viernes, 19 de noviembre de 2010

cap13-VTOM

-Capitulo 13-
BELLA POV
Una vez que la casa estuvo ardiendo en llamas, el plan había sido activado. No esperamos mucho para que aparecieran los Cullen. Habían rodeado la casa, la puerta principal, esperando a que nosotros saliéramos. Mis compañeros abandonaron el lugar uno por uno, mientras tanto yo me quede adentro para verlos a todos.
Están todos iguales, sonreí ante mi pensamiento, como no, si son vampiros. Carlisle estaba muy molesto, jamás lo había visto así, Tanya estaba al lado de Edward, estrujando su brazo como si su vida dependiera de ello. Gruñí de solo verlos.
Mi momento de salir llego, y me sentí feliz al ver las expresiones de desconcierto a reconocimiento y por último de sorpresa. Pero yo solo clave mi mirada con la de Edward, quien me mirada diferente a los demás.
Una conversación de ¿por que estas haciendo esto? comenzó y yo a contradecirlos. Mi prioridad en todo esto era llevarme a Edward y hablar con él, si Felix tenía razón entonces debía cambiar todo el plan.
Mi corazón se partía cada vez que veía a Edward agonizar, cada vez que caía al suelo, sus palabras me confundían, eran tan sinceras…tan reales que realmente quería creerle, pero tenía miedo. Trate de mostrarme lo más fría posible para que nadie se diera cuenta.
-Dejen a Edward, quiero hablar con él- le dije a Alec cuando comenzó a paralizar a todos. Este asintió y Jane liberó a Edward-. No toques a nadie hasta que yo no vuelva- les señale con un dedo, Alec miro a su hermana y luego ambos asintieron.
Edward se veía realmente aturdido, pero aproveche ello para arrastrarlo por una gran parte del bosque. Cuando pensé que ya estaba lo suficiente lejos de los demás, lo estampe contra un árbol. Le pregunte el por que me mentía, por que me mintieron todos, él me juro y perjuró de que ellos no lo habían echo, de que ellos estuvieron buscándome, que hacía un año que estaban planeando ir por mi.
No pude contener el impulso de morderle, estaba demasiado confundida, y dolida, no sabía a quien creer y que hacer. La ponzoñosa había dejado a Edward debilitado, pero aun así no dejaba de hablar…
-No miento, Bella- tomo una bocanada de aire-. A ellos no les gusta que desobedezcan sus órdenes y desde siempre les molesto que Alice y yo estuviéramos con Carlisle, siempre nos decían que encontrarían la manera de que nos uniéramos a ellos y ahora que te ocultamos de ellos…-se callo abruptamente para soltar un grito de dolor.
-Alguien nos acuso y ellos se la están cobrando con ponerte en nuestra contra- me tense y le mire recelosa, escuchando cada una de sus palabras-. Se que tienes un don, no por nada te mantuvieron viva hasta cierto tiempo, te lavaron la mente diciéndote mentiras.
-Cuando vimos las noticias, yo…-una mueca de dolor se formo en su rostro, haciendo que dejara la frase incompleta-…me puse como loco-su voz sonaba estrangulada-… fui a tu casa, que ya estaba quemada, no encontré pistas y supe de inmediato que fueron vampiros los que hicieron eso…
-Dieciocho años estuve pensando en ti y en lo que hubiera pasado si te hubiera protegido como se debía- cerré mis puños con fuerza y mi vista se nublo-. Alice…ella siempre se lamenta por no haber visto bien el futuro, cada día se estuvo lamentando y se lamentara…
-Detente…-logre decir con voz áspera y entrecortada.
-No sabes lo feliz que me puse cuando tuve esa especie de conexión contigo… ¿Por qué eras tú, verdad?
-¡He dicho que basta!-grite mientras me abalanzaba sobre él, pero ya no tenía fuerzas, las emociones me había quitado toda la energía.
Lo único que pude hacer fue derrumbarme en sus brazos, sintiendo como estos me sostenían y consolaban, golpee su pecho para descargarme, pero sin la intención de lastimarlo, podía sentir en sus palabras la sonrisa, él había ganado.
-No sabes cuanto te he extrañado, mi pequeña- dijo y yo no pude evitar enrollar mis brazos en su cintura, mientras él me estrechaba con más fuerza contra su cuerpo.
Escuche a Felix hablar detrás de nosotros, regodeándose en que él tenía la razón. Me separe de Edward y fui hacia el, envolviéndome en sus brazos, pero…estos eran raros, no sentía esas chispas estremeciendo cada molécula de mi cuerpo.
Felix nos informo que la pelea se estaba volviendo injusta para los Cullen, ya que los Vulturis estaban jugando con ellos, podía escuchar los gritos y golpes, automáticamente pensé en la pequeña Alice y en la dulce Esme, la culpa se instalo y carcomió de a poco mi interior. Me gire para ver a Edward, este me estaba mirando, no se que expresión tenía mi rostro pero él simplemente asintió con una pequeña sonrisa en la cara.
Luego nos pregunto que clase de poderes teníamos, le dije el mío y los de Caroline y Héctor. La duda volvió a mi con respecto a que si ellos me estaban mintiendo, pero trate de no pensar en eso ahora. Lo difícil ahora era pensar en que íbamos a hacer, las cosas se ponían complicadas Con Jane y Alec en el equipo contrario, pero según Edward, tenía un plan y era sencillo.
-Tu dijiste que Caroline borraba las memorias y recrea otras- dijo mientras yo asentía-. Bien podrías pedirle que lo haga con quien sea que lo haya echo, luego pedir a Héctor que nos ayude, junto a ti, a bloquear los poderes de Alec y Jane…
-Lo haces sonar censillo- dije con una mueca a lo que el respondió con una sonrisa picara.
-Es por que lo es.
-Es eso o nada-dijo Felix con la misma expresión que Edward.
-Ustedes están locos- negué con la cabeza-. Nos terminaremos matando.
-Tu venciste a Demetri- dijo Felix con una ceja alzada, Edward me miro sorprendido-. Y a varios guardias del castillo, esto no debe ser nada para ti.
-Y como dije antes, subestiman a mi familia-dijo Edward con otra arrebatadora sonrisa.
-Bien- acepte levantando mis manos en señal de rendición.
-Entonces ustedes deberían ir primero- aconsejo Edward, mientras caminaba en dirección contraria a donde estaba la pelea-. Necesito que me cubras a mi, Bella, luego cuando estés con los demás, cubre a mi familia.
Asentí y expandí mi escudo hacia donde él estaba, luego lo vi desaparecer por el bosque. Tome una bocanada de aire y rece por que todo saliera bien.
-Deberías de escuchar cuando te digo que…
-Ya- le corte antes de que empezara a sermonearme.
Me gire y le abrase por el cuello, rozando mis labios con los suyos, él capto enseguida lo que quería, enrollo sus enormes brazos en mi cintura, alzándome un poco y profundizando el beso. Mi estomago se contrajo, no entendí por que, pero el beso no era como solían ser antes, faltaba algo, pero por parte de él…por parte mía…
-Terminemos esto de una buena vez- dijo depositándome en el suelo de nuevo, me sonrió y tomo mi mano.
A medida que avanzábamos por el bosque, las risas, los golpes y las respiraciones entrecortadas se hacían cada vez más fuertes. Sin perder mas tiempo, deslice el escudo hacia los Cullen y deje desprotegidos a los Vulturis. Estos se dieron cuenta al instante ya que los Cullen y Denali se levantaron demasiado desorientados.
-¿Qué demonios estas haciendo, Bella?- me grito Jane en cuanto todos se agazaparon para atacar.
-Buscando a mis aliados y a mis enemigos- le conteste poniéndome delante de los Cullen.
Una mano se poso en mi hombro, me gire para ver a un Carlisle sonriente, mire por sobre su hombro y me encontré con la misma expresión en los demás.
-Caroline ¿me harías el favor?- pregunte viéndola.
-Piensa muy bien en lo que harás por que te arrepentirás-le siseo Jane, volviéndose contra Caroline.
-A mi me dieron la orden de obedecer lo que ordenara Bella en esta misión- desvió su vista hacia mi y sonrió ampliamente-. Lo que tu quieras, Bella.
Sus ojos se enfocaron detrás de mi y centellaron con un extraño brillo, en ese momento un grito ahogado rompió el breve silencio. Gire sobre mis talones para ver quien era y todo se volvió un caos.
Jasper y Emmett se abalanzaron hacia delante junto con Felix. Edward salió detrás de Jane y la tiro boca abajo al suelo. Alice y Rosalie se abalanzaron sobre Heidi, mientras que los Denali se habían quedado petrificados junto con Carlisle y Esme.
-¿Tanya?- susurro Carmen mirando a una rubia en el suelo, esta se estaba agarrando la cabeza con ambas manos mientras sollozaba.
-Lo hiciste tú…- el alivio que sentí nadie se lo podría imaginar, pero luego de ese alivio la ira me domino y me cegó.
-Ella fue mucho antes de tu cumpleaños numero seis- dijo la voz calmada de Caroline-. Aro se molesto mucho cuando se entero, y automáticamente le ordenó a Héctor bloquear las visiones de Alice.
-Estaba por ir en ese mismo momento a buscarte, pero Tanya les informo de que aun estabas con los Cullen- agrego Héctor-. Tanya les informaba todo lo que hacían los Cullen ya que se enteraba de las llamadas de Carmen con Esme.
-Cuando el día de tu cumpleaños llego y tu madre te fue a buscar, los Vulturis organizaron tu caza. Despacharon a Tanya de nuevo a su hogar y me pidieron que le borrara la memoria de lo que había echo y le creara memorias nuevas de donde había estado, para que nadie sospechara nada, en especial Edward.
-Fueron por ti y mataron a tu madre, iban a hacer lo mismo contigo, pero Aro descubrió que eras inmune a sus poderes, entonces te conservaron y te mintieron para que hicieras su trabajo en matar a los que te había cuidado y amado.
-¿Por qué hiciste eso?- dije entre dientes apretados a Tanya.
-¿Por qué?- rió con ironía-. Por que me hiciste quedar en ridículo delante de mi familia, y todo por una niña que no tenía ni idea de la vida- me gruño.
-Pongamos las cosas sobre una balanza- sisee-. Tu dignidad de una vampira hueca por un lado, y por el otro, mí vida y la de mi madre, junto con las de toda tu familia ¿Qué crees que tenga más peso?
-¡Era una niña, Tanya!- grito Carmen-. Tú te lo ganaste por molestarla, pero eso no te daba el derecho a hacer lo que hiciste.
-No te metas, Carmen. No es asunto tuyo- Tanya se puso en pié mientras se inclinaba hacia delante-. Menos mal que te convirtieron, así puedo destruirte con mis propias manos.
-Eso si nosotros te lo permitimos- dijo Carlisle parándose delante de mí, junto a Esme-. Realmente estoy decepcionado de ti, Tanya. Jamás pensé que tu podrías haber echo semejante cosa.
-¡Oh, por favor!- dijo Tanya exasperada y rodando los ojos-. Lo siento, papá. Prometo no volver a hacerlo- dijo con fingida inocencia.
Carlisle gruño y dio un paso hacia delante, pero se lo impedí poniendo una mano en su hombro.
-Yo me are cargo de ella- le sonreí para que se tranquilizara-. Gracias, ustedes deben ayudar a Edward y los demás.
Carlisle asintió aun con su frente arrugada y se fue con los otros. Los demás Denali hicieron lo mismo, dejándonos solas
-Bien, quedamos tú y yo- dijo con suficiencia mientras camina alrededor mío.
-Dime, Tanya- la seguí con la mirada-. ¿Crees que Edward caerá a tus encantos ahora que sabe la verdad?
Gruño y se abalanzo sobre mi desde la espalda, la esquive con facilidad, rápidamente se giro sobre sus talones y volvió hacia mi, esta vez no tenía tiempo de esquivarla, por lo que opte por golpearla. Le di una patada en la cara mandándola a volar y estrellándola contra un árbol. Sin darle tiempo a que se parara, salte sobre ella estrellando mi puño una y otra vez en su rostro. Como pudo se soltó de mi agarre y cambió las posiciones, colocándose sobre mí.
Ataje sus golpes agarrándola por las muñecas. Intento golpearme con la cabeza, la esquive, pero ella me había engañado, fue una distracción para poder morderme. No pude contener un grito de dolor, solté sus manos y la empuje lo más lejos que pude de mí, ella desapareció. Con dificultad me puse de pie la ponzoñosa estaba circulando por mis secas venas.
Mire a mi alrededor y todo era una conmoción. Edward estaba peleando junto a Jasper y Emmett contra Jane y Alec, los tres se movían de forma sincronizada, intentando no ser captados por los ojos de Jane. Mientras tanto los pequeños hermanos rubios estaban frustrados por no poder hacer lo que querían.
Rosalie, Alice y Esme estaban peleando contra Heidi, esta se movía con mucha agilidad pero no la suficiente para escapar de las manos de las Cullen. Capte la mirada de Felix, estaba tirado en el suelo, boca abajo con un brazo torcido en un mal ángulo. Demetri estaba sobre él, con un pie sobre su cabeza y el otro en el hombro, sus manos sostenían el brazo de Felix torciéndolo cada vez más.
