viernes, 19 de noviembre de 2010

cap12

Capitulo 12: Solo amigos
BELLA POV
-Nos vemos en la noche- se despidió Edward.
-¿Edward?
-¿Si?
-¿Te importaría soltarme?- mire su mano fuertemente agarrada de mi cintura.
Se había despedido unas diez veces, y siempre era lo mismo, se despedía y me besaba. Pero antes de que me marchara volvía a besarme, me estaba mareando y claramente diciendo que no quería que me fuera.
-Debo hablar con Jake- le dije apoyando mi mano en su mejilla.
-Lo se…pero…- sacudió la cabeza y me miro con ojos tristes.
-Solo será aclarar las cosas, los malos entendidos y dejar en claro a quien amo.
-No me preocupa eso, Bella- suspiro y se sentó en los escalones de la entrada-. Me preocupa que pueda hacerte algo.
-Jacob no me ara nada- dije completamente convencida.
-Yo no vi lo mismo aquella noche en la que te empujo- gruñó entre dientes mientras apretaba los puños.
-En ese momento no era él- trate de explicarle, aunque claro debía reconocer que Edward tenía un poco de razón.
-No quiero volver a perderte- su voz se desvaneció con la brisa de la tarde.
Me entristecí al escucharlo, a Edward realmente le preocupaba que me volviera a pasar algo y el no estar a mi lado para protegerme. Pero yo estoy completamente segura de que mi amigo no me haría nada. Me acerque a Edward, saque sus manos de su cara, me senté en su regazo y moví sus manos para que me abrazaran.
-Ya nada nos separará de nuevo- le asegure mirando sus bellos ojos dorados.
-Lo se, lo se- me abrazo con fuerza-. Te amo tanto, Bella.
-Y yo a ti- acaricié su cabello y lo bese.
Nos quedamos así durante un rato, no se que cosas pensaba Edward, pero yo pensaba en como habaría con Jake, la última vez le había lastimado y ahora…lo lastimaría peor.
-Debes irte- susurro contra mi cuello.
-¿Me estas echando?-le mire sonriendo arqueando una ceja-. Pensé que no querías que me fuera…
-Si fuera por mí te encerraría, con candado, ahora mismo en mi habitación- me guiño un ojo y yo sentí mis mejillas arder.
-Lo estas diciendo con doble sentido- le reproche.
-Te amo- busco mis labios con los suyos y los beso con suavidad y adoración.
.
Después de la despedida corta. Edward le pidió a Alice que me llevara a la línea fronteriza del tratado, que aun no tenía ni idea de que trataba eso. Edward se quedo mirando por la ventana de la sala, lo cual fue algo cómico, ya que parecía un perrito en adopción. Alice acepto gustosa y se carcajeo un rato largo de la cara de su hermano
-Hasta aquí llego yo-canto la enana mirándome con una enorme sonrisa.
-¿Qué eso de la línea divisoria y tratado?- pregunte curiosa al no entender absolutamente nada.
-Jacob te lo contara en cuanto le preguntes- se encogió de hombros-. Si te cuento ahora perderás tiempo conmigo y eso te haría perder tiempo con Jacob y pondrías a Edward más ansioso de lo que esta…
-Ok, ok entendí- levante las manos y salí del auto antes de que siguiera con su treta.
La escuche reír, me gire para saludarla ella me salud con la mano y salió volando por la calle de nuevo a la mansión Cullen. Tome una buena bocanada de aire y lo largue todo lentamente, luego obligue a mover mis piernas hacia la pequeña y humilde casa de Jacob.
Iba lo más lento que podía, aun no sabía que demonios hablar con él o si él iba a querer hablar conmigo… ¿Y si me cerraba la puerta en la cara? ¿Y si no quería volver a verme en toda su vida? ¿Habría perdido a mi amigo? Todas esas preguntas no tenían respuestas y me hacían sentir peor, en cierto modo lo había traicionado y engañado, pero era algo de lo que yo no podía escapar o enfrentar.
Amaba a Edward, lo amaba con toda mi alma y estaba segura que no habría nadie como él en mi mundo, pero… ¿Y Jacob? ¿Qué pasaría con todo este tiempo saliendo y diciéndole "te amo"? ¿Cómo se sentiría él?
-¿Bella?- su voz ronca y sorprendida me llamo desde mis espaldas.
