentro del coche- es verdad que tengo mi cabeza en cualquier lado, pero no mi corazón- en cierto modo era verdad , pero no podía contarle mas de lo que me estaba pasando, de mis extraña obsesión por mis sueños y encontrar el significado de ellos.
-¿Y que es lo que siempre piensas?- apretó mi mano, sin quitar la mirada de la carretera.
-Es… que…- no sabía si decirle la verdad o no y ¿si se enfadaba con lo que le decía?- tengo unos sueños raros, como pesadillas, y me tienen un tanto intrigada por saber que son- mentí y dije la verdad a la vez.
-¿Pesadillas?- pregunto mirándome con incredulidad y alivio en sus ojos- ¿y de que tratan tus pesadillas?
-No las recuerdo…- mentí de nuevo, bajando mi vista hacia nuestras manos, cada vez me sentía peor, odiaba mentir y mas a Jacob.
-¿Entonces como sabes que son pesadillas?- me pregunto.
-Es que es esa la sensación que tengo cada vez que me despierto, además de hacerlo agitada y temblando- era increíble como las palabras fluían de mis labios, haciendo que la mentira fuera cada vez mas realista y él se la creía.
-No debes prestar atención a esa clases de sueños, no es algo por lo que tengas que desperdiciar tiempo de tu vida en sueños surrealistas- me alentó con palabras sabías, pero en mi interior sabía que no iba dejar mis sueños, por nada ni por nadie.
Llegamos al colegio donde, como siempre, nos estaban esperando nuestros compañeros, definitivamente la rutina se estaba haciendo la misma y eso se estaba volviendo aburrido.
-Hola, Bella- me saludo Ángela, alegre y tímida.
-Hola- salude contenta de verla.
Caminamos hacia nuestras clases y como siempre Jake se despedía con un beso en las puertas de mis clases. La mañana trascurrió sin nada novedoso, pero hoy mi corazón se sentía un tanto inquieto, como si estuviera esperando encontrar algo o a alguien, lo ignore y seguí con mi aburrido día.
-¿Bella?- la voz de Jacob y la sacudida de mi hombro me hizo entrar en razón.
-¿Si?- pregunte aun un tanto distraída, mientras Jacob sacudía la cabeza y murmuraba algo que no logre entender.
-El almuerzo termino- me comunico.
Como autista camine hacia mi salón, con alguien al lado, pero no preste atención, poco a poco avanzaba por el corredor mi corazón se inquietaba mas.
Me di vuelta para darle un beso a Jake, cuando le mire la ira estaba escrita en su cara, sus manos se apretaron y murmuro entre diente "volvió", pero lo dijo tan bajito que no se eso era lo que había dicho, me saludo y se fue dando grandes zancadas por el pasillo.
Me le quede mirando un rato, hasta que alguien carraspeo a mi lado, me gire y me encontré con el profesor, que me estaba mirando mal, sonreí tímidamente y entre al salón.
Mi corazón dio un vuelco enorme cuando mis ojos enfocaron mi mesa, latía tan fuerte y rápido que daba la sensación de que se desprendería de mi pecho, amenazaba, por lo menos, con quebrarme una costilla, los oídos me zumbaban, pero la alegría que experimente en ese momento, nunca la había sentido antes.

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