Me incline hacia delante para ir a ayudarle, pero un brazo se enrollo en mi cuello, mientras una mano tomaba mis muñecas y las ponían en mi espalda.
-¿A dónde crees que vas?- me susurro Tanya al oído. Intente soltarme, sin mucha fuerza, ella aprovecho para volver a morderme-. Me importa muy poco si Edward se fija en mí o no- soltó mis muñecas, mis brazos cayeron flácidos a los costados de mi cuerpo, las piernas me temblaban y el dolor era cada vez más insoportable.- ¿Por qué no miramos como todos tus vampiritos mueren?
Un fuerte chasquido hizo eco por los árboles, inmediatamente puse mi mirada en Edward, pero él estaba bien. Otro chasquido sonó y con desesperación busque el causante del sonido. Mi vista se clavo en Demetri que lanzaba al fuego de la casa pedazos…no, eran extremidades….
-¡Felix!-grite a todo pulmón mientras intentaba zafarme del agarre de Tanya- ¡Felix!- volví a gritar, Tanya grito y soltó el agarre.
Sin pensarlo me abalance sobre Demetri, quien tiraba la última parte de Felix al fuego. Logre tomarlo por la cintura empujándolo dentro del fuego, iba a soltarle cuando sus grandes brazos se enroscaron en mis hombros. Sabía que iba a morir y eso me asusto, intente soltarme con desesperación, pero su agarre era demasiado fuerte.
-Si yo caigo tú también- dijo con sorna mientras el fuego lo envolvía lentamente.
-Cáete tu solo- siseo alguien mientras rompía los brazos de Demetri y me tiraba fuera de la casa.
-¿Estas bien?- pregunto, un muy preocupado, Edward. Pero yo estaba en otro lado-¡Bella, contéstame!- exigió zarandeándome un poco.
-¡Eres mi hermana, Kate!- grito Tanya, levante mi vista para verla pelear con una muchacha rubia.
-Tú no eres mi hermana- dijo entre dientes Kate, sus manos estaban cerradas en puños y de estas salían chispas.
-¿Cómo puedes estar del lado de….?- unas manos blancas surgieron de la oscuridad y tomando la cabeza de Tanya retorciéndola y arrancándola, tirándola al fuego.
Su cuerpo cayó al suelo con un sordo sonido. La figura de un hombre salio de entre los árboles, vestido con un impecable traje negro a finas rayas blancas y unos mocasines brillantes, peinado hacia atrás.
-Sebastian…-susurre.
-Tanto tiempo, Bella- contesto con esa voz seductora- Aunque esperaba verte en otras condiciones- levantó el cuerpo de Tanya y lo tiro al fuego-. Estás desastrosa, cariño.
-¿Qué haces aquí?- cuestione recargándome un poco en Edward.
-Me mandaron los amos- se encogió de hombros-. Tienen miedo de perder a sus pequeños demonios- Miro a Alec y Jane que estaban tirados en el suelo, retorciéndose de dolor.
La ponzoñosa de Edward, Jasper y Emmett, los había dejado fuera de juego.
-¿Solamente a eso?-cuestiono Edward incrédulo.
-Si, lector. Solamente a eso- miro a Edward con cierta enfado- Yo no me ensucio, mucho menos a este hermoso traje y estos zapatos-sonrió con suficiencia.
Camino hacia los cuerpos de los pequeños Vulturis, mientras recogía los pedazos del cuerpo de Heidi y los colocaba en sus lugares correspondientes. Los brazos de Edward se tornaron mas fuertes en mi cintura escondiéndome en su pecho.
-No te la llevaras-le gruño a Sebastian.
-Edward, es de mala educación escuchar pensamientos ajenos- terminó de ensamblar el cuerpo de Heidi-. Y no te pregunte si me la puedo llevar o no. Son órdenes y yo simplemente las cumplo.
-¡No pienso volver a ese castillo!- grite.
-¿Por qué no?- se hizo el desentendido- ¿acaso no te gustaría tener una relación conmigo como la que tuviste con Felix?
Edward se tenso y gruño. Sebastian se colgó al hombro el cuerpo de Alec, en un brazo a Jane y en el otro a Heidi.
-No te preocupes, Bella. Los amos ya no están interesados en ti- hizo un sonido con la lengua-. Es una pena, además de poderosa eres hermosa y me hubiera encantado poseerte.
Edward me soltó y se abalanzo contra los árboles, golpeándolos, arrancándolos.
-¡Deja a Edward!-le grite.
-Lo are cuando me vaya- camino por el lado de Edward y le sonrió con suficiencia-. Espero verte pronto, Bellita.
-¡Oh! Me olvidaba de ustedes- se giro para mirar a Caroline y Héctor.
-Nosotros tampoco volveremos a ese castillo- dijo Héctor pasando un brazo por los hombros de Caroline.
-Si no fuera por que me veo bien, los llevaría a rastras- negó con la cabeza-. Los amos se molestaran mucho- suspiro-. Oh, bueno. No es problema mío. Ahora si, nos vemos.
Se perdió por el bosque y Edward dejo de pelear como un loco contra los árboles. Un fuerte trueno sonó por todo el bosque y una lluvia copiosa cayó sobre nosotros, llevándose el fuego y dejando el esqueleto de la casa.
Edward estaba desorientado, miro a su familia y esta no supo que decirle. Todo a mi alrededor se volvió confuso yo…estaba perdida, me sentía confundida y abatida. Sentí muchas voces hablarme a la vez, brazos rodeándome. Pero yo no me encontraba ahí, ni siquiera sabía en donde estaba.
-¡Bella!-mi vista se enfoco en Edward, me tenía agarrada por los hombros, sus ojos me demostraban la preocupación que tenía por mi- ¿Qué sucede, Bella?- acaricio mi mejilla.
Su toque me quemo, me estremecí, pero logre controlar el temblor de mi cuerpo.
-Quiero estar sola- mi voz sonaba rara, apagada y áspera.
Intente ponerme en pié, pero mis piernas me fallaron. Esperaba el impacto del suelo, pero solo sentí unos brazos sujetarme, no hacía falta ver para saber quien era.
-Por favor, suéltame- le pedí.
Al parecer de mala gana me soltó. Con mi cuerpo tambaleante camine por el bosque, sin rumbo fijo. Me hizo recordar a cuando era niña y huía de mis tíos, me había internado en el bosque sin saber a donde ir exactamente, pero había terminado en la casa de mi familia, ahora mismo estaba haciendo lo mismo, pero sabía que no encontraría nada.
Una piedra se interpuso en mi camino y caí al suelo, el impacto no era nada, pero aun así me dolió, ya que removió la ponzoñosa que aun tenía adentro. La lluvia no paraba de caer, como pude me arrastre hasta un árbol y me apoye en él, abrazando mis piernas y escondiendo mi cara entre las rodillas.
Mientras las gotas de la lluvia sustituían mis lágrimas.
CONTINUARA

cap12-VTOM

Capitulo 12
BELLA POV
Había pasado medio año desde que era una neófita, mi fuerza y velocidad era mayor a los guardias con los que luchaba. Todos los días me los enfrentaba, la mayoría de las veces, los guardias perdían pelear conmigo, pero siempre perdían. Llego un punto en el que temía que se enojaran conmigo, por ser chica, pero Felix me aseguraban que les gustaba perder, aprendían cosas nuevas.
Con Felix peleaba cada tanto y con él era realmente difícil, es muy ágil y fuerte. En estos seis meses no me la ha puesto fácil ni una sola vez, y se lo agradezco, es mejor así y no que me deje ganar. En cada entrenamiento me corrige mis posturas y ataques, incluyendo que me enseña las suyas.
Al final de cada día lo terminábamos con una buena noche de pasión para ambos. Era el momento en que entregábamos el uno al otro, y nos recordábamos, por medio del tacto, cuanto nos amábamos y lo feliz que estábamos de tener al otro al lado.
No estaba segura de que hora era, tampoco me importaba. Estaba acostada boca abajo, abrazando una almohada, con mis ojos cerrados, disfrutando de las placenteras caricias de Felix. Pasaba sus dedos lentamente por toda mi espalda.
-Pareces dormida- se rió entre dientes-. Tal como cuando eras humana.
-Estoy muy relajada-abrí mis ojos para encontrarme con su mirada llena de amor-. Y satisfecha
Felix estaba recostado sobre su costado, apoyado su cabeza en una mano, mientras con la otra acariciaba mí espalda.
-No quiero arruinar este hermoso momento.- bajo un dedo por toda mi columna con un suave roce-. Pero me preguntaba si aun estas con la idea de dar caza a los Cullen.
-Por supuesto que si- afirme muy segura- ¿Por qué crees que me entreno?
-¿Por qué sabes lo sexy que te ves haciéndolo?-arqueó una ceja.
-Felix- le dije con tono de reproche.
-Por favor, Bella- rodó los ojos-. ¿Tú crees que todos los vampiros de aquí pelean por que les gusta ser vencido por una mujer?
-¿Me estas diciendo que me dejan ganar?- me senté en la cama, molesta-¿Y que solo "entrenan" por verme?- hice las comillas con mis dedos y luego cruce mis brazos sobre mis pechos desnudos.
-Solo bromeo-me tomo en brazos y me sentó a horcajadas sobre su estomago-. Me encanta verte molesta- me dio un rápido beso en los labios.
-Ahora entiendo por que lo haces a menudo-apoye mis manos en sus abdominales y las subí lentamente hacia sus pectorales.
-Volviendo a los Cullen…-sus manos se fueron a mis caderas, subiéndolas lentamente- ¿Qué tienes en mente?
-Realmente- me estremecí cuando paso las manos por los costados de mis pechos-…no tengo idea.
-Sabía que dirías eso- las bajo con suma lentitud hasta mis nalgas-. Aunque he de suponer que tienes algo en mente- las apretó ligeramente haciendo que soltara un gemido y me arqueara involuntariamente.
-Yo…ah…no puedo pensar así- me queje.
Mi cuerpo se sacudió un poco a causa de la risa de Felix. Él saco sus manos de mi trasero y ahueco mi cara entre ellas, acercándola hasta su cara. De pronto su semblante estaba completamente serio.
-¿Sabes que te amo?- su semblante era serio, sombrío, pero en sus ojos estaba la completa sinceridad.
Iba a decir algo, pero me interrumpió colocando un dedo en mis labios.
-Por favor, déjame terminar- acarició mi mejilla-. Se que te lo digo siempre y nunca me cansaré de decirlo. Quiero que sepas que lo digo de corazón, aunque este no lata, por que realmente te amo, Bella. Jamás, jamás lo dudes, no importa lo que digan, en la circunstancia en que estés, o lo que escuches. Te amo y es el primer sentimiento puro que tengo en todos mis años de vampiro, y estoy feliz de sentirlo.
Sentí mis ojos escocerse, no podía tragar ya que tenía un nudo en la garganta. Felix nunca se había expresado con tantas palabras…tantas hermosas palabras. Acerque mis labios a los suyos y lo bese con todo el amor que mi alma y cuerpo le profesaban.
-Yo también te amo-le bese nuevamente, pero por un segundo vi la inseguridad en sus ojos.
Estaba por preguntar que es lo que le estaba pasando, pero ni siquiera había tomado aire para formular la pregunta, Felix se había introducido en mi en una sola embestida, haciendo que perdiera el aire y boquera.
Rodó sobre el colchón para quedar sobre mí, embistiéndome con fuerza, desesperación y miedo. Lo acepte todo en mi cuerpo, para que él se descargara, algo le estaba asustando y por ende me asustaba a mi. En ese momento me llego a la mente una conversación que escuche hacia solo unos días atrás.
-¿De verdad piensas eso?- esa era la voz de Demetri, venía de unos pasillos mas adelante.
-Puedo decir que estoy más que seguro- Me detuve al escuchar la voz de Feliz.
Ellos no eran grandes amigos, por lo que me habían contado algunos guardias. Demetri le guardaba rencor a Felix por muchos motivos, entre ellos el hecho de que Felix fuera más fuerte que él. Por eso me sorprendía que hablaran como grandes amigos. De seguro esto era alguna charla de algún trabajo que tendrían que hacer.
No quería que me tomaran por chismosa por estar escuchando conversaciones ajenas. Gire sobre mis talones y estaba por dar un paso cuando….
-¿Y para que Chelsea los estaría manipulando a ustedes?-
-No tengo idea- …-hubo un breve silencio-…se que amo a Bella, sin el poder de Chelsea, pero temo que Bella si este influenciada por esa vampiresa.
-He ahí el dilema de la vida- bromeo Demetri
-Al menos a mi no me noqueo una mujer- se defendió Felix.
Luego de esas últimas palabras, yo me encontraba lejos, pensando en lo que había escuchado.
Había estado tan ocupada pensando en que hacer para ir tras los Cullen, con los entrenamientos y con el sexo, que ese pequeño incidente se me había pasado. Pero ahora mismo me preguntaba si realmente era cierto lo que había escuchado.
-¿Felix?-levante mi cabeza de su pecho para mirarle a los ojos.
-¿Si?- me miro, si dejar de jugar con un mechón de mi pelo.
-¿Qué poder tiene Chelsea?- su cuerpo se tenso inmediatamente.