Al principió quede congelada en mi lugar, no me atrevía a mirarlo a encararlo. Pero debía hacerlo, debía afrontar todo esto y decirle la verdad, terminar bien. Tome aire y gire lentamente, como había predicho en su voz, me miraba sorprendido, demasiado.
-Jacob yo…- no pude terminar ya que unos enormes brazos me rodearon y apretaron hasta que me quitaron la respiración.
-Oh, Bella- gimió estrechándome aun más-. No sabes lo feliz que me haces verte aquí.
-Jake…respiro…-jadeé ya sin aire en mis pulmones.
Le escuche reír sonoramente, luego me deposito en el suelo y me miro con alegría, sus ojos brillaban. La culpa se tiro pesadamente sobre mis hombros, hasta creo que me incline un poco hacia delante por el peso. Jacob me miro otro segundo y luego su semblante cambió considerablemente.
-Lamento haberte mentido, de verdad, lo siento- dijo atropelladamente mientras miraba hacia otro lado.
-Yo…no tengo que disculparte nada, Jake- dije y él volvió su mirada, ahora, incrédula.
-¿Cómo?
-No puedes andar por el mundo diciendo tus secretos- me apresure a decir-. La gente creerá que estas loco y se volvería un pánico el que te trasformaras….
-¿Te asuste aquella noche?- pregunto más para si mismo.
-No voy a negarlo- ahora yo huí de su mirada.
-Creo que tu chupasangre te debe haber dicho lo impulsivos que somos los licántropos- medio gruñó.
-Sobre todo si él no esta aquí conmigo…
-¡Ellos no pueden quebrar el tratados!- grito furioso, asustándome provocando que por instinto retrocediera unos pasos.
Jake me miro contrariado por mi reacción.
-Lo siento- susurro apenado-. Me comportare.
-No estoy acostumbrada a esto- confesé, algo que no había hablado aun con Edward.
-Lo lamento- se volvió a disculpar.
-Ya deja de decir eso.
Comencé a caminar nuevamente, ahora hacia el lado donde estaba la playa, fue una indirecta para que me siguiera. Callado, lo hizo, me siguió.
Desde la última vez que lo había visto me parecía enorme, ahora, me parecía un gigante. Sus brazos eran del tamaño de un tronco de árbol, su pecho bien definido y marchado parecía del tamaño del capó de mi viejo Chevy. Me había percatado del calor que emanaba su cuerpo cuando me abrazo, su calor traspaso las gruesas capas de ropa que yo traía.
-Creo adivinar a que se debe tu visita- murmuro roncamente.
Lo mire sobre mi hombro, él miraba el mar, con sus manos enfundadas en los bolsillos de sus desgastados jeans, sus hombros resaltaban por la posición en la que estaba.
-¿Y a que es?- sondeé.
-Estas andando con ese…vampiro- su mandíbula se tensó al prenunciar la última palabra. Pero lo que me sorprendió es que se diera cuenta.
-No vine solamente a eso- deje de caminar y lo enfrente.
-¿Hay más?- arqueó una ceja.
-Jake…
-Ahórrate todo eso de que has dejado de amarme, que no fue tu intención hacerlo, que no mandas al corazón y todas esas chácharas cursis, Bella- dijo fríamente.
Estaba tan cambiado ¿tanto lo hacía dañado para que se comportara de esa manera conmigo? Lo mire extrañada y con dolor, yo había provocado esto…
-Lo he sabido desde que lo olí aquella noche en tu habitación- se agacho para tomar una piedra de la arena-. Ahora su asqueroso aroma esta impregnado en tu cuerpo, ropa, cabello…todo- tiro la Piera al mar y esta salto tres veces en la superficie antes de hundirse.
-Lo siento- que irónico, ahora era yo la que pedía disculpas.
-¿Qué puedo hacer? Nada- volvió sus ojos a los míos-. Y supongo que esta bien- sonrió con amargura.
Sin decir mas nada, dejándome completamente anonadada en mi lugar, camino hacia un tronco que estaba tirado en el suelo. Me sonrió y palmeo el lugar a su lado, dándome a entender que quería que me sentara.
Como pude moví mis piernas y obligue a mi cuerpo a sentarse a su lado. Nos quedamos mirando el mar, las olas golpear la orilla y las gaviotas revolotear en círculos sobre el agua, buscando su presa.
-Yo…creo que esta bien que te hayas enamorado de otro Bella- susurro sin mirarme, yo le mire sorprendida por sus palabras y por un minuto Jacob me pareció de muchos años-. Yo no voy a poner amarte como se debe, ahora lo hago…pero cuando llegue ella no podré seguir sintiendo lo mismo y me perturbaría de sobremanera que sufrieras por mi culpa.
