-Capitulo 3-
EDWARD POV-Confío en ti-suspiro con ojos brillantes-. Siempre, desde lo más profundo de mi alma, confié en ti- volvió a suspirar con una sonrisa.
-Desde que te conocí te convertiste en lo más importante para mí y solo el tiempo me hizo saber que realmente siempre te ame.
-Oh, yo también te amo…Jorge.
-Es la novela mas cursi, ridícula y sobreactuada que he visto en mi vida-critico Bella haciendo que todos los hombres riéramos bajito.
-¡Shhh!-la callaron las mujeres completamente absortas viendo la pantalla con ojos cristalinos.
-¿Por qué estamos viendo esto?-volvió a preguntar por décima vez, mientras el sonido del besuqueo de la pareja ficticia llenaba el amiente.
-Por que se supone que es una tarde en familia- dijo Emmett más en forma de pregunta que de afirmación.
-O por que son unos gobernados- dijo Bella haciendo que solo yo soltara una carcajada, ganándome unos tres cojines en la cara.
Bella suspiro y se recostó en mi regazo, al instante pose mis manos en su cabello y contemple sus facciones serenas y tranquilas. Sus ojos estaban cerrados, parecía que estuviera durmiendo, sin poder reaccionar a lo que hacia, pase mis dedos por sus parpados, luego los baje por su mejilla, ella abrió sus ojos y me sonrió con calidez.
-Lo siento, te desperté-dije en broma y su sonrisa desapareció lentamente y sus ojos se opacaron inmediatamente.
Se sentó y se escuso con mi familia para ir a su cuarto.
-¿Qué hiciste?-me pregunto Rose, muy molesta.
-Nada-me defendí pues era la verdad.
-Esta triste, nuevamente- dijo Jasper frunciendo el ceño.
-Esa frase se la solía repetir Felix- dijo la pequeña y suave voz de Caroline, quien miraba a Héctor a los ojos.
En ese momento entendí todo, mi familia me lleno los oídos de pensamientos de pena hacia Bella, mientras que yo iba hacia su habitación a tratar de arreglar el dolor que le había causado.
Hacía una semana que Bella estaba con nosotros y poco a poco salía a la luz la pequeña niña que conocimos, claro que con mayor madurez. Sus ojos poco a poco volvían a tener brillo y su ánimo mejoraba. Esta era la primera vez que volvía a su estado de aislamiento, pero por suerte dentro de la casa.
Aun recuerdo cuando Bella entro en pánico cuando vio a Héctor y Caroline, había aferrado sus brazos en mi cintura y temblaba completamente, me costo mucho hacerle entender que ellos no venían por ella, ellos le explicaron lo mismo y con un poco de recelo acepto, pero a las pocas horas estaba cómoda con ellos.
Me pare frente a su puerta e inhale una buena bocanada de aire, estaba por tocar cuando su voz sonó desde otro lado.
-Estoy aquí- susurro desde mi habitación.
Me gire sorprendido, por que era la primera vez que ella entraba sin mi permiso, no me molestaba para nada, todo lo contrarió…me encantaba. Gire sobre mis talones y camine hacia mi habitación, que quedaba al frente del de ella.
La puerta blanca estaba entreabierta, la empuje un poco y la pude ver sentada en mi sillón, contemplando las gotas de lluvia que caían por el ventanal.
-Lamento haber entrado en tu cuarto- susurro sin mirarme-. Es que…me encanta la vista, es…relajante.
-Se a lo que te refieres- entre y cerré la puerta detrás de mí-. Y no me molesta para nada que entraras- me senté a su lado, pero en el suelo y mire el oscuro cielo, a causa de la gran tormenta.
-¿Cuándo será el día en que te enfades conmigo?-me pareció que lo pregunto más para ella que para mí.
-No tengo por que enojarme-le respondí-. Entraste en mi cuarto, no cometiste un delito.
-Antes lo cometí- apoyó su cabeza en sus rodillas y sus ojos dejaron de ver hacia el paisaje de afuera.
-Ya te dije que por la casa….
-No por la casa, Edward- giro su rostro para mirarme y sus ojos destilaban dolor, angustia y sobre todo…remordimiento.
-¿Entonces por que?-pregunte sin poder detenerme.
-Yo mate a personas inocentes, solo para alimentarme-susurro tan bajo que me pareció escucharlo en mi mente-. Mate a ocho personas, más las familias de esas, yo arruiné la vida de muchas personas… solo por calmar el fuego de mi garganta.