Su mandíbula estaba tensa y sus ojos se alejaron rápidamente de los míos. Me senté y le mire con suma preocupación.
-¿Felix?- su silencio me estaba volviendo loca.
-¿Qué te han dicho?-aun estaba tenso y miraba para otro lado.
-Te escuche hablar de ello con Demetri.
Apretó los puños y me miro con el ceño fruncido, estaba claro que no quería que yo me enterara de eso, oh, cielos ¿realmente era verdad?
-Felix…-dije con un jadeo.
-Chelsea fortalece o destruye los vínculos de las relaciones. Te puede hacer amarme u odiarme, adorarme o aborrecerme… en cuestión de segundos-froto con sus enormes manos su cara.
-¿Tu y yo…?
-No lo se.
-Tú dijiste que estabas mas que seguro- mi voz sonó unas octavas más altas, estaba entrando en un ataque de pánico.
-Por favor, Bella. Tranquilízate- se sentó y me rodeó con sus brazos- ¿Recuerdas lo que te dije hace unos minutos?
-Si-asentí contra su pecho.
-Te pido que siempre lo recuerdes, jamás lo olvides- se separo y me miro-. Por que es mi verdad y estoy seguro de ello.
-Entonces…no me crees cuando yo te lo digo-no lo pregunte y él no contesto.
Bajo su mirada y jugo con el dobladillo de la sabana, estrujándola y alisándola entre sus dedos.
-No me crees-volví a afirmar y no obtuve respuesta.
Suspire pesadamente y se corrí hasta el borde de la cama, busque con mi mirada mi ropa. Una vez que la encontré y me la puse, salí de la habitación, sin siquiera mirarle. Guarde la esperanza de que él acudiera a mí pidiendo perdón o que al menos me llamara para detenerme, pero nada ocurrió. Absolutamente nada.
Después de esa noche no volví a ver a Felix por ningún lado, tampoco me moleste en buscarle o preguntar a los demás como estaba. Me sentía molesta, debería de ser yo la que lo estuviera evitando, no él a mi.
Los días transcurrieron lenta y dolorosamente, me sentía sola, abrumada y triste. Necesitaba de Felix, necesitaba estar con él y no por el sexo, necesitaba a ese amigo, casi hermano, que estaba a mi lado y me consolaba. En muchas ocasiones flaqueaba e iba a su habitación, pero antes de tomar el pomo de la puerta en mis manos, huía.
Esa noche había huido nuevamente y como siempre me escondía en mi vieja habitación. La había limpiado, había amontonado los papeles picados en el rincón más alejado de ese apestoso lugar, ahora realmente parecía una cripta. Mientras crecía en este lugar, siempre pensé que era descolorido, por eso me había esmerado en hace miles de dibujos y tapizarlos en las paredes, pero luego de mi ataque de ira, la celda había vuelto a ser la misma que conocí aquella noche cuando tenia seis años.
Suspire amargadamente y me senté en el suelo, mirando hacia el techo. Pensando en las cosas que me había pasado en mi vida, las que había ganado y perdido a la vez.
Había conocido a los Cullen, los había considerado mi familia, a cada uno de ellos, luego los perdí cuando mi mamá vino a llevarme a vivir con ella. Luego gane a mi madre nuevamente, y una nueva casa y la perdí, a ambas. Luego creí haber ganado a Felix, como sustento en esta solitaria y espantosa vida que había elegido y ahora lo perdí, o quizás nunca lo tuve, por que estaba siendo manipulada.
Un jadeo se escapo de mis labios, tenía deseos de llorar. Una brisa entro por la habitación y arrastro unos pequeños pedacitos de papel por el aire, haciendo que volaran y aterrizaran en mis piernas. Fruncí el ceño, los tome entre mis dedos y los gire para ver el contenido. Contuve el aliento al ver las palabras.
Edward. Carta
En ese momento un recuerdo muy claro de mi humanidad vino a mi mente…
Unos suaves golpecitos en la puerta me distrajeron.
-Pase.
-Lo siento, se que tienes que vestirte, pero…aun no te he dado mi regalo- dijo Edward entrando en la habitación.
-Dime que no has gastado dinero en…
-Sabía que me dirías eso, así que te diré que no. No gaste absolutamente nada- se sentó en la cama y yo gateé hasta él, me sentó en su regazo y me extendió una carta.
-¿Para mí?-pregunte tontamente mientras la agarraba-. Pero no se leer.
-Eso lo se- dijo besando mi cabeza-. La leerás cuando seas mayor.
-Y… ¿Cuánto es mayor?
-Déjame pensar…-se llevo una mano al mentón y se lo rasco-. Cuando tengas 17 años.
-¡Pero eso es mucho tiempo!- exclame al darme cuanta lo mucho para lo que faltaba.
-Guárdala en algún lugar y cuando pase el tiempo, ábrela- dijo sentándome de nuevo en la cama y caminando hacia la puerta-. Prepárate por que hoy va a ser un día muy largo.
Había guardado con tanto esmero y anhelo esa carta bajo un tablón flojo del piso de mi cuarto. Contaba los segundos y rezaba para que el tiempo corriera aun más rápido de lo normal, solo para poder abrir ese pequeño e hinchado sobre. Había pensado en hace trampas y leerla antes de tiempo, pero me prometí a mi misma y a Edward que lo haría cuando tuviera mis diecisiete años.
Otro jadeo se resbalo de mis labios y no pude contener el siguiente, y el siguiente…u otro. Cuando menos me quise dar cuenta estaba llorando, amarga y dolorosamente, no por los recuerdos con Edward, si no por todo, por toda la mierda que había pasado en mi vida.
¿Acaso mi cuento no tendría un final feliz?
No, contesto mi cabeza y yo llore peor, sin lágrimas
-Imagine que estarías aquí-su voz y sus brazos me abrazaron.
-¿Qué quieres?-intente sonar indiferente y molesta, pero mi voz se quebró patéticamente.
-Estar contigo- me estrecho aun más-. Lo lamento tanto, amor. He sido un completo idiota- escondió su cara en mi cuello-. Pero quiero que me entiendas y entiendas en la situación en la que estamos.
Se separo un poco para girarme entre sus brazos, tomo mi rostro entre sus manos y sostuvo mi cabeza para que lo mirara directamente a los ojos.
-Cuando llegue a la conclusión de que podríamos estar siendo manipulados, fue un golpe muy duro para mí. Pensar que mi amor por ti era una mentira me hacía sentir como una gran mierda- su semblante serio y sombrío cambio drásticamente al que yo conocía, al que me demostraban el completo cariño que me tenía-. Pero me di cuenta, buscando en mi muero corazón, que yo te amo, sin ningún poder de por medio.
-Pero no lo crees en mí- solloce.
-Si- se callo unos segundos los cuales me parecieron eternos-. Pero me hace feliz escucharlo cuando lo dices, te vez tan sincera, pero a la vez me destroza…
-Yo si te amo- ahora yo tome su rostro en mis manos- Y también es sincero. Tu teoría es equivocada.
Estampo sus labios contra los míos.
Luego de eso, nunca más nos volvimos a separar, era como si algo entre nosotros se hubiera reforzado y nos hubiera unido aun más de lo que estábamos.
Otros seis meses había pasado y yo ya tenía un plan medio trazado, ya sabía más o menos que hacer con los Cullen, pero lo primero lo primero. Tenía que pedir la autorización de Aro.
-¿Me estas pidiendo que te preste a casi toda mi mejor guardia?-pregunto desde su asiento con una ceja enarcada- ¿Y para ir tras los Cullen?
-Si, amo-odiaba decir esa palabra, por eso siempre tenia que concentrarme en tratar de sonar real al decirla.
-Llevas mas de un año entrenando- comenzó diciendo Cayo-. Y no eres capaz de ir tu sola.
-Sería suficiente si me llevara solo a mí- dijo Felix, que estaba a mi lado.
-No pedí tu opinión- vociferó Cayo.
-Tampoco la suya-susurro Felix.
Cayo prácticamente casi se cae del asiento cuando escucho esas palabras, yo tuve que esconder la sonrisa que tenia, pero pude ver como Marcus y Aro sonreían abiertamente.
-¿Cómo dijiste?-gruño Cayo, era obvio que había escuchado, pero necesitaba solo una vez más para lazarse a Felix.
-Quiero decir- se aclaro un poco la garganta-. A usted no lo agradaron nunca los Cullen, y tenemos su permiso, a lo que me refiero es que necesitamos pedirle su si. Pero como el amo Aro es amigo de Carlisle, sabemos que le puede costar tomar esa decisión, por eso se la pedimos a él.
-Te estas tomando demasiados atrevimientos…
-Suficiente-le corto Aro- Solo te autorizaré si tu estas de acuerdo.
Se levanto de su asiento, camino hacia mí y tomo una de mis manos.
-Aun me es impresionante y fascinante tu don, querida- sus ojos brillaban por la verdad de sus palabras, pero también estaba la frustración de no poder leerme.
-Estoy de acuerdo con mi misión- desvié el tema de mi don ya que aro se ponía demasiado denso con eso.
-Ok- se alejo un poco-. Supongo que ya sabes las habilidades de los Cullen.
-Edward, lector de mentes. Alice, vidente. Jasper, percibe y manipula las emociones.
Sin poder evitarlo mire a Chelsea, estaba al lado de Marcus, como siempre. Estaba mirando algo en el espacio que había entre Felix y Yo, de forma casi imperceptible, sonrió.
-Bella, tu escudo solo puede repeler a Edward- me distrajo Cayo- ¿Qué aras con Alice y Jasper? Por que, por si no te has dado cuenta, tu decisión ya la debe haber advertido deben estar más que preparados.
-Yo…-no sabía que contestar, ese bastardo tenía razón.
-Sabes que yo estoy muy molesto por la desobediencia de la familia de Carlisle- llamo mi atención Aro- ¿Te importa si te ayudo un poco?
Sin poder emitir una palabra, solamente asentí. Aro miro hacia la puerta y ordeno a los guardias a abrirlas, me gire para ver entrar a dos nuevos vampiros. Una chica y un chico.
El chico era de contextura mediana, su cuerpo era musculoso, su cabello era del color caramelo y era lacio, sus facciones eran perfectas y un poco aniñadas, podía deducir que no tenía más de veinte años. La muchacha era una belleza, su cabello largo hasta la cintura era negro azabache con finos mechones teñidos de blanco. Era de contextura pequeña, su rostro era completamente maduro, parecía el cuerpo de una niña, pero su cara te demostraba que era una mujer muy madura.
-Bella, te presento a Héctor y Caroline- ambos vampiros se inclinaron en modo de saludo-. Ellos te ayudaran en lo que necesites. Puedes llevarte a los guardias que quieras, solo procura devolvérmelos- me guiño un ojo.
-Muchas gracias, amo- me incline.
-Suerte-tomo mi cabeza entre sus manos y deposito un beso en mi coronilla.
Decir que estaba sorprendida era poco. Sin decir nada salí del salón con Felix, Caroline, Héctor, Demetri, Jane, Alec y Heidi, flaqueándome.
Unas horas después.
-¿Por qué estamos en un avión?-pregunte enojada.
-Para poder viajar a Estados Unidos-contesto Jane en el asiento de atrás.- Pensé que eras más inteligente, Bella.
-No me refería al motivo de "a donde vamos"- me gire para verla, estaba de la mano de su hermano-. Me refería a que por que vamos en avión. Somos más rápido que esta porquería.
-Tengo una idea totalmente errónea de ti, Bella- sacudió la cabeza-¿Realmente no pretenderás que nademos por todo el océano?
-¿Por qué no?- incline mi cabeza-. Nos ahorraríamos el dinero y "tiempo".
Felix y Alec soltaron sonoras carcajadas que hicieron que varias personas se giraran a mirarnos.
-El dinero es lo de menos, amor- puso un dedo en mi barbilla para que le mirara-. Lo hacemos por que amo quiso que así sea. No quiere que te canses- si, claro- No te preocupes, este será el único avión que tomaremos, el resto lo aremos a pie.
-Pero…
-Ya para de quejarte, Bella- me callo Heidi que iba en el asiento adelante del mío, con Demetri-. Ni pienses que me meteré a esa agua salada para que mi cabello se arruine.
-Con el cabello destrozado, pelada, o así, siempre estas hermosa- dijo melosamente Demetri.
Un coro de "eww" se escucho cuando vimos a Demetri inclinarse a besarla.
-Consigan un cuarto- Alec les tiro con una bolsita de maní.
-Estamos esperando a que el avión despegue para poder utilizarlo- sonrió asquerosamente y Heidi rió tontamente.
-Demasiada información-dijimos todos a coro.
Esto en vez de parecer un viaje hacia una pequeña batalla, parecía un viaje escolar fuera del país. Debo admitir que estaba un poco nerviosa, en realidad estaba muy nerviosa, dentro de unos días volvería a ver a los Cullen, a mi vieja familia. ¿Cómo sería volver a ver a Esme, Alice al oso Emmett? Sonreí al recordar sus locuras y travesuras conmigo.
Edward, cerré mis ojos y me lo imagine. Imagine su perfecto rostro, con rasgos angulosos y duros, sus ojos color oro y su boca…su sonrisa. Mi imaginación fue un poco más allá, su cuerpo, había visto y sentido su cuerpo desnudo.