-¿Ella?- cuestione confundida.
-Nosotros los licántropos nos imprimamos con una mujer a la que vamos a amar por el resto de nuestro tiempo- me miro con melancolía y vio que no entendía de que hablaba, por lo que siguió explicando- ¿Recuerdas a Sam?- me pregunto y yo asentí-. Él estaba saliendo con una chica que se llama Leah, un día llego una prima de ella a la reserva y Sam…se enamoro de ella apenas la vio.
-¿Cómo amor a primera vista?- pregunte entre divertida y sorprendida.
-Más fuerte que eso- me sonrió-. Es algo que no podemos expresar con palabras y de lo que no podemos escapar, ninguno- tomo un palito de entre la arena y se puso a garabatear en ella.
-¿Tu…?- inquirí moviendo mis manos expresando que siguiera.
-No, aun no- se encogió de hombros-. Si fueras la indicada ahora estaríamos juntos.
Nos quedamos callados durante no se cuanto tiempo. Todo era tan extraño, y solo había pasado en cuestión de segundos, la verdad sobre los seres mitológicos, las reencarnaciones, el amor sin barreras, todo era tan extraño…
-Así que…. ¿tu y el vampiro se conocían de antes?- preguntó un poco mordaz.
-Si.
-¿Del pasado?
-Sip- asentí con la cabeza-. Extraño.
-Ni que lo digas.
-¿Entonces… somos amigos?- le mire con un poco de miedo.
-Solo amigos- sonrió abiertamente y paso un brazo por mis hombros.
Luego no hubo más palabras, solo el sonido del viento y las olas…
.
EDWARD POV
Me encontraba caminando como un loco por toda mi habitación, las horas pasaban y no había recibido siquiera una llamada de Bella. Estaba sumamente preocupado ¿Y si le paso algo? ¿Y si ese estúpido perro la había lastimado? ¿Y si con la suerte y torpeza que tiene Bella, ahora se estaba hundiendo en el mar?
-¡Edward!- grito Jasper de abajo- ¿Quieres tranquilizarte?
No respondí.
-¡Tus malditas zapatillas me están por dar jaqueca!- grito Emmett.
-No puede darnos jaqueca- contradijo Carlisle.
-Ya salto el doctor de la familia.
Ignore los comentarios, peleas, que se estaban formando desde abajo. No aguante mas, eran las nueve de la noche y yo estaba por hacer un agujero en el suelo de tanto caminar. Sin siquiera decírselo a nadie, salí por la ventana y corrí a toda velocidad a la casa de Bella.
En segundos me encontré trepando por su ventana, por cierto su luz estaba apagada. Entre y busque por todos lados algún indicio de que estuviera en casa, pero antes de que me diera cuenta la puerta se abrió por completo, se encendió la luz y todo mi mundo estuvo de pies cuando la vi entrando con una toalla en su cabeza y el teléfono inalámbrico en la mano.
Alzo la vista y pego un grito cuando me vio. Genial…ahora Charlie estaba subiendo las escaleras corriendo. Me escondí en el armario cuando su padre entro todo agitado a la habitación.
-¿Qué?- cuestiono al no ver a nadie.
-Eeeh… ¡Una araña!- grito Bella.
-¿Dónde?
-¡Ahí, ahí! ¡Era enorme, papá!- volvió a gritar y tuve que tapar mi boca para sofocar una carcajada.
-¿Ahí donde, Bella?- Charlie se estaba exasperando por el mal trago que Bella le había dado.
-¡Ahí, ahí!- grito y señalo una mancha oscura en el suelo, al lado de su mesa de noche.
Charlie se acerco a la mancha y comenzó a reír a carcajadas, yo a este punto no podía aguantar más la risa.
-¿Esto?- levantó un calcetín negro de Bella.
-Oh- murmuro y se sonrojo furiosamente.
-Antes de gritar, y causarme un infarto, acomoda tu ropa- aconsejo y se marcho riendo aún.
Bella soltó un suspiro y cerraba la puerta mientras yo salía del armario y me sentaba en la cama, la risa se había esfumado y mi enojo salió a flote…
-¿Por qué me miras así?- pregunto apoyada en la pared.
-¿Por qué no me llamaste cuando te lo pedí?- me crucé de brazos y espere a que ella contestara.
-Estaba por hacerlo- levanto el teléfono del suelo y lo sacudió mostrándomelo.