Tomo su cabeza entre sus manos y la sacudió como queriendo arrancar los recuerdos que la amenazaban. En un segundo estaba a su lado, recargándola en mi regazo y acunándola contra mi pecho. Todos en la casa se habían quedado callados, escuchando el relato de Bella, pero solo yo podía oír y ver los pensamientos de sus antiguos compañeros de castillo.
Los desgarradores gritos de Bella, retumbando por las paredes de ese enorme castillo habían erizado la piel de muchos vampiros, asustándolos y compartiendo el dolor de Bella. Cerré los ojos y maldije a esos malditos de los Vulturis por torturarla, traumarla y arruinarle su corta vida como humana.
-No lo hiciste a conciencia- dije acariciando su cabello-. A todos nos toca pasar por eso cuando somos unos recién nacidos- intente calmarla con mis palabras.
-¿Tú también lo pasaste?-pregunto mirándome con ojos triste.
-Si- acaricié su mejilla-. Y lo mío fue peor, por que me revele contra Carlisle y me fui a hacer las mías.
-¿Te revelaste?-pregunto y sus ojos brillaron de curiosidad.
-Si y aun siento el peso de mis actos- bese su frente y ella suspiro.
-Carlisle te perdono.
-Como también perdona el que hayas matado a gente- le sonreí y eso pareció hacerle sentir mejor ya que sus labios se estiraron en una pequeña sonrisa.
-¿Cómo te seguiste alimentando después?-pregunte curioso ya que la había visto con ojos rojos.
-Felix…me compraba animales para que pudiera alimentarme- bajo la vista a sus manos-. Animales carnívoros, son mejor que los herbívoros.
-¿Tu animal favorito es…?
-El león- dijo con una enorme sonrisa y la que yo respondí con un beso en su mejilla.
Su sonrisa se borro y miro hacia la ventana, me pregunte si había echo algo malo…
-Felix me sostuvo en ese momento de…nervios y aborrecimientos hacia mi misma- dijo con una pequeña sonrisa de melancolía.
-Le extrañas-susurre apoyando mi barbilla en su hombro.
-Mucho…-contesto con voz contenida-. Pero no como a mi compañero- se apresuro a decir-. Más como mi hermano…él fue el único que estuvo a mi lado cuando yo…cuando creí la mentira. Me sostuvo para que pudiera seguir adelante. Me acompaño cuando pase por mi transformación y me enseñó con paciencia el como moverme, defenderme y atacar- cerró los ojos y apoyo su cabeza sobre la mía-. Él me aconsejo a no creerles en todo a los Vulturis, a que escuchara antes de atacar sin razón… a creer en ustedes…
Apreté mis brazos en su cintura para atraerla más a mí.
-Sin él yo… hubiera cometido millones de estupideces y estaría completamente loca- sollozo.
-Pero ahora me tienes a mí-susurre en su oído y ella asintió-. Y agradezco enormemente que él te haya cuidado cuando yo no pude.
Giro sobre mis piernas y enredo sus brazos en mi cuello, abrazándome como si temiera hundirse de nuevo en la desesperación. La apreté aun más contra mi cuerpo, para que supiera que yo estaría ahí y que jamás la dejaría.
-Esto es mejor que esa cursi novela…- pensó Emmett robándome una sonrisa.
.
Los días transcurrieron con normalidad. La platica que Bella y yo tuvimos en mi cuarto fue como una especie de confesión, ya que nos volvimos sumamente cercanos. Ella no iba a ningún lado al que yo no fuera, y viceversa.
Los pensamientos de mi familia estaban cambiando y pensaban en que Bella y yo hacíamos una pareja hermosa. Todos se mostraban de acuerdo ante tal disparate.
Yo no veía a Bella con otros ojos que no sea como mi hermana, mi hija, mi niña. Ella siempre sería eso para mí, como yo lo era para ella…pero…
¿Por qué me dolía pensar que alguna vez encontraría a su compañero? ¿Por qué las manos me picaban y rogaban destruir algo cada vez que imaginaba a Felix besando y acariciando el cuerpo de mi niña?
-¿Qué haces?-pregunto mi ángel sentándose sobre mis piernas, algo que era una costumbre.
-Leo- dije mientras pasaba un brazo por sus pequeños hombros y la atraía a mi pecho para poder sentir el embriagante olor a fresas que su cabello despedía.
-¿De verdad?-cuestiono divertida.
-Claro- dije sin entender a lo que venía su comentario.
-¿Y como haces para leer al revés?-dijo conteniendo una carcajada.