-¿Estas dormida?-susurro Felix en mi oído y sonreí.
-Si, y me acabas de despertar- abrí un ojo y lo vi sonriendo también.
-Lo lamento-beso mi mejilla-. Vuelve a dormir, amor. Te despertare cuando estemos llegando.
-Y luego se quejan de nosotros-murmuro Demetri desde su asiento.
-Al menos ellos son mas suaves y tiernos- agrego Jane.
-Les cambiamos de asiento-dijo Alec, asomando la cabeza entre medio de los asientos nuestros-. Quiero molestar a Demetri.
-Con gusto- acepto Felix y rápidamente, a paso humano, nos cambiamos de asiento, era un poco más de privacidad.
La azafata nos comunico que era el momento de abrocharnos nuestros cinturones de seguridad, para sorpresa de todos y frustración para algunos, Demetri se carcajeo sonoramente, mientras se abrochaba el cinturón. El asiento a mi lado se sacudió un poco, igual que los de adelante. Mire a Felix con una ceja alzada.
-¿Qué?-me miro- ¡Oh, vamos, Bella! ¿Me vas a decir que no es cómico?
Sacudí mi cabeza y abroche mi cinturón. Era verdad, tenía cierto punto irónico en todo esto.
En cuanto nos anunciaron que nos podía desabrochar los cinturones. Demetri y Heidi se perdieron por quien sabe donde en el avión. Mientras tanto, para tratar de no escuchar los sonidos que ellos hacían me puse a trazar mi plan una y otra vez, hasta que sentí unos dedos acariciar mi mejilla. Abrí mis ojos y me encontré con Felix.
-Lo siento, volví a despertarte-sonrió.
-Mientras seas tu no importa- me acerque y rose sus labios con los míos.
Paso una mano por mi nuca y profundizo el beso. Nuestras bocas se movían lentas, suaves, nuestras lenguas se ocupaban de degustarnos. Un frío corrió por toda mi columna, haciendo que me estremeciera involuntariamente.
-Dudo que entremos los dos en una cabina de baño-susurro contra mis labios.
Felix había malinterpretado mi reacción, no me estremecí de placer por sus caricias, me estremecí por que tengo un mal presentimiento, algo en la visita a los Cullen iba a pasar, y ese algo era relacionado con Felix.
-Te amo-le dije cuando nos separamos.
-Yo más-sonrió y beso mi nariz.
La sensación de mal presentimiento aun estaba en mí y se intensifico cuando bajamos del avión. Aterrizamos en Seattle, nos deslizamos entre la gente del aeropuerto y nos dirigimos a las calles de la ciudad.
-¿Y el plan es?-pregunto Demetri.
-Héctor ya ha puesto el escudo contra Alice y Caroline nos ayudara una vez que estemos todos reunidos- mire a los nuevos vampiros y estos asintieron- Primero quemaremos la casa- comencé diciendo-. Y nos ocultaremos hasta que ellos lleguen. Luego de eso necesito que Alec paralice a todos, excepto a Edward- mire a Alec y este asintió-. Una vez que haya acabado con él puedes soltarlos y ustedes encargarse de los demás.
-¿Puedes rastrearlos?- le pregunte a Demetri, este asintió y alzo un poco el rostro para olfatear el aire.
-Los encontré-sonrió y encamino la carrera.
Pero antes de que saliera corriendo con los demás, Felix me tomo del brazo, deteniéndome.
-¿Qué sucede?- le pregunte.
-¿Recuerdas lo que te dije que confiar en las palabras de los Vulturis?
-Si, lo reacuerdo- puse una mano en su mejilla-. Me llevare a Edward lejos, para poder hablar con él y pobre si no me cuenta la verdad.
-Edward-gruño entre dientes- ¿No te puedes llevar a Carlisle?
-No será creíble- entrecerré los ojos- ¿estas celoso?- pregunte divertida.
-Después de ese día que fantaseaste con él, le tome mucho coraje- bufo y tomo mi mano-. Mejor nos vamos.
Luego de eso corrimos detrás de los demás, pronto les dimos alcance. Nadie pregunto nada de nuestro retrazo. En pocas horas estábamos en las afueras de Forks. El olor a vampiro estaba por casi todo el pueblo…
-Ellos están a las afueras del pueblo- dijo Demetri- Pero no podemos pasar el límite establecidos con los chuchos.
-¿Chuchos?-pregunto confundida.
-Hombres lobo-murmuro una voz acampanada y suave, todos nos giramos a ver a Caroline, era la primera vez que la escuchábamos hablar.
-¿Existen los hombres lobo?-pregunte alarmada y sorprendida.
-Viven en reservas indias, por lo general su genética se activa cuando los vampiros andan cerca- dijo Héctor- En este caso los Cullen y nosotros.
-Se están moviendo-dijo de repente Demetri.
-¿Hacia donde?
-El oeste, se internan más al bosque- dijo olfateando el aire.
-Que asco, van de caza-murmuro Heidi.
-No están solos- Demetri frunció el ceño y luego sonrió-. Los Denali están con ellos.
-Entonces hoy no atacaremos-sentenció Jane.
-¿Qué?- me plante frente a ella- ¿Por qué no?
-Por que son demasiados.
-¿Y eso cuenta como problema?- espete molesta- ¿Acaso no eres capaz de detenerlos?
-De todas formas, nosotros vinimos tras los Cullen- dijo para distraerme.
-También esta Tanya-siseé-. Voy a acabar con ella también, por puro placer.
-No creo que al amo…
-Mientras no hagamos nada de escándalo delante de los humanos a Aro no le importa si desaparecemos a la mitad de la raza civil sin poderes- le corte, caminando hacia el oeste.
Vi de reojo como Jane y Alec se miraban, luego a Demetri, este último se encogió y hombros y volvió a encabezar la carrera hacia la mansión de los Cullen.
Como Heidi había dicho, los vampiros se habían ido de caza y habían dejado la casa sola. Mejor, pensé. Sin decir nada, entre a la casa y un golpe de nostalgia me golpeo de lleno. La casa estaba prácticamente igual, sólo que algunos muebles habían sido cambiados por otros más modernos.
El gran piano de cola de Edward, aun estaba donde lo recordaba. Unos arreglos florales y unas velas en una esquina llamaron mi atención, me acerque y el aliento se me quedo enganchado en mi garganta. Había una foto mía cuando niña, en un hermoso marco de oro, toda la mesa estaba decorada con flores y velas de diferentes tamaños.
-Esto es incomodo- murmuro Demetri-. Tan humanos- se encogió mientras miraba a su alrededor- ¿Podemos destruirlo?- me suplico.
-Ustedes háganse cargo de esta planta y la primera- les indique- Yo y Felix, vamos al último puso.
Antes de que terminara de hablar, Demetri ya estaba desgarrando los sillones t los demás había desaparecido por diferentes lados de la casa. Felix tomo mi mano y me llevo al tercer piso.
-¿Donde estaba tu cuarto?- me pregunto al principió del largo pasillo.
Recordé que estaba en la última habitación del pasillo, frente a la de Edward, se la señale y me llevo a volantas. Cuando entramos ahogue un sollozo, mi cuarto estaba igual que siempre, como si el tiempo no hubiera pasado. Las cosas que no me lleve estaban en el mismo lugar que las deje. Mire mi cama, estaba en la misma posición, con los almohadones multicolores y la colcha rosada, mire sobre la cama y ahí estaba mi vestido, el último que había usado en mi cumpleaños. Recuerdo que Alice me había dicho que lo dejara, como tanta ropa, ya que ya lo había usado.
Me acerque y lo tome entre mis manos, lo acerque a mi nariz y no podía oler mi olor. Estaba impregnado del de los vampiros de la casa.
-¿Aun dudas de ellos?-la voz de Felix me hizo dar un salto, me había olvidado que estaba ahí conmigo.
-Esto no significa que o me hayan vendido- tire el vestido de nuevo a la cama.
-¿Por qué eres tan terca?
-¿Por qué te empeñas en protegerlos?
-Por que se que ellos no te hicieron nada, Bella- me tomo por los hombros y me sacudió un poco-. Habla con ellos antes, te arrepentirás si destruyes esta casa.
-No me importa, es esto o nada- me separe bruscamente de sus brazos y rápidamente destruí la habitación.
-¡Ya esta todo listo aquí abajo!- grito Demetri.
Sin fijarme si Felix me seguía baje a donde estaban esperándome los demás. Había olor a gasolina por todas partes, me estaba quemando la nariz.
-¿Haces los honores?- Demetri me tendió una cajita de fósforos.
Antes de tomarla, le di una miradita a Felix, estaba con el ceño fruncido y me miraba con desaprobación. Suspire, saque un fósforo y lo raspe para encenderlo. Y con todo el dolor del mundo lo tire el fósforo encendido en un poco de gasolina.
Ese, fue el detonante a la batalla que se avecinaba.

cap11-VTOM

Capitulo 11
EDWARD POV
Su nombre se me escapo de los labios, era increíble tenerla en frente de mi, era increíble verla viva. Estaba realmente hermosa, era un ángel, una deidad. Mas hermosa que cuando experimentamos esa conexión. Pero no quería verla convertida en un monstruo. Y tal como la había visto en la visión de Alice, sus ojos eran rojos, flameando de ira…no, de venganza.
-¿De que estas hablando, hija?-pregunto Esme, ella tenía un caos el la cabeza, pero, a pesar de todo, estaba feliz de ver a Bella viva.
-¿Ahora me llamas hija?- cuestionó incrédula y con sorna-. Oh, claro…lo entiendo- soltó una pequeña carcajada, mientras se daba un golpecito con la meno en la frente-. Sabes a lo que he venido y te entro miedo.
-No, Bella….-intente hablar pero me cortó.
-¡Tú, cállate!-me apunto don un dedo-¡Eres el menos indicado en dirigirme la palabra!-sus ojos volvieron a mostrar dolor y mi corazón se encogió-. Yo siempre te quise, para mí eras como un hermano y padre a la vez. Igual que tu Carlisle-se volvió a mi padre, luego sus ojos volvieron a mostrar rencor.
-Pero solo fue fachada, fueron unos cobardes y me vendieron para matarme. Mataron a mi madre, mi casa, mis recuerdos…mis sentimientos-bajo la cabeza y la sacudió levemente, como intentando alejar malos pensamientos.
No podía leer sus pensamientos, igual que a todos los vampiros que la rodeaban ¿Qué demonios estaba pasando?
-Ahora es mi turno de hacerlos sufrir antes de matarlos a todos-cerro las manos en puños, levanto la mirada y su semblante se había vuelto una mascara impasible.
-¡Eso no es verdad!-grite, me dolía muchísimo ver a mi pequeña en ese estado- ¡Nosotros jamás te vendimos! ¡Es más, intentamos ir a por ti!
-Es verdad, Bella-intervino Alice-. Hace un año que supimos que los Vulturis te conservaron y convirtieron, hace un año que nosotros intentamos ir a por ti.
-¡Mentira!-grito Bella y se tomo la cabeza entre las manos.
-Esta confundida, Edward-me hablo Jasper y me gire para mirarlo-. No puedo tranquilizarla, es como si un escudo los estuviera protegiendo a todos.
-¿Un escudo?-pregunte en voz alta y vi a mi hermano caer al suelo agonizando.
-¡Jasper!-grito Alice, corriendo hacia su esposo.
-Ya basta de palabrerías-dijo Jane con una sonrisa de suficiencia en sus labios-. No vinimos a esto ¿recuerdas, Bella?- la miro y ella asintió.
-¿Recuerdas lo que te contó el amo Aro, Bella? Él dijo que Carlisle y Edward fueron a nuestro castillo a ofrecer disculpas por romper las reglas más importantes y aceptaron sin rechistar que tú y tu madre debían morir.-dijo Alec y sentí la sangre hervir- Y no solo por que el amo lo haya dicho, Jane y yo estuvimos ahí.
-¡Mentirosos!-gruñí mientras me abalanzaba sobre Alec, cegado por la ira. Pero no alcance a llegar ni a medio metro de la distancia que nos separaba, cuando un fuerte dolor, peor que la ponzoñosa, me recorrió todo el cuerpo, tirándome al suelo.
-¡Por favor, ya basta!-grito Tanya y se tiro al suelo para abrazarme y controlar los espasmos de mi cuerpo.
-Jane, por favor, deja a Edward y Jasper- suplico mi padre y ya deje de escuchar todo a mí alrededor, el dolor era demasiado insoportable.
De pronto todo se calmo y pude respirar entre jadeos, recordé en la situación en la que estaba y me pare de un salto, tambaleándome un poco.
-No creas que hago esto por que tú me lo pidas, Carlisle- dijo Jane dando un paso adelante-. El amo Aro esta muy molesto contigo, por ocultarle cosas.
-Quiero hablar con Aro. Ahora-espetó mi padre
-Eso es imposible, él ya no quiere saber nada de ustedes y nos dio la orden directa de desaparecerlos del mapa-su sonrisa era angelical y a la vez demoníaca.
-Antes de mandarlos al otro mundo, si es que van ahí, quiero preguntarles algo-dijo mi ángel con voz sombría- ¿Por qué no me mataron ustedes antes que condenarme a esto? ¿Por qué no dejaron que mis tíos me mataran?
-Bella…
-¡Que idiota eres!-grito Tanya parándose delante de mí- Aun sigues siendo una niña, una tonta niña, que quiere la atención de todos.- dio un paso hacia delante-. Tu misma has vivido como te han cuidado a pesar de estar arriesgando sus vidas por tu culpa, que linda manera de devolverles el favor.
-Por lo que recuerdo, Tanya-dijo Bella levantando un poco la barbilla-. Tú no me querías tanto, de hecho me odiabas por retener a tu Edward ocupado conmigo, además de las pequeñas travesuras de una niña tonta-sonrió y puedo jurar que estaba recordando esos momentos-. Recuerdo que eras una hueca ¿Qué paso Tanya, tienes poderes nuevos?
-¡Espera, Tanya!- grite, pero fue tarde ya que ella se abalanzo sobre Bella
Tanya intento tomarle por el cuello pero Bella se movió rápidamente y le dio una patada en el pecho que la mando directamente a mis brazos.
-Controla a tu novia, Edward- vociferó Bella y en sus ojos vi una chispa de dolor, pero solo por un segundo.
-Bella, estas equivocada, ellos te están mintiendo-deje a Tanya en manos de Irina e intente acercarme a Bella-. Nosotros jamás hicimos eso…
-No te acerques-dijo Felix poniéndose delante de ella, impidiéndome verla.
-Nuevamente….esta confundida-se decía Jasper.
-Escúchame, Bella-me pare en seco-. Nosotros te llamamos todos los días desde la última vez que hablamos, pensamos que la línea había tenido algún percance….
Jane frunció el ceño y caí al suelo agonizando, pero eso no me detuvo a segur hablando.
-A la semana…nos enteramos….viendo… ¡arg!…las noticias…-tome una bocanada de aire, pero el dolo se hizo mas agudo-…q-que tu casa se había quemado…-no lo soporte más y deje que el dolor me consumiera.
-¡Es verdad, Bella!-escuche que grito Alice y luego cayo inerte al suelo, con la mirada perdida en algún lugar.
-¡Alice!-grito Jasper y este cayo a su lado en el mismo estado.
-Dejen a Edward, quiero pelear con él-escuche la voz de Bella, el dolor me estaba dejando aturdido, pero podía escuchar, a lo lejos, gritos y golpes sordos en el suelo.
Él dolor cesó, tarde un poco en reaccionar. Pronto me vi volando y aterrizando en un árbol, este se quebró. Intente levantarme, pero una pequeña mano me tomo por el cuello y volvió a golpearme contra otro árbol, un poco mas grande que el anterior.
-¿Por qué me mientes?
-No te miento, Bella- aun estaba aturdido, el don de Jane se había incrementado y el dolor me había afectado, me estaba costando trabajo hacer reaccionar mi cuerpo, mas los golpes de Bella no ayudaban mucho-. Te juro que no te miento, son elloslos que lo hacen.
-Ellos me cuidaron, Edward-golpeo mi cabeza contra una roca, partiéndola, mi vista se nublo un poco, pero rápidamente se recupero-. Ellos me contaron la verdad, me dijeron lo cobarde que fueron ustedes al venderme para salvar sus propios pellejos.
-¡Que no es así, mierda!-gruñí y la tome de los brazos lanzándola lejos de mi, teniendo cuidado en no golpearla contra nada-¿¡Por que les crees a ellos y no a mi!
Se agazapo y salto de nuevo, empujándome por los hombros, caímos al suelo, ella encima de mí, corrió mi cabeza a un costado y hundió sus dientes en mi cuello. Aullé de dolor, pero volví a empujarla. Intente ponerme en pie, pero las piernas no me respondían. Podía sentir la ponzoñosa de Bella quemando mi cuerpo, poco a poco.
-¡Por que ellos me salvaron!-me grito la respuesta.
-¡Te salvaron por que les convenías!- le grite de regreso-¡Ellos vieron algo en ti para mantenerte viva! ¡Algún don, si no ahora estarías con tu madre, no aquí! ¡Te conservaron para su propia conveniencia!-la vi tensarse, luego sacudió la cabeza y se volvió a agazapar.
-Todo lo que dices, es mentira, lo haces por que sabes que llego la hora de tu muerte.
-Ellos mataron a tu madre-mi voz se corto dos veces-. Ellos crearon esta mentira, para que tu nos odiaras- su semblante se suavizo un poco, yo aproveche para ponerme en pie, pero mis piernas me fallaron y caí al suelo.
La ponzoñosa ya se había instalado en todo mi cuerpo y me escocía internamente, pero podía ver a Bella mas confundida, por lo que busque fuerza de donde no tenía y seguí hablando, sin importarme sus interrupciones.
-Mientes…
-No miento, Bella- tome un poco de aire, que irónico, como si eso calmara el dolor del cuerpo y corazón-. A ellos no les gusta que desobedezcan sus órdenes y desde siempre les molesto que Alice y yo estuviéramos con Carlisle, siempre nos decían que encontrarían la manera de que nos uniéramos a ellos y ahora que te ocultamos de ellos…-otra oleada de dolor me hizo callar, para soltar un grito de dolor.
-No es…
-Alguien nos acuso y ellos se la están cobrando con ponerte en nuestra contra- su cuerpo se envaro de a poco y sus ojos me miraban recelosa-. Se que tienes un don, no por nada te mantuvieron viva hasta cierto tiempo, te lavaron la mente diciéndote mentiras.
-No te creo.
-Cuando vimos las noticias, yo…-un nuevo espasmo de calor recorrió mi cuerpo y me corto la respiración-…me puse como loco-dije en cuanto estabilice mi respiración-… fui a tu casa, que ya estaba quemada, no encontré pistas y supe de inmediato que fueron vampiros los que hicieron eso…
-Basta…
-Dieciocho años estuve pensando en ti y en lo que hubiera pasado si te hubiera protegido como se debía- levante la vista y la vi con sus manos cerradas en puños y los ojos anegados de lágrimas que jamás saldrían-. Alice…ella siempre se lamenta por no haber visto bien el futuro, cada día se estuvo lamentando y se lamentara…
-Detente…
-No sabes lo feliz que me puse cuando tuve esa especie de conexión contigo… ¿Por qué eras tú, verdad?
-¡He dicho que basta!- se abalanzo sobre mi, pero yo ya no tenía fuerzas y ella parecía tampoco tenerlas y no por pelear.
-Estoy tan feliz de que estés viva, aunque no convertida en vampiro-envolví mis brazos en su pequeño y delicado cuerpo, su aroma era mas delicioso que de pequeña.
Tenía razón, su sangre cantaría para mí, claro, si ella fuera humana.
-No te creo- golpeo mi pecho con sus manos mientras sollozaba, sonreí como un tonto, ya había ganado.
-No sabes como te he extrañado, mi pequeña- sus brazos se envolvieron en mi cintura, apreté mi agarre y hundí mi cara en su cabello.
-Te lo dije, Bella- me tense cuando escuche la voz de Felix, lo vi salir de entre los árboles con una sonrisa, apreté mi agarre sobre Bella-. Tranquilo, vengo en son de paz.
-Felix…-mi pequeña se volvió a él, corrió a sus brazos y este la recibió gustoso, acariciando sus cabellos
-La pelea se esta volviendo muy…-se detuvo a pensar en la palabra correcta-…injusta. Alec y Jane están jugando con tus hermanos, Edward.
Me levante de un salto, un poco mareado, la ponzoñosa de Bella aun no se había disuelto del todo. Bella me miro y vi en sus ojos tristeza y culpa, me estaba pidiendo perdón.
-¿Que don tienes, Bella?-pregunte
-Un escudo-dijo con voz entrecortada.
-¿Aun sigue activado?-le pregunto Felix
-Si, esta protegiendo a Jane y los demás- se giro para mirarlo-. Pero creo que ya no los cuidare más- frunció su ceño y Felix lo aliso con un dedo. No se por que pero esas "intimidades" entre ellos, me estaba molestando un poco.
-Tenemos que planear algo para derrotarlos-dijo Felix
-Quizás podríamos pedirle ayuda a Héctor y Caroline- Bella se soltó y miro en dirección a donde venían sonidos de luchas.
-No lo se, Bella…podría ser muy riesgoso…
-¿Qué tipo de poderes tienen?-intervine.
-Héctor tiene una especie de escudo como yo, pero el puede bloquear cosas muy poderosas, como por ejemplo, las visiones de Alice y el don de Jasper-me miro con el ceño fruncido-. Y Caroline tiene dos dones, puede aumentar los dones de los vampiros que ella desee, siempre y cuando este a su alrededor, y también borrar y recrear memorias.
-Entonces ellos tuvieron que ver las visiones de Alice… -dije para mi mismo, ahora poco a poco las piezas estás encajando- También pueden haber borrado la memoria de quien te haya mentido.
-Si, y puede que tú me estés mintiendo y realmente hayas ido al castillo a delatarme-Bella aun desconfiaba de mi y eso me enojo.
-No, Bella-me envare y la mire ceñudo-. Lo que pasa es que no quieres creerme, por que tienes miedo de hacerlo.
-Yo no te tengo miedo…
-Por favor, Bella-dijo Felix, tomando el mentón de Bella para que lo mirara-. No es momento para ponerse a discutir con lo que pasó en tu pasado…aun-dijo cuando vio la mirada de incredulidad de Bella-. Primero tenemos que derrotar a Demetri, Heidi, Alec y Jane.
-Ahora yo te pido ayuda a ti, Bella-frunció el ceño, claramente, confundida, al mirarme-. Te pido que me protejas a mí y a mi familia mientras derrotamos a la guardia de los Vulturis.
-No los he terminado de perdonar-se cruzo de brazos, molesta. Reprimí una sonrisa, parecía cuando era niña y se molestaba por algo, una pequeña gatita inmortal.
-Tengo por seguro, que de un cien por ciento, me has perdonado un veinte…
-Menos-terció y no pude contener una risita-¿te estas burlando de mi?
-Luces graciosa-justifique-. Pero ese no es asunto ahora- me puse serio- ¿me ayudaras si o no?
Ella se giro para mirar a Felix en busca de alguna opinión, pero este sacudió la cabeza en forma negativa.
-Eso queda a criterio tuyo, amor- ¡¿Qué fue lo que dijo?-. Es tu decisión, ya que son tus poderes-puso una mano en su mejilla y la acaricio con el dedo pulgar.
¿Acaso esos dos estaban saliendo? ¿Acaso ellos eran compañeros de alma? ¿El corazón de Bella estaba atado a ese Vulturi? ¿Qué es este sentimiento de odio que recorre todo mi cuerpo? ¿Por qué de repente tengo deseos de arrancarle la cabeza a Felix?
-De acuerdo-dijo Bella con un suspiro, sacándome de mis cavilaciones. Sonreí-. Pero con una condición.
-La que quieras- me arrepentí al instante en decir aquellas palabras.
-Quiero que me cuentes toda la verdad-su semblante se puso serio
-Pero ya te la conté.
-Quiero detalles, Edward-su voz era seca-. Quiero saber absolutamente todo, desde que me fui aquel día, que cumplía seis años, hasta el día de hoy.
-Muy bien-acepte, total no había nada que esconder-. Te lo contare todo.
-Bueno…-interrumpió Felix-. Ahora tenemos que planear que aremos, toda esta discusión tomo bastante tiempo, esperemos que tus hermanos estén vivos.
-No nos subestimes, Felix-sonreí con suficiencia. Por mas que Alec y Jane estuvieran jugando con ellos, nosotros somos más fuertes.
-¿Y el plan es…?-cuestiono Bella arqueando una, perfecta, ceja.
-Es muy censillo- efectué mi sonrisa torcida y procedí a decirles mi plan.

cap10-VTOM

Capitulo 10
BELLA POV
Para bien y para mal, la noche había pasado. Para bien, por que ya podría iniciar el tan ansiado entrenamiento. Y para mal por que tuve que posponer los deseos sexuales, esto de ser vampiro y no cansarse tiene sus pros, y el sexo es uno de ellos.
Ahora me encontraba caminado de la mano con mi amado, por los interminables pasillos del castillo. Parecía una niña a la que llevaban al parque de atracciones, ya que iba, prácticamente, saltando y canturreando la derrota de Demetri.
Algunos de los vampiros con los que nos topábamos, me deban suerte y otros me decía que no tenía posibilidades, entre esos grupos apostaban dinero y otras cosas que no quiero recordar. Otros vampiros hacían comentarios con respecto al pequeño terremoto que sacudió al castillo por la noche. Felix cada tanto gruñía amenazas, mientras que yo los ignoraba, nada de lo que me dijeran o hicieran me sacaría el buen humor con el que estaba.
-¿Nerviosa?-pregunto mi novio, apretando mi mano.
-Para nada- asegure-. Pero si ansiosa.
-¿Consejo?
-Dime.
-Déjate llevar, como si estuvieras por cazar. No pienses, eso ara que tu velocidad disminuya y le dará la ventaja a Demetri.
-¿Ya has peleado con él antes?- levante la mirada, lo vi sonriéndome y me guiñó el ojo -. Oh. Entonces no es nada para mí.
-Vaya, estas muy confiada de ti misma- se detuvo en otra puerta de madera-. Eso es bueno…
Cuando las abrió el sol me dio de lleno en la cara y por un momento quede ciega, hasta que mis ojos se acomodaron, esta era la segunda vez que veía como brillábamos a la luz del sol y he de admitir que aun sentía un poco de miedo. Temía a que algún día terminara ardiendo en llamas.
Prestando mejor atención a mí alrededor vi que estábamos en un pequeño coliseo, con tribunas y un palco. En las tribunas había grupos de vampiros esperando que empezáramos la pelea y en el pacto, como era de esperarse, estaban los tres reyes Vulturis.
-¡Bella, querida!- murmuro Aro, que estaba parado de su silla-. No sabes cuanto ansiábamos este enfrentamiento.
-Créame que yo también, amo.
-Bien, entonces no perdamos más tiempo- miro hacia la su izquierda y en un parpadeo tenía a Demetri a escasos centímetros de mi cara.
-Te estaba esperando, hermosa- me dio un corto beso en los labios y desapareció antes de que Felix soltara un golpe al aire.
-Vuelve a hacer eso y te juro que te arrancare la piel- sus palabras sonaron entremedio de gruñidos.
-¿Temes que le guste y luego le haga gritar mas que tu?- levanto una ceja y sonreía con burla.
-Antes de aceptar quedar en una misma habitación contigo, prefiero arrancarme la piel yo misma….
-Te sorprendería que lo yo y mini Demetri sabemos hacer- sonrió y mi estomago se revolvió.
-Es asqueroso…
-Lo se- Felix se planto delante de mi y tomo mi rostro entre sus manos-. Suerte- deposito un beso en mis labios, lamiéndolos-. Listo, ahora estas desinfectada.
Reí por su acción y luego desapareció de mi vista, dejándome al frente de un confiado Demetri.
-Vamos, hermosa. Juguemos un rato- levanto un dedo y me llamo para que fuera hacia él.
No le hice esperar y me abalancé contra él tirándolo al suelo. Estaba sorprendido, pero se recompuso rápidamente y golpeo mi pecho, mandándome a volar, escuche como Felix grito mi nombre preocupado, pero no sentí nada con ese golpe. Aterrice hábilmente en el suelo.
-Vaya, me tomaste desprevenido-dijo sacudiendo la tierra de sus ropas-. Me había olvidado que los neófitos son rápidos y fuertes- sonó su cuello y sus ojos se volvieron negros-. Creo que tendré que usa el cien por ciento de mi fuerza.
-Mira como tiemblo-me burle sacudiendo mi cuerpo con exagerada dramatización-. Neófita o no, igual te pateare el trasero.
Ese comentario enojo a Demetri y se abalanzo contra mi, he de decir que es rápido, pero a mi me pareció demasiado lento, por que un segundo antes de que me tecleara yo me corrí hacia un costado viendo como se estrellaba contra una de las paredes.
-Maldita perra- susurro entre los escombros ganándose carcajadas de algunos espectadores.
De un segundo a otro empezaron a llover escombros, los esquive uno por uno, hasta que un puño choco contra mi cara, tirándome al suelo con un sonido hueco, me puse de pie rápidamente pero una patada me mando a volar lo ancho del coliseo. Hundí los dedos en la tierra para tratar de estabilizarme, pero una mano tomo mi cuello y me estampo contra otra pared.
-¿Qué pasa, hermosa? ¿Se te fue el aire se superioridad?-pregunto acariciando mi cabello-. Fue divertido. Lastima que lo bueno dura poco- Se acerco a mi cuello con la boca abierta-. Que lastima que no seas humana, de seguro sabías mucho mejor que tu madre…
Eso me dio fuerzas suficiente para alejarlo de mi con una patada en su estomago pero eso no fue suficiente para hacer que me soltara el cuello, me arrastró con él por el suelo. Tome su enorme brazo entre mis manos, lo torcí y lo arranque. Mi cuerpo se lleno de gozo cuando lo escuche aullar de dolor, desprendí los dedos de mi cuello y tire el brazo lejos del alcance del su dueño.
-¡Mocosa del demonio!-chillo encolerizado abalanzándose a buscar su extremidad, pero no le deje ir muy lejos.
Me trepe en su espalda, enrollando mis piernas en su cintura, capture su otro brazo, arrancándolo igual que el otro, tome su cabeza entre mis manos y la torcí hacia un costado, clavando mis dientes en su cuello. Me baje de Demetri y pateé su trasero haciendo que cayera de bruces al suelo.
Gritos de euforia, acompañados de aplausos y silbidos, llegaron a mis oídos. De pronto unos brazos me tomaron por la espalda y me hicieron girar en el aire. Reí como tonta cuando vi que era Felix.
-¡Bella! Eso ha sido….-se callo unos momentos buscando la palabra adecuada- Wow…
-Este ha sido el espectáculo más entretenido que hemos tenido en años- dijo Aro con la voz un poco elevada debido a los gritos- Eres una buena luchadora, Bella. Te felicitamos- termino con un aplauso, me sorprendí al ver a Marcus y Cayo parados y aplaudiendo, con una sonrisa en sus caras.
No se por que pero me lleno de felicidad…
-Creo que no es bueno subestimar a las vampiras neófitas sin experiencia- me gire para ver a Demetri sentado en el suelo colocándose el brazo y sonriéndome-. No voy a negarlo, me has dado una paliza.
-Si, te pateo el trasera y no literalmente- se burlo Felix.
-Peleemos de nuevo cuando ya no seas neófita- Demetri ignoro el comentario de Felix y desapareció del coliseo.
-Se hace el valiente y hombre, pero le rompiste el orgullo, amor- sonrió y me beso- ¿Estas tranquila?
-Disfrute mucho de la pelea, pero no me siento satisfecha- me había dado cuenta de que estábamos solos, ya no se oían gritos ni murmullos, tampoco estaban los Vulturis.
-Eso es por que el resultado es el mismo- acaricio mis mejillas con sus pulgares-. Por mas que hayas derrotado a Demetri…
-No trajo a la vida a mi madre- solloce y me hundí en su pecho.
-Lo siento, amor- me abrazo y acarició mi espalda.
-¿De que vale ser fuerte ahora si ella esta muerta? Tendría que haberla defendido cuando estaba en peligro
-Eras una niña, Bella ¿Qué ibas a hacer contra unos vampiros?- me separo de él para mirarme a la cara-. Estoy seguro de que ella esta orgullosa de ti al ver lo fuerte que te volviste y que la vengaste. No te atormentes en este momento, amor.
-Te amo-le dije enrollando mis brazos en su cuello, atrayéndolo a mis labios.
-Y yo a ti.
Nos fundimos en un tierno y dulce beso. Felix siempre estaba a mi lado cuando lo necesitaba, siempre me decía cosas dulces para que yo me sintiera mejor y yo no sabía que había echo para merecerlo.
Pero por una extraña razón, sentía que mi amor por él, era superficial.
EDWARD POV
Un año, un maldito y condenadamente largo año, había pasado desde que nos enteramos de que Bella estaba viva. Un año de planear estrategias, las cuales se iban por el caño, siempre encontrábamos un pequeño detalle que nos frustraba todo.
Hasta hace unas semanas estaba a punto de escaparme e ir por ella, sin importarme si me mataban en el intento, pero claro, Alice me vio haciéndolo y Emmett, Carlisle, Jasper y Rosalie se tiraron encima de mi impidiéndome llevar a cabo mi estúpido y repentino plan.
Discutimos fuertemente, tanto que me fui a las manos contra mi padre…
FLASH BACK
-¿¡Estas demente!- grito Carlisle una vez que yo me había tranquilizado.
-Quiero…no. Debo que ir por Bella, papá-me corregí.
A pesar de que estaba un poco, solo un poco, más tranquilo. Emmett me tenía agarrado por la espalda, impidiendo que me moviera y Jasper lanzándome olas de clama, demasiado cargadas.
-¡Pero no así, Edward!- grito, nuevamente, mi padre, que caminaba como león enjaulado por toda la sala-¿¡Tantos deseos tienes de morir?
-¡Quiero recuperar a Bella! ¿¡Es que nadie lo entiende?-grite-¿¡Nadie quiere ir a sacarla de ese maldito lugar?
-¡La idea es ir y volver TODOS sanos y salvos, Edward!- replicó Carlisle- ¡El que no entiende aquí, eres tu!
-¡Lo único que entiendo es que debo ir por Bella! ¡Que por culpa mía ella esta con ellos! ¡Que no pude hacer nada para que se la llevaran!- mis ojos se escocieron, las piernas las sentí como gelatina y la culpa me embargo por completo.
Los brazos de Emmett se aflojaron y caí al suelo, mi cuerpo había perdido las fuerzas, cerré las manos en puños y golpeé el suelo.
-No fue tu culpa, hermano - dijo Emmett acuclillándose a mi lado y palmeando mi hombro.
-Es culpa de todos, no la supimos proteger como se debía- dijo Esme con voz entrecortada.
-Sube a tu habitación, cuando tengas la cabeza en frío bajas y hablamos como se debe- Carlisle estaba enojado por mi imprudencia-. No permitiré que salgas de esta casa, si en necesario que te ate con cadenas, lo are.
-Tu no eres quien para decirme que hacer- la furia estaba volviendo.
-Soy tu padre y el líder de este aquelarre. Si digo que no, es NO. Y si no te gusta, tendrás que prepararte para las consecuencias.
De un momento a otro, todo se volvió rojo.
-¡Edward, no!- grito Alice, pero ya era tarde, había derribado a Carlisle.
Destruyendo un muro de la sala.
FIN DEL FLASH BACK
Mire donde había tirado la pared, que ya estaba arreglada, como si nada hubiera pasado, y suspire pesadamente, golpeado suavemente las teclas del piano.
-Aun estas molesto por aquel incidente-dijo la mente de mi madre.
-Lo que hice fue una estupidez- lleve mis manos a mi cabellos y los despeine aun mas-. Pero es que…Bella….-gemí y sentí los brazos de mi madre alrededor de mis hombros, hundiéndome en su pecho.
-¡Oh, Edward!- si no fuera por Esme yo, ahora mismo, estaría en un pozo de pura angustia y desolación-. Hijo, ya veras como recuperaremos a Bella- me separo de ella y tomo mi cara entre sus manos-. No seré psíquica, pero tengo el presentimiento de que todo saldrá bien.
-¿El sexo sentido de una madre?- arqueé una ceja.
-Será- sonrió y beso mi frente-. No debes angustiarte por lo que paso con Carlisle, sabes que él no se puede enojar contigo por más de cinco minutos.
-Pues, rompió el record- resople.
-Lo que pasa es que él tiene miedo de perderte, Edward- el, siempre, tono de ternura de mi madre me tranquilizaba mas que las ondas de Jasper- Tu eres como su hijo, eres el primero que ha estado con él y de solo pensar que puede perderte, le lastima.
-Lo se- apoye, nuevamente, mi cabeza en su pecho y deje que sus manos acariciaran mi cabello-. Escuche eso en su mente, siempre lo escucho. Pero en ese momento me sentí tan… impotente
-Tienes que entender que no eres el único que se siente así- seguía acariciando mi cabello.
-¿¡Pero que veo!-exclamo Emmett y yo sonreí a sus pensamientos- ¡Carlisle, Edward te esta robando a tu mujer!
-¡Emmett!-regaño Esme, pero sonreía.
En ese momento entraba mi padre a la sala con una ceja alzada, totalmente confundido. Eso hizo que Emmett y yo nos riéramos a carcajadas, Esme soltó unas risitas y fue con su esposo, depositando un beso en un Carlisle más confundido.
-No se que esta pasando, pero veo que se divierten a costa mía- sonrió-. De todas formas, tengo algo que comunicarles, a todos- En menos de dos segundos todos estaban reunidos.
-Justo tienen que venir ellos- dijo Alice en su mente. La mire extrañado- Y todo por tu culpa, idiota.
-¡Oye! ¿Qué hice para que me insultes?- pregunte ofendido, llamando la atención de todos.
-¡Que si fuera por que te mostraste caballeroso y compresivo con esa cualquiera, no tendrían que venir todos los meses!- grito exasperada.
-¿Vienen las Denali? Le pregunte a mi padre y el asintió-. Genial- susurre con sarcasmo.
-Si, es tan genial, Edward- dijo Rosalie, con demasiado sarcasmo, cruzándose brazos y apoyándose en una pared.
-¿Cuándo llegan?-pregunte a mi padre, ignorando a Rosalie.
-Me acaban de llamar para decir….
-¡Eddie!
-…que acaban de llegar
Un par de brazos se enrollaron en mi cuello, y casi pierdo el equilibrio. Genial, esplendido, maravilloso….que alguien me queme vivo… pensé.
-¡Tanto tiempo sin verte!- exclamo Tanya.
-Vienes diciendo lo mismo desde hace un año, todos los meses-le replicó Rosalie.
-Sigues de tan buen humor, Rosalie- dijo Irina.
-Mi humor siempre mejora cuando vienen ustedes, en especial tu y Tanya- dijo batiendo sus pestañas con fingida inocencia.
-Lamentamos entrar sin tocar- dijo Eleazar.
-Sin problema- Carlisle se acerco a estrechar la mano de su amigo.
-¡Oh, tengo una idea!- exclamo Tanya sujeta a mi brazo.