-¿Hace cuanto estas aquí?- volví a interrogar.
-De hace…media hora…
-¿Y por que no me llamaste?
-Acabo de llegar…
-No es cierto, hace media hora que lo hiciste- me pare de la cama y camine en círculos por la habitación, igual como en mi habitación- ¿Sabes lo preocupado que estaba sin tener noticias tuyas?
-Edward, estas exagerando- dijo con simpleza y se sentó en la cama a secar su cabello.
-Lamento estar enamorado de ti y preocuparme por que estas el lado de un animal poco controlable- argumente enojado.
-Solo me di una ducha y estaba por llamarte cuando me diste un susto- se puso de pie y me encaro-. Estoy perfectamente bien al lado de un animal irrazonable, no me ha hecho nada.
-¿Tanto te costaba haberme llamado cuando llegaste?- la mire seriamente- ¿Era mucho trabajo tomar el estúpido teléfono, marcar mi número y decir "Idiota, estoy en casa, sana y salva"?
Bella me entrecerró los ojos y se cruzo de brazos.
-¿Sabes? Cuando te tomes una pastilla y te tranquilices, subiré- tomo la toalla y camino hasta la puerta-. Ahora estas insoportable.
Cerró la puerta de un portazo y me dejo plantado en medio de su cuarto. Era increíble que no me hubiera movido para impedírselo, pero el "estas insoportable" me había dejado afectado y cuando quise detenerla ella ya se había marchado.
Gruñí por lo bajo y destroce una de las almohadas de Bella. Volví a caminar por el cuarto e intente contar hasta diez. Realmente no entendía la reacción de Bella.
Yo era el que debía de estar molesto, enojado, no ella. Me senté en la cama y suspire pesadamente mientras me calmada un poco, mientras tanto escuchaba la conversación de Bella y Charlie.
-¿Qué haces aquí?-pregunto su padre- Quiero decir, no es que me moleste, para nada, solo que dijiste que te irías a dormir.
-Nada. Solo cuarto esta un poco sofocado- bufó y se cruzo de brazos viendo la tele.
-¿Y por que no abres la ventana?-pregunto Charlie.
-Ya la abrí, pero tengo el cabello mojado, me enfermaré- se encogió de brazos y fulmino con la mirada al partido que estaban pasando.
Charlie la miro extrañado y luego volvió su atención a la pequeña pantalla. No aguante tome mi celular y marque el número de la casa de Bella.
-¿Quien podrá ser a esta hora?- pregunto Charlie mientras se levantaba.
-No se- estaba seguro de que Bella estaba más que segura de quien era, pero no me iba a atender.
Charlie cruzó el umbral de la puerta del comedor y yo ya me encontraba al frente de Bella, ni siquiera me miro…
-¿Hola?- atendió Charlie y yo corte.
-Ya estoy más calmado, hablemos- le pedí acuclillándome a la altura de sus rodillas.
-¿Seguro no quieres mas tiempo?- me miro, estaba enojada muy enojada.
-Me portare bien- acaricié su mejilla antes de que Charlie entrara al living.
-Que extraño, me cortaron.
-Buenas noches, papá- saludó Bella con un beso en la mejilla y comenzó a subir las escaleras.
-Buenas noches, hija- se despidió Charlie completamente aturdido por las reacciones de su hija esa noche.
A los pocos segundos Bella estaba dentro de la habitación, aun un poco sombría. Cerró la puerta y se recargo en ella mirándome penetrantemente. Suspire y me acerque a ella, se rehusó al principio, pero se dejo envolver por mis brazos.
-Lo siento- susurre contra su cabello, mientras ella me correspondía.
-No te llame apenas llegue por me metí a bañar- explico contra mi pecho-. Jacob dijo que ustedes tienen los sentidos muy desarrollados, que su aroma te molestaría, por eso decidí bañarme, solo iban a ser unos minutos…
La acalle con mis labios, no podía creer lo que me estaba diciendo. Ella se estaba bañando para que el olor a perro desapareciera de su cuerpo, solo para mí comodidad.
Pase mis manos por si cintura y la acerque aun más a mí, sintiendo su tibio cuerpo temblar bajo el mío. Sus manos se enroscaron en mi cuello y su lengua delineo mi labio inferior, sin siquiera pensarlo, abrí mi boca concediendo permiso. Nuestras lenguas se fundieron en un baile erótico y tierno al mismo tiempo. Me separe de ella cuando sentí que sus piernas flaqueaban.