Mire el libro entre mis manos y arqueé una ceja al ver que mi pequeña tenía razón, las letras estaban de cabeza. En cuestión de segundos ella rompió a carcajadas a las cuales me uní de inmediato.
-¿Qué es lo que te hace distraer tanto?-pregunto sacando el libro de mis manos para que prestara total atención en ella.
-Tengo mucho espacio en la mente, por lo tanto pienso en muchas cosas- jugué con uno de sus mechones, enroscando y desenroscando entre mis dedos.
-¿Por qué no me cuentas tus problemas?-dijo seria de repente.
-No son problemas, Bella-dije con voz cancina-. Y tampoco es por que no te quiera contar, es solo que no quiero que…- no podía decirle el motivo de mis pensamientos y el de toda la familia.
-¿Qué?- insistió.
-Que pienses en tu pasado, en lo que viviste-su semblante se ensombreció y me regañe por ser tan distraído y hacerla pasar por este tipo de cosas-. Por que no quiero ver esa tristeza en tus ojos.
-Entonces tu tampoco lo pienses- sentenció intentando pararse e irse, pero tome su muñeca y la tire de nuevo hacia mí.
-No huyas-susurre y me di cuenta de que estaba a pocos centímetros de sus labios.
Su aliento se mezclaba con el mío, una repentina corriente eléctrica sacudió mi cuerpo, llenando mi interior de un extraño calor y anhelo. Sentí la tremenda desesperación de atraerla a mis labios y saborear los suyos. Su respiración se había vuelto agitada igual que la mía. Entreabrió sus labios solo un poco, mientras cerraba los ojos…yo solo pude pensar en acortar la distancia, mi cuerpo se movía solo…
-¡Miren lo que llego!-grito Alice haciendo volar la puerta principal.
-¡Alice!-le regaño Esme, pero mi hermana ni se inmuto.
-¿Qué están haciendo?-pregunto mirándonos, podía ver en su mente como Bella estaba parada lejos de mi y yo sosteniendo el aire-¿interrumpo?- dijo con burla.
-Para nada-dije secamente, mirando a Bella que huía de mi mirada- ¿Qué es eso?-pregunte desviando el tema.
-¡Oh! Lo había olvidado- se puso a saltar hasta que se topo con Bella.
-¿Qué es, Alice?
-¡Es la solicitud para entrar al instituto!-dijo aplaudiendo y brincando aun más rápido
-¿Instituto?-dijo completamente confundida.
-¿No has ido a uno?-pregunto inocentemente Alice.
-No, termine mis estudios en el castillo con maestros particulares-dijo encogiéndose de hombros.
-Entonces esta es la oportunidad perfecta para que vayas a una.
-No me mezclaré con humanos-dijo Bella con ojos entrecerrados.
-No iras sola- me metí en la conversación
-¿Ustedes vendrán conmigo?- arqueó una perfecta ceja.
-Claro y Carlisle ira al hospital a trabajar- le sonreí y ella desvió la mirada ¡Mierda!
-¿Pero que ustedes no fueron ya?-le pregunto a Alice.
-Un par de docenas- Alice lo comento como quien cuenta las veces que va al cine.
-¿Pero podremos ir?-cuestiono Jasper que intentaba retener a su esposa en su lugar.
-Claro.
-Los humanos de este pueblo nos recuerdan-dijo con obviedad Rosalie.
-Para eso pediremos ayuda a Caroline- la aludida se tenso al ser nombrada y miro asustada a mi pequeña hermana.
-¿Y-yo?-se auto señalo.
-Sip.
-¿Y en que puedo ayudar?-pregunto temerosa.
-En borrarle la memoria a los humanos de este pueblo-se notaba tan segura de si misma-. No son muchos así que no sería un problema para ti.
-Que considerada- dijo Caroline con sarcasmo-. Igual es demasiado para mi, nunca lo intente antes.
-Estarás bien y tus poderes son magníficos- la pacifica vampira de cabello negro iba a protestar-. Lo vi, quédate tranquila.
-Bien, lo haré esta noche-suspiro resignada y vencida.
Mi hermana pego un grito y se abalanzo al cuello de la chica, mientras murmuraba unos cuando millones de gracias. Mi familia quedo contenta ante la aceptación y el volver a caminar por las calles de Forks sin levantar sospechas. La única que no se veía feliz, era Bella.