-¡Oh, por todo lo que es bueno! ¡¿Tuviste una idea?- sonreí ante el comentario de Alice- ¡Tanya tienes un don! ¡El de pensar!-Todos sofocamos una risa
-Ja, ja. Que graciosa eres Alice.
-Lo se- se regodeo mi hermana-. Pero tu idea es buena, ya que nosotros hace bastante que no salimos a cazar.
-¿en que pensaste, Tanya?-pregunto Esme
-En que vayamos todos a cazar- dio saltitos en su lugar-. Sería como salir en una cena familiar
Todos comenzaron a debatir entre ir o no, pero Alice ya había visto que todos aceptaríamos. Tanya tomo mi mano y me arrastro fuera de la casa, el aire fresco trajo un sutil aroma y mi piel cosquilleo, sentía anhelo. Algo o alguien estaba cerca y yo deseada…
-¿Qué pasa, Edward?- pregunto Tanya, interrumpiendo mis pensamiento, ya que me había frenado en seco.
-Nada- dije mirando hacia la nada, buscando alguna mente u olor, pero nada, solo estaba la noche.
-Vamos, no nos retracemos, ya todos se han marchado- dijo tironeándome, deje que me arrastrara y nos perdimos en el bosque.
Todos nos entretuvimos cuando veíamos a Emmett cazar a un oso, este estaba muy molesto por que Emmett lo había levantado de su siesta. Irina se unió al juego y ambos molestaban al oso, Rosalie estaba que echaba humo de las orejas, pero no quería intervenir, le gustaba ver jugar a su esposo.
De la nada un olor a gasolina llego a nuestras sensitivas narices, nos giramos en dirección a donde venía...
-¡Oh, no, por favor, no!-grito Alice corriendo a toda velocidad hacia la casa.
Todos la seguimos y a unos doscientos metros vimos como la casa se prendía en llamas, aceleramos el paso y paramos en seco cuando llegamos. Nuestra hermosa casa, se estaba consumiendo en las llamas.
-Vampiros- dijo Jasper y junto con Rosalie y Emmett rodearon, agazapados, la entrada de la casa.
Todos los demás tomaron posiciones de ataque y esperaron a que los vampiros salieran. Alice y yo estábamos paralizados, Alice por que sabía lo que estaba ocurriendo y yo por que no podía escuchar ninguna mente, pero si sentía la presencia de los vampiros, estaban dentro de la casa.
De repente la puerta de la entrada salio volando y se estampo contra un árbol, mi familia y amigos se agazaparon aun mas en cuanto vieron una figura salir de entre las llamas.
-Felix-siseé al verlo salir, pronto varios vampiros empezaron a salir.
Primero Demetri, que estaba sonriendo con sorna, luego Heidi, con aire despreocupado. Jane y Alec quienes sonreían con malicia. Y por último una pareja de vampiros que no supe identificar.
-¿Qué demonios esta pasando aquí?- exigió saber mi padre.
-Espere, doctor Cullen- dijo Demetri-. Aun no ha salido la anfitriona.
Se escucharon unos ruidos dentro de la casa y un ángel salió de ella. La más hermosa de las visiones, una diosa. Estaba parada al lado de Felix, quien le había tendido la mano y ella se la acepto con una hermosa sonrisa. Luego se giro hacia nosotros y nos penetro con una mirada hostil y fría.
-Me vendieron…- dijo con voz dolida-. Ustedes, a quienes creí que eran mi familia. Me vendieron- ese deje de dolor desapareció para ser cambiado con uno de rabia, furia, ira.
-Bella…

cap9-VTOM

Capitulo 9
EDWARD POV
Me apresure a bajar las escaleras y los encontré a todos ya acomodados en los sillones de la sala. Decir que la situación era cómica, no era adecuado por lo que esperábamos saber, pero la cara de Alice, completamente arrugada en una mueca de molestia, hacia el ambiente cómico.
-Hola, Carlisle- salude a mi padre con un apretón de manos y un abrazo-. Bienvenido a casa.
-Gracias, hijo
-¡Oh, por favor!-exclamo Alice poniéndose de pie, asustando a Jasper- ¿Quieren dejar la hora de amor para después? ¡Habla ahora, Carlisle!
Mi padre sonrió y luego suspiro poniéndose serio al instante, tomo asiento nuevamente al lado de Esme y se aclaro la garganta, como si fuera necesario. Yo por mi parte me senté en el brazo del sillón donde estaba Emmett y Rosalie.
-Bueno- comenzó mi padre-. Traigo noticias tanto buenas como malas, en su mayoría malas.
El semblante de Esme se puso mas preocupado aun, a ella le importaba lo que podría pasarnos a todos nosotros. Hubo un breve silencio y luego continuó.
-Los Vulturis están escondiendo un vampiro, uno con poderes bastantes grandes, de lo contrario no estaría oculto al resto de los vampiros del castillo- miles de pensamientos empezaron a flotar en la habitación, eran ensordecedores, los bloquee instantáneamente para poder escuchar a mi padre.
-He llagado a pensar de que sea el poder que bloquea las visiones de Alice- la nombrada pego un pequeño salto en su lugar, tomando la mano de su esposo.
-No solo esconde un vampiro-continuó-. El primer día que llegue me encontré en la entrada a Felix, él estaba con una chica, una humana. Estaba con Bella.
El silencio que se creo en la estancia fue tanto verbal como mental, incluso yo estaba en shock. A pesar de que Alice y yo tuviéramos nuestras sospechas, de que yo mismo lo había confirmado con esa especia de conexión que tuvimos, la noticia me pego duro, realmente no la esperaba, temía que lo que había vivido fuera una mentira o que mi mente me estaba jugando una mala pasada por querer tanto a mi pequeña Bella. Pero simplemente no esperaba que fuera verdad…no lo esperaba.
El silencio se rompió abruptamente por el grito de alegría de Alice
-¡Lo sabía, lo sabía, lo sabía!-Alice gritaba y saltaba por todos lados- ¡Te lo dije, Edward! ¡Sabía que Bella no estaba muerta!
Mi cuerpo empezó a experimentar una emoción rara. Sentía que mi muerto corazón, volvía a latir desesperado, había muerto por segunda vez cuando nos enteramos de la "muerte" de Bella. Y no solo era yo quien estaba completamente feliz de la noticia, podía ver un brillo en los ojos de mis hermanos, que se habían apagado desde la partida de nuestra niña.
-¿Estas seguro, Carlisle?- pregunto Esme con sus ojos anegados en lágrimas, mi padre asintió.
-Aunque solo la vi un segundo, su olor era inconfundible, mucho mas potente que de niña, pero era ella. Felix intento ocultarla de mi vista, incluso de mi olfato, pero la pude identificar- a pesar de la noticia, Carlisle estaba serio.
-Entonces si Bella esta viva… ¿Cuántos años tendría?-Emmett estaba contando con sus dedos.
-Dieciocho- contestamos Alice y yo al unísono.
-Eternos dieciocho-murmuro Carlisle.
-¿Qué?-preguntamos confundidos.
-Felix llevaba a Bella a una sala donde Aro la estaba esperando, para convertirla.
-¡¿Qué?- grite poniéndome de pie- ¡¿Por qué? ¡¿Para que?-exigí saber.
-Por favor, cálmate, Edward.
-¡¿Cómo me pides que me calme con semejante cosa?- veía todo en rojo y estaba más que seguro que mis ojos estaban completamente negros. Ondas de tranquilidad me inundaron, pero las rechacé a todas- ¡No intentes calmarme, Jasper!
-Sabes que no llegaras a ningún lado enfureciéndote, Edward - dijo Jasper- Ahora, cálmate- Volvió a tirarme ondas, un poco mas cargadas que las anteriores, y las tome a regañadientes.
-Contestando tus preguntas, hijo- me miro-. No tengo la menor idea. Ella y Felix no volvieron al castillo, por lo menos hasta que yo me fui. Estoy seguro que la mantuvieron lejos de mí para que no la reconociera.
-Entonces fueron ellos los que mataron a la mama de Bella y…la casa…oh, mi pobre bebe-sollozo Esme.
-Tenemos que ir a buscarla- dije ya un poco más tranquilo.
-No.
-¿Por qué no?-apreté los dientes, la furia estaba volviendo...
-No iras solo a ese castillo por Bella, Edward. Te mataran y lo sabes- intento razonar Carlisle.
-¿Y quien dijo que ira solo?- mire sorprendido a Rosalie que hablaba por primera vez.
-Estoy de acuerdo con Rose- dijo Jasper.
Mire a mis hermanos y todos estaban decididos a acompañarme a buscar a Bella, todos estaban molestos por lo que habían echo con ella…
-Esperen un momento-dijo Esme-. Yo también quiero ir a buscar a mi niña, pero por más que vayamos los siete, no tendremos oportunidad contra ellos. Todos poseen dones, yo opino que no nos arriesguemos, aun…- Esme se giro para ver a Carlisle quien asintió con la opinión de su esposa-. Y eso no es lo único que me preocupa.
-Se lo que estas pensando- coincidió Carlisle-. ¿Quién les informo sobre Bella? Por que vinieron justo a su casa, y no la mataron, la conservaron. Y por el único motivo por lo que ellos se la quedarían, es por que tiene un don. Uno bastante poderoso.
-Estas diciendo ¿que alguien nos acuso de que la cuidábamos?-pregunto Jasper.
-Es lo mas seguro.
-¿Pero quien?-murmure en voz alta. Todos en la sala se quedaron callados, meditando y pensando quien pudo haber avisado a los Vulturis de que nosotros cuidábamos a una niña humana.
-Me vendieron…-murmuro Alice- La visión…la que se quemaba nuestra casa, ¡es Bella la muchacha!
-No digas tonterías, Alice- intervino Emmett molesto- ¿Por qué Bella querría quemar nuestra casa?
-Ella decía que la vendimos- comencé a pensar-¿Qué la vendimos a quienes? ¿A los Vulturis?
-Es lo más probable- coincidió Alice-. Quizás piense que nosotros fuimos quienes la mandamos a matar…
-Eso no tiene sentido- dije-. Ella sabe que nosotros jamás haríamos semejante cosa. Nosotros la cuidamos…
-Tanya…-todos nos giramos a Rosalie quien tenia la cara sombría- Ella y el clan Denali sabía de Bella. Y ella en especial le tenía odio a Bella.
-Lo he visto- murmuro Alice- Ella no sabe nada.
-Si lo que Carlisle dijo es verdad- dije poniéndome de pie, nuevamente- No podemos confiar en tus visiones, así que lo mejor será que vayamos a ver a Tanya personalmente.
Sin esperar a que nadie me dijera nada, subí a mi habitación, me cambie de ropa y baje a la cochera a sacar mi auto. Estaba realmente enfadado, si Tanya había acusado a Bella con los Vulturis…que Dios se apiadara de ella con lo que le podía llegar a hacer.
-Será mejor que te acompañe, temo que hagas algo que termine desatando una guerra entre nosotros- dijo Alice parada al lado del Volvo.
-Nada mejor que tu compañía, Hermana- sonrió y salto dentro del auto.
-Los demás están planeando como ir a Volterra y recuperar a Bella-me informo preocupada.
-Lo se- pise el acelerador y las ruedas rechinaron en la loza de la cochera.
-Aun tengo la visión de Bella.
-¿Cuál?
-La que viene a quemar la casa- dijo agachando la cabeza-. La visión sigue siendo borrosa, pero cada vez es más frecuente, yo creo que es la decisión de Bella.
-¿Piensas que ella quiere destruirnos?-me gire para mirarla.
-Bueno, no lo se. Quizás alguien le este manipulando…
-Si, debe ser eso.
No volvimos a hablar en todo el viaje y se lo agradecí, realmente estaba muy enojado, esos canallas de los Vulturis habían puesto a mi niña en nuestra contra y lo peor de todo era que la habían condenado a una miserable vida, condenaron su inocente y hermosa alma, a una no vida, a alimentarse de humanos, por que era claro que ellos les enseñarían a comer humanos, no animales.
Pise el acelerado a fondo y presione el volante entre mis manos, hasta que mis nudillos de pusieron mas blanco de lo normal. Como sea, tengo que sacar a Bella de ese lugar y enseñarle yo mismo como sobrevivir en este mundo que ella no eligió.
En menos de cinco horas nos encontrábamos en Alaska, y otra hora mas nos tomo llegar a la casa de los Denali. Aparque descuidadamente el auto y baje caminando a grandes zancadas, antes de que pudiera llegar a la puerta, esta se abrió y un par de brazos de enrollaron en mi cuello.
-¡Eddy!- chillo- ¿Por qué no me dijiste que vendrías? ¡Oh, no importa! ¡Estas aquí!
-No vine de visitas, Tanya-mi cortante voz y enojo era evidente, ya que Tanya se alejo automáticamente de mí.
-¿Qué pasa, Edward?- inclino la cabeza hacia un costado, mirándome inocentemente.
-Creo que sabes que me pasa- mis dientes estaban tan apretados que, hasta cierto punto, dolían.
-Si lo supiera no te estaría preguntando- puso sus manos en la cadera y me miro molesta.
-Lo que Edward quiere decir, Tanya- intervino Alice- Es que sospechamos que tu vendiste a Bella.
-¿Bella? ¿Quién es Bella?- su entrecejo se frunció aun más y mi ira aumento- ¡Oh!- extendió la palabra-. La niña a la que cuidaban ¿yo? ¿Venderla con quien?- ahora su semblante cambio a uno de total confusión.
Busque en su memoria y no encontré nada, ella recordaba a Bella, y sus peleas ridículas, incluso la última travesura que le había echo Bella, pintándole el cabello de diferentes colores, pero luego de eso no había nada más.
-¿Pasa algo, Edward?- ese era Eleazar, estaba en el umbral de la puerta, junto a Carmen.
-Tenemos algo que contarles- dijo Alice.
Y todos entramos en la casa, les comentamos de lo que Carlisle había averiguado, el vampiro escondido, las visiones de Alice, Bella, todo, absolutamente todo. Y yo en todo momento estuve pendientes de las mentes de los cinco vampiros, buscando en sus recuerdos si ellos habían dicho algo, pero no encontré nada.
-Yo recuerdo a la niña y aun no me quito de la cabeza que haya querido matarla por arruinar mi cabello, pero en fin, era una niña y hacia travesuras- dijo Tanya muy madura, sorprendiéndonos a todos
-Entonces…. ¿Quién les ha dicho a los Vulturis?- me pregunto Alice y yo me encogí de hombros.
-Bueno…- comenzó Eleazar- si este vampiro escondido, tiene el poder de bloquear las visiones de Alice, puede que también tengan otro vampiro que la haya visto con algún don, por lo menos eso es lo que pienso
-¿Nos ayudaran?-pregunte, quizás si uníamos fuerzas podríamos vencer o algo contra los Vulturis.
-Claro…
-Yo no- interrumpió Tanya.
-¿Por qué no?- inquirió Alice.
-Veamos…-puso una dedo en su mentón y se hizo la que pensaba- ¿Será por que esa niña no es de mi incumbencia? ¿Por qué no quiero arriesgar mi pellejo por ella? O ¿Por qué no quiero terminar como la estúpida de mi madre?- sacudió la cabeza lentamente-. La verdad no logro decidirme.
-Se entiende sin el sarcasmo- dijo Alice entre dientes apretados.
-Se que me arrepentiré toda la vida de decir esto pero…-dijo Irina-. Mi hermana tiene razón, yo tampoco quiero terminar como nuestra madre.
-Yo estoy con ellas- coincidió Kate.
-¡Chicas!- las reprendió Carmen.
-Tu sabes bien como era nuestra situación antes, Carmen- Tanya se había puesto de pie y caminaba hacia su habitación- Lo siento, Edward. Pero yo no ayudare, de verdad lo lamento- sin decir más desapareció de mi vista y me sentí mal por tener tan poco tacto con ella.
-Tanya es la que mas sufrió con la muerte de nuestra madre- dijo Kate.
-Lo se- me puse de pie y seguí a Tanya, me iba a lamentar, pero le debía una disculpa.
Cuando llegue a la puerta de su habitación escuche un leve sollozo y mi remordimiento aumento, la cosa que mas detestaba era ver, o escuchar, a una mujer llorar y mas si era por mi culpa. Sin tocar la puerta, entre en la habitación y abrace a Tanya.
El rosa chillón del cuarto lastimo mis sensibles ojos pero se recuperaron rápidamente. Tanya enrollo sus brazos en mi cintura y hundió su cara en mi pecho, ahora esta sollozando un poco más fuerte.
-Lo lamento- comencé a disculparme-. Fue muy grosero de mi parte acusarte de…algo que no has hecho y también por pedirte ayuda y hacerte recordar viejos tiempos- si, era un idiota.
Ella no me contesto, solo sollozo una última vez. La apreté un poco mas fuerte y descanse mi cabeza en la suya, dándole pequeños masajes en su espalda.
-Pero que caballeroso eres, Eddy-esa era la voz mental de Alice, con demasiado sarcasmo-Ahora cuando no te la puedas quitar de encima, me dices, así Emmett y yo nos burlamos hasta el cansancio.
Reprimí un gruñido, por primera vez en lo que iba conociendo a Tanya, y estaba cerca de ella, no tenia pensamientos sexuales conmigo. Solo pensaba en su madre y en cuanto la extrañaba. Y por primera vez sentí pena por Tanya y…
-¡Suéltala, Edward!- grito Alice- ¡Si la compadeces se va a agarrar de ahí! ¡No te atrevas a bloquearme!
Suspire cuando la bloquee y permanecí en la misma posición con Tanya. Aunque mi cuerpo estuviera con ella, mi mente estaba en otro lado, elaborando miles de planes para ir en busca de mi niña. Sea, como sea, iba a ir por Bella y traería conmigo a la fuerza, no sin antes golpear a unos cuantos Vulturis.
BELLA POV
-Gracias-dije contra el pecho de Felix, él aun me estaba acunando, no tengo idea de cuanto tiempo había pasado desde que estábamos en esa posición
-Siempre estaré a tu lado, me necesites o no- beso mi cabeza y apretó su abrazo.
-Lamento haberme comportado como una…loca- me enderece un poco.
-La verdad es que no esperaba que entraras en ese estado- acaricio mi mejilla-. Es raro que nosotros entremos en ese tipo de…crisis.
-¿Puedo alimentarme de otra sangre que no sea humana?-el solo pensar que tendría que volver a hacerlo, un escalofrío sacudía mi cuerpo, violentamente.
-Si, por supuesto que si- dijo con tono sombrío-. Pero esa sangre no te mantendrá fuerte.
-¿Qué tipo de sangre es?- me importaba muy poco si me hacia fuerte o no, mientras que no matara humanos, lo demás no importaba.
-Sangre de animal- arrugo su nariz como si algo oliera mal, fue cómico-. Es asquerosa, pero…te mantiene en tus cabales. Eso es de lo que alimentan los Cullen.
-Genial…-susurre.
En realidad no me importaba con lo que se alimentaran los Cullen, me preocupada por lo que me pasaba a mí, lo demás no importa. Nada que no sea yo, o Felix, lo demás esta de más…un cero a la izquierda.
-No estoy en contra de los que se alimentan de animales, pero…
-Si, lo se- le interrumpí, acariciando su barbilla-. A ti no te gusta, no te preocupes, tú no comerás eso, aunque, claro, me gustaría que no mataras humanos.
-No quiero hablar de mi alimentación, Bella- zanjo el tema- ¿Cómo estas?
-Eh….bien- mentí, en realidad no me sentía para nada bien, el remordimiento aun estaba en mi interior, esperando a consumirme. Y como si las cosas fueran a peor, los recuerdos de lo que había echo a esas personas, poco a poco revivían en mi mente.
-Sabes que eres mala mentirosa- sonrió-. No te preocupes, yo quitare esos feos pensamientos y sentimientos de tu cuerpo.
Sin esperar a que contestara, aplasto sus labios con los míos, moviéndolos con infinidad de ternura y amor. Tanta que casi, casi, se hace llorar, aunque claro, eso jamás pasaría.
(Hasta aquí para los que no quieran leer el lemmon)
Poco a poco fue acostándome en la cama, sin despegar nuestros labios. Una vez que estuvimos acomodados, él arriba y yo abajo, profundizo el beso pidiendo permiso, antes, con su hábil lengua. Gustosa le di el acceso y ambas lenguas danzaron juntas. El hormigueo que sentía en mi estomago era mágico, pero no era lo que había sentido con….
Me separe bruscamente de los labios de Felix, me posicioné sobre él a horcajadas y situé mis labios en su cuello, donde comencé a lamer, succionar y morder. Tenía que sacar ese raro sueño, o lo que sea que haya sido, de mis pensamientos. Yo amaba a Felix, yo deseaba estar con él, no con otro vampiro, no con un traidor.
Mis manos viajaban por todo su ancho y musculoso torso, acariciando sus músculos suavemente, baje mis manos hasta que me tope con el dobladillo de su camiseta y, con un rápido movimiento, la rasgue tirando por alguna parte de la habitación.
Un ronco gruñido escapo de los labios de Felix y volvió a situarse sobre mi, arrancando mi camiseta también. Ambos sonreímos y nos unimos en un nuevo beso, ahora más apasionado que el anterior, cargado de deseo y necesidad. Algo que hace mucho nos estábamos reprimiendo.
Con desesperación nos desprendimos de las demás prendas y nos dedicamos a besar el cuerpo del otro, aunque yo no pude hacer mucho ya que Felix se estaba entreteniendo con mi cuerpo.
Lamió mi cuello, como yo lo había echo con él. Luego bajo por mis hombros, depositando dulces besos, bajo por mis pechos, donde se entretuvo con cada uno, tomándolos con la boca y las manos. Mientras su boca degustaba mi pezón, recorriéndolo con su lengua con caricias circulares, su mano masajeaba el otro. Una vez que termino de torturarlos, y torturarme, bajo lentamente por mi estomago hasta llegar a mis caderas. Como respuesta me arquee al pensar en lo que se venía.
Sus manos abrieron delicadamente mis piernas, por un rato se dedico a besar el interior de mis muslos, hasta llegar al centro de mi cuerpo. Donde lamió repetidamente e introdujo sus dedos, haciendo delirar de placer. Sus movimientos eran tan rápidos y placenteros que pronto llegue a un exquisito orgasmo.
Mi respiración era entrecortada, y trataba de buscar aire, innecesariamente. Feliz gateo, seductoramente, hasta llegar a mis labios nuevamente, haciendo degustar mi propio sabor.
-Ni creas que he terminado contigo-me susurro en mi oído.
-Ni siquiera puedo pensar con claridad-susurre y él rió entre dientes.
Se posicionó entre mis muslos e introdujo la punta de su pene, pero antes de continuar me miro.
-Si quieres que paremos tu solo…-no deje que continuara ya que enrollé mis piernas en su cintura y yo misma lo introduje dentro de mí.
Solté un grito de dolor por la intromisión y él soltó uno de excitación y frustración.
-¡Demonios, Bella!-susurro gruñendo, intento salir, pero apreté mi agarre-. No tendrías que haber echo eso…
-Cállate- sonreí y moví mis caderas en un suave fricción, lo sentí sacudirse y se movió junto a mi.
-No sabes cuanto esperaba esto- dijo besando mis labios y aumentando la velocidad de las embestidas.
Ahora me encontraba gimiendo a los gritos, sin importarme si los demás en todo el castillo nos estaba escuchando. Me aferre a la cabecera de la cama y un crujido sonó por la habitación y luego un sordo golpe. Ambos sonreímos y él me acomodo sobre él, haciendo que lo cabalgara.
Salte de manera frenética con ayuda de él, sus manos estaban apoyadas en mis caderas y las subía y bajaba para darme impulso. Más pronto de lo que quería el orgasmo llego para ambos y caí rendida sobre su pecho.
(Fin del lemmon)
-Wow…-murmuro con voz entrecortada- Jamás, en todos mis años, he tenido tan buen sexo.
-Ya has estado con otras vampiresas-susurre en el mismo estado que él, su enorme mano trazaba diferentes dibujos en mi espalda.
-Si- dijo un poco tenso, quizás, pensando en como reaccionaria, pero no me molestaba en absoluto-. Pero hoy he llegado a una conclusión.
-¿Puedo saber cual es?- levante un poco mi cabeza para mirarle, tenía la mirada perdida por alguna parte de la habitación, también tenía una sonrisa de satisfacción en la cara.
Cuando pregunte él me miro y pude ver un brillo en sus ojos.
-Que hoy acabo de hacer el amor y no echar un simple polvo- tomo mi cara entre sus manos y me beso con la misma ternura de hacia unos minutos antes- Te amo- murmuro contra mis labios y yo sonreí como tonta.
-Yo también- le deposite un beso y mire a nuestro alrededor.
Las estanterías con libros estaban inclinadas hacia un costado, y otras en el suelo, y los libros esparcidos por el suelo. Me di cuenta de que estábamos muy cerca del suelo.
-Has roto la cama- intento disimular la risa, pero no pudo controlarse y comenzó a carcajearse.
Si no fuera un vampiro, ahora estaría mi cara pintada de al menos unos cincuenta tonos de rojos, casi llegando al morado. Agradecía enormemente ser vampiro ya que podía esconder mi vergüenza
-Ha sido, también, culpa tuya- le pegue en el hombro.
-Yo no fui el que me agarre de la cabecera tan fuerte que la termine partiendo.
-Yo no era la que embestía como una bestia a una virgen- me defendí, haciendo que él riera aun más fuerte.
-Te ha encantado, no te quejes- me abrazo y se coloco nuevamente sobre mi, no hacia falta ser un lector de mentes para saber que era lo que quería.
-¿Tienes pensado tirar la habitación abajo?- sonreí juguetonamente.
-Sobreviviremos, ya sabes-beso mi cuello-. Te dije que aun no he terminado contigo.
Sin reclamar, discutir o impedírselo, acepte gustosa las próximas rondas, por que sabía que no sería una sola.
-Oh, por cierto- levanto la cabeza para mirarme-. Mañana empieza tu entrenamiento.
En cuanto lo menciono sonreímos, ya que sabíamos que era la hora de patear el trasero de Demetri.
Estaba ansiosa por ese día y por los que venían.