-Te amo- confesé apoyando mi frente en la suya.
-Y yo a ti- dijo un poco agitada.
-Y… ¿Qué hablaste con Jacob?- pregunte acariciando su espalda.
-De muchas cosas- se encogió de hombros-. Me explico muchas cosas que ahora entiendo.
-¿Cómo el tratado?- delineé su cuello con mi nariz, sonreí complacido al sentirla estremecer.
-Y…y la… imprimación- tartamudeo dulcemente
-¿Acepto tus sentimientos?- bese su vena sonora y húmedamente. Jadeo sobre mi oído-¿Bella?- la llame cuando no me contesto.
-¿Si?
-¿Jacob Black acepto tus sentimientos?- la había deslumbrado.
-Mmm… supongo que si- suspiro tristemente, por lo que pare mi juego.
Me separe un poco de ella para verla, su semblante estaba triste y serio, me preocupe por lo que pudieron haber hablado con el perro. Pero sobre todo, me molestaba y estaba comenzando a odiar el no poder leer sus pensamientos.
-¿Qué paso?
-Jake dijo "solo amigos", pero…- sus hombros se encorvaron hacia delante y miro seriamente al suelo-…yo no le creo.
-Él te ama- levante su cara con mis dedos-. Es obvio que no va a aceptar solo eso, Bella.
-No quería lastimarle, era lo último que querría hacerle y… se lo hice- sollozo.
-Amor…- no supe que decir, solo la abrace.
No podía decir que entendía a Jacob, por que no era así, jamás le entendería. Lo único que nos mantenía como iguales era el hecho de amar a Bella con locura, pero él sabía que su tiempo de ser licántropo llegaría y las cosas con ella no serían las mismas. Había leído en su mente hace unas semanas a tras el por que había llegado a la casa de Bella, antes de que se desatara la pelea entre nosotros.
Él venía a despedirse de Bella, la iba a dejar a pesar de amarla. Él sabía que ella no sería su amor para siempre como hubiera querido y si seguía con Bella algún día la lastimaría y la dejaría destrozada como Leah.
-Las cosas son mejor así, Bella- le susurre.
-Las cosas para mí han salido de lo mejor, pero él…- me abrazó con fuerza.
-Él tendrá su momento- consolé.
Luego de eso, Bella no dijo mas nada, solo se limito a llorar. La había cargado y llevado hasta su cama donde estaría más cómoda. No quiso separarse de mí y yo menos, por lo que pasamos varias horas abrazados.
Su respiración y ritmo cardiaco habían disminuido por lo que supe que estaba dormida, la separe un poco y la recosté en su cama pero ella abrió los ojos, rojos e hinchados…
-Lo siento ¿te desperté?- pregunte acariciando su sonrojada mejilla.
-No- susurro-. Estaba despierta.
-Pensé que estabas dormida- confesé.
-No creo poder dormir- suspiro y paso un brazo por sus ojos.
-Aun estas preocupada por eso.
-Ahora estoy más calmada- saco su brazo y me sonrió débilmente-. Gracias.
-Bella…-le estaba por reprochar que conmigo no tenía que fingir, pero se adelanto a contestar.
-No puedo hacer nada por él, solo espero que su sufrimiento termine pronto- se sentó y rodeó mi cuello con sus brazos.
Me beso con dulzura y suavidad, le correspondí de inmediato rodeando su delicada cintura. Las cosas perdieron la inocencia cuando entre en su boca. El beso se volvió demandante y apasionado. Lentamente la volví a acostar en la cama, colocándome sobre ella, separando sus piernas para poder colocarme sobre ellas. Bella acarició mis hombros y mi espalda con dedos temblorosos pero excitantes.
Deje de besar sus labios para poder besar su cuello, donde lo lamí y bese a mi antojo sintiendo la temperatura de su cuerpo subir y creo que del mío también. Recorrí con mis manos el contorno de su cuerpo deleitándome de los gemidos de mi amaba. Su cuerpo se ondulaba bajo el mío, pegando nuestras caderas de modo delicioso.
Sus temblorosos dedos se metieron entre nuestros cuerpos y comenzó a desabotonar mi camisa, podía sentir sus delicados, suaves y calidos dedos tocar mi fría piel. Quería detenerla, decirle que esto no estaba bien, que ahora no, que podía lastimarla… Pero no encontraba la fuerza para hacerlo.
Deseaba a Bella y la haría mía de nuevo. Ahora.

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