La noche cayó y con ellos mi familia se fue con Caroline a ver como trabajaba su don…
-¿No iras?-pregunto mi pequeña desde las escaleras.-
-Lo podré apreciar cuando vuelvan-le sonreí golpeando con dos dedos mi cabeza.
Ella sonrió y se acerco a mí mientras yo tocaba el piano.
-¿tu no iras?
-Ya he tenido la oportunidad de verlo- se encogió de hombros y se sentó a mi lado en el taburete.
Nos quedamos un rato en silencio, escuchando la melodía que creaba con mis manos, luego di un giro y comencé a tocar su nana, ella me miro un poco sorprendida y luego sonrió ampliamente.
-¿La recuerdas?-pregunte sin mirarla.
-¿Cómo olvidarla?-recargo su cabeza en mi hombro mientras yo tocaba las dulces y delicadas notas- ¿Estarás conmigo en el instituto?-pregunto de repente.
-Estaré en todas tus clases, no solo para cuidarte, también para estar a tu lado y acompañarte- dije son simpleza-. Este es un paso muy importante para ti y quiero ser yo con quien estés en ese momento.
-Gracias-susurro antes de besar mi mejilla.
La misma corriente que me invadió la última vez se presento y me dejo un poco aturdido, Bella había vuelto a recostar su cabeza en mi hombro y tararear lo que tocaba en el piano. No se como lo estaba haciendo ya que me encontraba totalmente ido en mi cabeza.
Hoy solo había estado a unos centímetros de su boca y aun la anhelaba, sacudí mi cabeza y me concentré en lo que estaba haciendo, no podía perder la cabeza de esa manera…menos con Bella…
-¿Qué sucede, Edward?-preguntó Jasper sacándome de mis pensamientos, le mire con una ceja alzada-. Tus sentimientos están…confundidos.
-No pasa nada, Jasper- intente sonreír pero ni él me creyó- ¿Cómo estuvo?-pregunte y él me mostró las imágenes en su cabeza.
Una blanquecina nube se desprendió del cuerpo de Caroline, que cada vez se hacía más y más grande, que prácticamente cubría todo el pueblo. Lentamente la deslizo sobre los techos de las casas como si fuera neblina, hasta que poco a podo desapareció…
-¿Cómo que se van?-pregunto de repente Bella.
-Nosotros solo pedimos quedarnos un tiempo- explico Caroline-. Ahora ya tenemos un lugar a donde ir y sin que los Vulturis nos encuentren.
-Pero…
-Estaremos bien, Bella- Caroline se acerco y tomo sus manos-. Desde el principio este es tu hogar- sonrió calidamente-. Además queremos tener un tiempo a solas, estuvimos rodeados por muchos vampiros…
-Serán como unas vacaciones- terminó Héctor.
-Carlisle- llamó Bella y este asintió con una sonrisa.
-Es decisión de ellos, si llegan a estar en problemas se lo diríamos- le aclaró.
Bella no tuvo otra opción mas que asentir, suspiro y les dio las gracias por acompañarla en los momentos difíciles. Esa misma noche partían y ya todos estábamos parados fuera de la casa despidiéndonos de la extraña pareja. Nos dieron las gracias y desaparecieron por el bosque.
-No te preocupes, Bella- dijo Jasper acercándose y pasando un brazo por sus hombros.
-Temo que los Vulturis los encuentren y que…Sebastian…-se estremeció y Jasper la abrazo…
Mía.
-Estarán bien, no te preocupes- aseguró Alice sonriendo.
-¡Vamos a preparar las cosas para el instituto!-dijo emocionado Emmett tomando a Bella por los hombros y entrarla a la casa…
Mía.
-¿Edward?-llamo Jasper y en ese momento me di cuenta de que estaba gruñendo, bajo.
Me percaté de que todos me estaban mirando sorprendidos. Bella me miraba curiosa, huí de su mirada y camine hacia el bosque…
-Iré a cazar- sin esperar a que nadie dijera nada, me adentre en el bosque, pero sin necesidad de cazar, solo de correr.
¿Qué me estaba pasando? ¿Por qué mi mente me gritaba cuando otro tocaba a Bella? ¿Qué mierda me estaba pasando?
-Estas enamorado de Bella.
Me gire bruscamente para ver a Jasper detrás de mí con gesto serio.
-¿Qué?-pregunte incrédulo.
-Que estás enamorado de Bella-me repitió en su mente-. Tu doble preocupación, el deseo…los celos.
-No es cierto-dije con una risa histérica-. Bella es mi niña, yo no…
-Edward- me lamo exasperado-. Bella creció y tu estas enamorado de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario